[:es]El arte acción ecuatoriano desde el 2000 hasta el 2015 (VIP-2017-011)[:]

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Tema focal de investigación:

El arte acción ecuatoriano desde el 2000 hasta el 2015

Objetivo general:

Evaluar el alcance del arte de acción en la década del 2000-2015 dentro de la producción visual ecuatoriana y la marcada incidencia en los procesos socio-culturales.

Objetivos específicos:

  • Elaborar un mapa conceptual anclado en el desarrollo del arte acción dentro de la producción visual ecuatoriana
  • Valorar la pertinencia de estas prácticas artísticas como parte de los cambios en los procesos socio-culturales de las últimas décadas en Ecuador.
  • Evaluar las causas que inciden en la escasa visibilización del arte de acción dentro de la producción visual ecuatoriana

Resumen:

La historia que podría escribirse sobre el arte de acción en el contexto ecuatoriano se remonta a mediados de la década de los ochenta del siglo pasado, cuando comienza a configurarse una política  social de mercado que,  unida al decrecimiento económico y retracción por la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional, la deuda externa exorbitante, y los subsiguientes ciclos de inflación, desempleo y subocupación, traen consigo la depresión institucional y el freno del subsidio estatal en todos los ámbitos, especialmente en el de la cultural.

La iniciativa artística comenzó a tener lugar a pesar del poco apoyo institucional, desde posicionamiento crítico hacia el sistema del arte, hacia el propio lenguaje artístico, y respecto a la situación política, en muchos casos, sin ambages. Está el caso del Colectivo Artefactoría, por sólo mencionar algunos ejemplos de propuestas que se instauraban desde medios y tópicos identificables como contemporáneos. Las de Varea incorporaban textos populares de carácter underground que boicoteaban la noción de obra trascendente, sensible, culta, que comentaba temáticas sociales con un lenguaje humorístico de tono sarcástico e incisivo. Su Estética del Disimulo (1983) arremetió contra toda índole de tabúes religiosos, morales, y sobre todo hacia la manera en que la institucionalidad modulaba la relación con los sujetos y su manera de interactuar con la creación. El arte de acción en el Ecuador ostenta una escasa visibilización dentro de las plataformas institucionales, de discusión y diálogo, porque existe una tendencia relacionada con el componente tradicional que tiende a ajustar la mirada y los procesos hacia la obra bidimensional, o tridimensional (en el menor de los casos), depositaría de un valor de uso, con un margen de referencialidad específico, de corte figurativo, y sobre todo, que sea producida y enmarcada dentro de los circuitos habituales de circulación, dígase: academias, tecnológicos, universidades, galerías y/o museos. No existen políticas plausibles de ajuste institucional a las demandas y expectativas de una comunidad que queda recluida de estos cercenados acercamientos al contexto. Existen varios salones de arte en el país, y anualmente todos convocan a los artistas a concursar, beneficiando casi únicamente, la producción de obras que, casi siempre, pasan a formar parte de sus colecciones permanentes; sin scuparse de promover y visibilizar una producción que se desenvuelve fuera de los parámetros tradicionales relacionados con el sentido objetual. Lo anterior redunda en concursos que se llevan a cabo sin mediación curatorial, salas congestionadas de obras con una museografía débil, y públicos que sólo  acuden el día inaugural, y probablemente no consiguen aprehender el ánimo distendido de las muestras. Este estatus de la escena ha generado más de un debate pero en cambio las políticas a nivel central benefician el marasmo al que están abocadas las instituciones. La posibilidades para estas prácticas han quedado relegadas al pronunciamiento de iniciativas privadas (Estudio N), y la realización de algunos eventos aislados como el Festival Arte de Acción de Cuenca (FAAC ). En los últimos años a través del apoyo de SENESCYT y de la CCENA algunos investigadores han iniciado proyectos y producción de plataformas que respaldan en pronunciamiento de estas prácticas en la escena ecuatoriana. La investigación se detendría en el análisis de la producción de algunas voces que en los últimos años han elegido postular su creación con base en la performance, el happening, las acciones, el arte cuerpo, y las intervenciones como medios fundamentales para atender la problemáticas álgidas dentro del imaginario social.

Palabras claves:

  • Acción
  • Happening interactivo
  • Teoría del arte
  • Transdisciplinariedad
  • Institucionalidad

Investigador:

amalina.bomnin@uartes.edu.ec
Investigadora Responsable
Departamento Transversal

Fecha de inicio: Octubre de 2017
Estado del proyecto: en proceso

PROGRAMA: ASIGNACIÓN HORARIA EXCLUSIVA PARA PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN[:]