Para que sea un aporte al acervo cultural de la ciudad de Portoviejo y a la historia del rock del país. Luis Gabriel Peralta Chica diseñó así el trabajo de investigación que presentó como tesis, previo a la obtención de la licenciatura en Artes Musicales y Sonoras en la Universidad de las Artes.
“Portoviejo Rock City: Retrospectiva de un movimiento musical en la costa ecuatoriana (1985-2017)” es como tituló a su propuesta, a la que describe como “una exposición de los procesos de integración y organización que se desarrollaron en las prácticas sociales relacionadas al rock como objeto cultural, exploración de sus dinámicas, escenarios y memorias; de las expresiones y construcción de identidades que surgen del gusto por esta música en individuos de esta ciudad”.
Su objetivo, agrega, fue relatar una aproximación histórica del rock en Portoviejo entre 1985 hasta el 2017 y como este influyó en la cultura popular de la localidad. “Se desarrolló a partir de una investigación de carácter cualitativo que inició con la búsqueda de datos a nivel bibliográfico y documental”. Así encontró que, efectivamente, estos procesos que empezaron en los años 70, terminaron en una expresión cultural muy importante ligada al rock, donde existieron agrupaciones que retrataron e interpretaron este tipo de música que escuchaban. Primero en versiones y después en composiciones propias que conjugaban este género musical con el entorno inmediato de la ciudad.
“La música representa un rol esencial en el desarrollo y crecimiento cultural de las sociedades, formando parte del desarrollo de los medios y tecnologías de comunicación, estando ampliamente relacionada con el ámbito comercial, con las políticas multinacionales, así como con los flujos migratorios, convirtiéndola en uno de los aspectos que definen el mundo contemporáneo”, expresa en el documento de su tesis.
Refiere, además, que en la actualidad cualquier estilo musical popular –sea pop, hip hop, electrónica o rock– ha multiplicado sus lugares de producción original. En este proceso, a la música se ha adherido a elementos de identidad propios de las nuevas locaciones a las que ha llegado y en las que se ha producido. “Este fenómeno transformador social que genera la música se ha presentado también en el cantón Portoviejo, provincia de Manabí, donde, como en otras ciudades del mundo, el rock se ha posicionado entre jóvenes desde la década de los sesenta y ha tenido un proceso evolutivo que abarca varios momentos históricos, hasta llegar a la actualidad, en que se ha convertido en referente a nivel nacional e internacional”.
Dicho proceso ha emparentado a una ciudad –que tiene sus orígenes en la cultura del cholo y el montubio, las fiestas de San Pedro y San Pablo, las fiestas de la Virgen de la Merced y la música tropical– con el género rock, no solamente adoptándolo, sino convirtiéndolo en un elemento para el crecimiento de la cultura local.
El presente estudio, entonces, es un análisis de los procesos de integración y organización que se desarrollan en las prácticas sociales del rock como objeto cultural en Portoviejo; una exploración de sus dinámicas, escenarios y memorias, y de las expresiones y construcción de identidades que surgen del gusto por esta música.
Para el desarrollo de “Portoviejo Rock City: Retrospectiva de un movimiento musical en la costa ecuatoriana (1985-2017)”, Luis Peralta explica que realizó una exploración histórica del rock como género musical, abarcando sus orígenes en Estados Unidos y cómo se extendió por el mundo, incluyendo Latinoamérica, llegando a nacionalizarse en el Ecuador, convirtiéndose en un movimiento cultural para Portoviejo y en un identificativo. Hizo también una recolección de información, tanto de fuentes primarias (entrevistas con los involucrados), como secundarias (bibliografía especializada de la temática y documentales).
Luis Peralta sintió vocación para las artes desde niño. Primero con el dibujo y la pintura y luego como integrante de agrupaciones como Narcosis (2000), Warros (2003) y La Rola. Colaboró como músico con Johanna Carreño y, posteriormente, se integró a la banda de hardcore-punk Camareta. Grabó para un programa de televisión una versión del himno de Portoviejo en blues-rock. En el 2005 trabajó como músico de sesión de las grabaciones del proyecto Manabí, Tu Festival; en el 2006 se une a Los Hijos del Tamarindo, manteniendo su proyecto paralelo Warros. A principios del 2011 trabajó como actor secundario en la opera prima del director portovejense Javier Andrade: Mejor no hablar (de ciertas cosas).
El ahora licenciado de la Escuela de Artes Sonoras no ha parado en su actividad artística integrando agrupaciones, grabando discos e impulsando proyectos interdisciplinarios propios y colectivos. Durante la pandemia, según reseña en su trayectoria, produjo la versión desde casa del tema Todos somos pescados, con artistas portovejenses, así como un pasillo a Manabí. En hoja de vida constan participaciones, como músico invitado, con artistas y agrupaciones como Maconheiros, Pro y Contra, Lagartija Electrónica, Los Pescados, Ínsito, Mr. Ubermensch, Héctor Napolitano, Shalom Mendieta, Liz Pacho, Martha Loor, Chinto Torres y Gustavo Arregui.