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Tamara Guiñansaca presenta “Tejidos”, un montaje cuya trama nace desde el vestuario

Ver el afiche que anuncia en las redes sociales el montaje de Tejidos, el cual se desarrollará a las 19:00 de este sábado 27 de febrero de 2021, en la Academia La Monaa (ubicada en Avenida del Ejército y Padre Solano), genera de por sí muchas inquietudes, pues la imagen que destaca es la de un maniquí ataviado con vestimenta andina. La puesta en escena es de Tamara Alexandra Guiñansaca Baculima, estudiante de la Escuela de Artes Escénicas, quien dirige la obra y se encuentra trabajando en su proyecto de tesis de titulación. 

De hecho, en entrevista con InfoUArtes ella señala que el montaje nace por su proyecto de tesis al que ha titulado “Prestar los huesos, potencialidades narrativo-visuales del espacio vestimentario en la obra Tejidos” y lo que propone es pensar el vestuario teatral como un espacio en dos momentos. El espacio del personaje y el espacio que transforma la atmósfera general de la escena.

“Trabajo el vestuario de la obra con esas premisas. Con cuestiones o métodos de diseño de vestuario, diseño de modas y luego, ya en el montaje, con ejercicios de (Jacques) Lecoq y (Rudolf Von) Laban para trabajar la expresiva del cuerpo con el vestuario”, explica Tamara Guiñansaca, quien ha participado en montajes como El Juego de Zuzanka.

Agrega que el vestuario en escena se presenta como un espacio del personaje, pero, a la vez, un espacio que se convierte en escenografía. Tiene narrativa propia. Tejidos no tiene texto. “Y es lo interesante de esta investigación porque propongo al vestuario teatral como un eje donde se puede construir la obra desde el inicio, es decir, desde el vestuario. Ya no se crea la obra desde del texto o de la dramaturgia textual, sino que se parte desde la dramaturgia del espacio y vamos viendo qué posibilidades narrativas nos brinda ese vestuario”.

Tamara Guiñansaca expresa que una de esas narrativas es que hace las veces de escenario en movimiento, como señala Eugenio Barba. En ese sentido, la obra se va trabajando con esas premisas. “Con los actores desde el inicio con la pauta de que todo tiene que devenir del vestuario. Todo tiene que darse desde el vestuario. Las imágenes y todo lo que se ha construido en la obra viene desde el vestuario. Entonces, si es que, obviamente, empezamos desde el vestuario, tengo antes que, como directora y vestuarista porque también lo elaboré, proponerlo y desde ahí empezar a indagar la narrativa en la escena”.

¿En qué se inspiró o qué la inspira? Tamara Guiñansaca responde que en la cosmovisión andina, en el significado que tienen muchos de los símbolos, en los colores, en las formas y también en el personaje festivo. “Prestar los huesos” es una idea que tomó del libro de Amaranta Pico (docente UArtes) y Wilson Pico, titulado Cuerpos festivos, “donde ellos estudian los personajes de la fiesta popular, desde ahí voy inspirándome para crear el vestuario que está en la obra”.

En la obra el vestuario fue construyendo un ser genérico, una entidad que no tiene pasado, ni conflictos, que no es en realidad un personaje. “El vestuario va construyendo esta entidad que en la trama se traduce como la Pacha Mama. A ella se la viste y de hecho es la única vestida. Me baso en la idea de que esta identidad o divinidad femenina, que significa la fertilidad, es quien provee la vida que se desarrolla encima de ella, la siembra, la cosecha, todos estos principios que están tejidos dentro de la cosmovisión andina”.

Teniendo en cuenta la premisa de que la Pacha Mama es la generadora de vida en la obra es su vestuario el que percibe su desarrollo. “De cada prenda se va desarrollando la trama. Me inspiré en los bolsicones de la Chola Cuencana porque vengo de allá, mi abuela usaba pollera; luego tomo el poncho de los Cañaris, trabajo también la idea de la Danza de las Cintas de los colores del arco iris, porque todo tiene que ver con aspectos de la cosmovisión andina. El arco iris es un fenómeno que tiene significado. Desde la Pacha Mama se genera todas las imágenes y la narrativa de la obra, que no tiene texto”.

La estudiante directora del montaje confiesa que “no esperaba nada”, pues se trata de un proceso de experimentación que empezó a generar –incluso– un tipo de danza, lo cual se fue dando en la marcha. “A toda la obra la veo como un momento solemne de la fiesta popular, pues esta celebración tiene muchos aspectos familiares. La tengo arraigada porque desde niña participaba con mi familia en esas festividades. La obra es como esa parte de mi vida expresada allí”. La entrada para la puesta en escena de Tejidos es libre con adhesión sugerida, previo registro.

Apuntes

De Cuerpo Festivo, sus autores Wilson Pico y Amaranta Pico (docente de la UArtes), señalan en su cuenta de Facebook que es un proyecto soñado y realizado con pasión, respeto, compromiso, rigor y asombro, y agradecen a todas las personas de las comunidades que visitaron y a cada integrante de su equipo de trabajo.

El Juego de Zuzanka, de Milos Macourek, es una crítica al sistema y a sus instituciones: esclavizada por fuerzas que la erigen como ciudadana apta, ZUZANKA encarna al ser social inserto dentro de un sistema, y muestra su proceso de cosificación, domesticación y deshumanización, hasta lograr integrarla a lo que el poder considera un buen vivir. Nació dentro de la cátedra de Construcción de Personaje, impartido en la Universidad de las Artes por Pilar Aranda, y generó la apertura del Centro de Experimentación y Creación de la Escuela de Artes Escénicas.

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