Logo-UArtes-white
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Las 33 obras de “Cuba Libre”

Los licenciados en Artes Visuales Diego Kang y Alfredo Castillo expusieron
junto al estudiante César Sánchez, quien da detalles de una propuesta colectiva que conservó sus respectivos discursos, lecturas y referencias.

Fueron 33 las obras que Diego Kang, Alfredo Castillo y César Sánchez expusieron durante catorce días del pasado mes de marzo en La Mancomunidad Muégano (Tomás Martínez y Panamá). Los dos primeros son licenciados en Artes Visuales, graduados en la primera y segunda cohorte de la Universidad de las Artes, respectivamente; el tercer artista cursa el noveno semestre de la carrera.

Es César Sánchez quien responde a las inquietudes de InfoUArtes. Entre otras, ¿qué los animó a realizar una exposición conjunta? y ¿por qué la denominaron Cuba Libre? A la primera señala que resultó de la amistad, de mantenerse en contacto y de estar presentes como público en las exhibiciones que individualmente realizaron (antes de la pandemia). La empezaron a trabajar desde mediados del 2019 y su título hace referencia a no querer repetir el formato de las exposiciones (especialmente de pintura) presentadas en los últimos años en Guayaquil. “Una serie de recursos verbales (curaduría y nombres de la muestra y las obras en la ficha técnica) que nos desconectaban para mal con lo que veíamos. A veces porque nos perdíamos con los textos o porque las expectativas surgidas a partir de leerlos nos desviaban totalmente de las obras para regresar a lo escrito”.

Optaron por Cuba Libre porque remitía a varias ideas: lo que sucede en Cuba actualmente, que venían estudiando desde el ITAE (Instituto Superior Tecnológico de Artes del Ecuador) con una fuerte influencia artística docente cubana y que el Cubalibre es una bebida alcohólica de origen cubano, pero ideada por tropas militares estadounidenses (aunque otros dicen que ese no era su origen). “Lo usamos como una estrategia para que el público acudiera con la expectativa de visitar una muestra con el formato que se venía repitiendo en el circuito artístico; esperábamos captar asistencia por el nombre, pero que se quedasen por las obras; que si existía una curaduría pegada en la pared para que los visitantes la leyeran, era simplemente para que dejasen de hacerlo y leyeran las obras, conversaran entre los presentes o con los artistas sin artificios de por medio, que no sean las mismas pinturas”.

Las obras de Cuba Libre hablaron de lo cotidiano, de lo inmediato, de la rutina, de la experiencia vivencial; sin embargo, cada propuesta tuvo un respectivo discurso, lectura y referencia.

En sus once piezas expositivas, Diego Kang se centró en cómo ha influenciado la cultura de entretenimiento japonesa a aquellos nacidos entre finales de los ochenta y noventa, apropiándose de personajes de anime y extrayéndolos de su naturaleza bidimensional en movimiento para colocarlos en actividades ordinarias. Alfredo Castillo, quien intervino con quince obras, hizo alusión al arte ecuatoriano contemporáneo local y al uso de referencias culturales y mediáticas para descontextualizarlas por medio de una sátira bastante cruda y directa, sea políticamente correcta o no. Las siete composiciones pictóricas de César Sánchez surgieron a partir de lo cercano y familiar, acorde a la experiencia de los hábitos y de la rutina, usando una serie de elementos recopilados de diversas fuentes: trabajos, conversaciones, caminatas, anécdotas, archivos familiares y convencionalismos sociales.

Cuba Libre, Muestra de Artes Visuales

Apuntes

Además de la UArtes, donde obtuvo la licenciatura, Diego Kang (Guayaquil, 1992) cursó también estudios en el Colegio de Bellas Artes Juan José Plaza. Ha participado en proyectos internacionales, como Ramada Gráfika 2020, encuentro de grabadores binacionales Chile-Ecuador. También en diversas exposiciones colectivas e individuales dentro y fuera de la ciudad, como La Comunidad Inconfesable, realizada en el marco de la Bienal de Cuenca 2016, y Estar haciendo CAC, Quito 2019. Ha estado presente en publicaciones como Nacido y criado y Catálogo Universidad de las Artes 2018. Su producción tiene influencia de la cultura popular y el folclor chino/japonés viniendo principalmente de la gráfica tradicional anime y videojuegos, principalmente de los juegos de rol. Actualmente desarrolla proyectos en su Taller 92, que vinculan a artistas de la ciudad.

Alfredo Castillo es un artista visual manufacturado en Guayaquil en 1989, resumiendo el mismo producto con diferentes nombres: Alfredito, una persona común y corriente que no entiende o se burla del arte; Fausto, grabador; Edo Crow, ilustrador; Beherith, músico; El Señor Escorpión, desertor; y, Elre Ferente, pintor. Junto con la licenciatura en Artes Visuales tiene diferentes estudios: medicina, publicidad y mercadotecnia. Ha participado directa e indirectamente en varias muestras y colectivos artísticos, como Engullir/Regurgitar (2016) e Identikit (2019).

César Sánchez (Guayaquil, 1991) comenzó su formación artística en el ITAE. Ha participado en muestras colectivas, como Ají (Galería dpm, 2019), Pocolejos (2019) y Crear nunca es volver (Galería 4ta. Pared de la Biblioteca de las Artes, 2020). Ha tomado parte de la portada semanal de la revista digital Tarpuk 2020. Actualmente se prepara para desarrollar su tesis de grado, cuya temática se ceñirá en el discurso que ha venido trabajando, desarrollando y modificando desde el 2019.

En imágenes, la exposición Cuba Libre.
Créditos fotográficos: Cortesía Facebook Espacio Onder

Comparte esta nota