La estudiante Angie Galleguillos ha encontrado en el público infantil el elemento ideal para empezar a trabajar su proyecto de titulación. Se trata del “Taller de danza contemporánea dirigido a la creación escénica” (así lo denominó), el cual se inserta en la propuesta itinerante del Departamento de Vínculo con la Comunidad. Ella cursa la carrera de Danza en la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad de las Artes.
En diálogo con InfoUArtes, Galleguillos detalla que su propósito es mostrar al público los frutos de sus años de estudio en la UArtes. Lo hace mediante un proceso pedagógico de danza contemporánea dirigida a la creación escénica con niñas entre 9 y 12 años de edad. “El primer encuentro lo hicimos en el Parque Seminario, pero por la emergencia sanitaria el resto de sesiones fueron completamente virtuales, por todas las restricciones debido al COVID-19”, dijo. Sin embargo, una vez que se han ido restableciendo las actividades, las sesiones presenciales volvieron. El escenario es ahora el patrimonial edificio El Telégrafo.
Al preguntarle por el proceso de ejecución de los talleres, la estudiante indica que fueron doce las niñas que ingresaron al taller. Seis al principio y las otras seis contactadas por sus propios medios. “Se hizo una convocatoria para niñas y niños, pero solo ingresaron niñas, aunque se les explicó a cada uno sobre cómo sería ejecutado el proyecto, la palabra ‘danza’ de por medio finalmente condiciona”, expresó.
Al taller de danza contemporánea dirigido a la creación escénica, Galleguillos lo concibió con una duración de nueve semanas, de tres sesiones cada una, los días lunes y jueves, de 15:00 a 17:00, presencial; y sábado, de 10:00 a 12:00, virtual. La acompañan en el proyecto Kevin Constante (también de la carrera de Danza), quien la asiste en dos sesiones semanales, y Mauricio Bombon (músico), para las sesiones de improvisación a partir de estímulo sonoro; él la ayudará con la musicalización de la muestra final.
Acerca de la estructura y del contenido del taller, la estudiante explicó que las niñas tienen un cuaderno de trabajo donde van anotando unas pautas súper claras acerca de las actividades en cada sesión. “Por ejemplo, hemos hecho una actividad donde trabajamos el espacio, cada una tuvo que elegir cinco puntos en el espacio, ubicaron sus cinco puntos y se encontraron con el recorrido de todas dentro del espacio. O lo que hicimos la primera semana, vía Zoom, elaborar un autorretrato con el fin de conocerse y presentarse. Quienes quisieron pudieron dibujar, otras niñas cortaron y pegaron imágenes. Fue un proceso divertido para ellas”
Agregó que en la primera parte de la clase las lleva a repasar lo visto en la clase anterior, hablar de sus dificultades y de cómo hallar solución entre todas. “Este proceso es muy bonito y se entusiasman mucho al ayudarse. Luego entramos al calentamiento, donde primero hay un trabajo corporal personal, de la mirada interna, de la conciencia del cuerpo, para de allí empezar a calentar corporalmente. Continuamos con la mirada externa, desde el espacio que estamos compartiendo con la gente y la activación de la mirada, del estado de alerta, y pasamos a la exploración del contenido que veremos en la semana. Una vez que exploran estas acciones van a la composición creativa grupa, donde cada una construye su parte”.
Su tutora de tesis es la docente Lorena Delgado, coordinadora de la carrera de Danza, quien está pendiente de la planificación y obviamente seguimiento de las sesiones, sostuvo Galleguillos.
Texto: María Fernanda Hidalgo, estudiante de la Escuela de Literatura.