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Kristina Butler da detalles del taller “Anatomía de la Voz”, de su beca con Fulbright y estadía en la UArtes

Es una de las dos becarias del Programa Fulbright que se encuentran en la Universidad de las Artes tomando clases como oyentes y trabajando en sus proyectos de investigación (la otra becaria es Libbi Ponce). Kristina Butler dará este jueves 1 de julio de 2021 un taller al que ha titulado “Anatomía de la Voz”. InfoUArtes la contactó para conocer en detalle su contenido, saber de su trayectoria artística y las razones por las cuales eligió a Ecuador como destino de sus indagaciones.

Antes de compartir el diálogo con Kristina Butler, cabe recalcar que el pasado 14 de mayo el rector de la UArtes, doctor William Herrera Ríos, firmó una Carta de Intención con la Comisión Fulbright Ecuador, la cual, justamente, permite promover la movilidad de becarios estadounidenses a nuestra institución de educación superior –sean artistas, investigadores, académicos y/o especialistas de los distintos programas de Fulbright– con el fin de compartir e intercambiar conocimiento en aras del intercambio cultural, académico y artístico.

Además de ser investigadora independiente, Butler es soprano y posee dos títulos: uno en Español y otro en Música, con especialidad en Flauta y Canto–; se graduó en el St. Olaf College en Northfield, Minnesota. Tiene una extensa trayectoria y entre sus experiencias más destacadas cuenta su participación en un concierto efectuado en la Basílica de San Pablo, en Roma, junto con el coro Together in Hope Choir, donde debutó como solista en So That the World May Believe (Kim André Arnesen), en octubre del 2018. Esto fue parte de un viaje que realizaba la agrupación coral, especializada en música que incentive cambios sociales. Gracias a su licenciatura tuvo también la oportunidad de trabajar con la Banda Sinfónica de St. Olaf College, con la flauta en la sección de viento, así como de líder de la sección de sopranos.

“Cada año hacíamos un tour a diferentes partes de Estados Unidos y en mi último año canté junto con mi mejor amigo They Sing of Love frente a toda la banda y eso fue un gran honor”, indica y añade: “Son un grupo que siempre llevaré en mi corazón”. Pese a estos logros, Butler asegura estar recién comenzando su carrera como solista. La experiencia ganada es por su participación en los coros y con las iglesias. En St. Paul, Minneapolis, donde actualmente reside, “la música coral católica es otro nivel” y aprovecha cada encuentro para desenvolverse como solista, considerando que las oportunidades de hacerlo durante aquellos conciertos son abundantes.

“Para mí, lo más impresionante que he logrado es conseguir la beca”, sostiene Butler sobre el Programa Fulbright. “Fue un proceso que tomó mucho tiempo consolidarse. La universidad donde me gradué me ayudó mucho a conseguirlo. En la primavera del 2019, apliqué a un proyecto de investigación y me dieron a escoger cualquier parte del mundo para realizarla. Debía ser dentro de Latinoamérica porque siempre me llamó la atención su cultura musical. Adicionalmente, por 3 años trabajé en una iglesia con otros ecuatorianos y su naturaleza fue tan amable y la música coral católica ecuatoriana era algo tan nuevo para mí, me di cuenta que con mis dos licenciaturas yo estaba perdida y decidí por Ecuador. No leían la partitura, todo era de memoria, cosa que no había experimentado ni sabía hacer”, recuerda con nostalgia y entre risas.

Dentro de las peticiones para entrar al programa de becas Fulbright, del que escogió Artes, se le solicitó un portafolio con pruebas de lo que sabe hacer dentro de su interés: tres cartas de recomendación, un propósito de beca, una redacción corta de declaración personal y una prueba general con preguntas cortas que debe aprobarse. Finalmente, luego de hacer una revisión a su propuesta de investigación, que utilizaría los recursos de la música ecuatoriana en un proceso de rescate y de apreciación, su beca fue aprobada en abril de 2020.

Respecto a “Anatomía de la voz”, Butler explica que Susan Togra, directora de Relaciones Internacionales de la UArtes, y Andrey Astaiza, director de la Escuela de Artes Sonoras, la contactaron para explorar la posibilidad de que diera un taller para aquellos estudiantes de música que están trabajando con la voz. La idea le pareció maravillosa y, por ello, propuso dar algo relativamente novedoso dentro del perfil académico de la UArtes.

Indica que el contenido de “Anatomía de la Voz” es una idea que nació de sus primeros años desenvolviéndose en la música, cuando era principiante, y la ayudó a perfeccionar su propio proceso como cantante. “Aparte del theremín, la voz es el único instrumento que no puede tocarse. No de la forma en que tú y yo entendemos tocar un instrumento como tal, ya que tampoco puede verse. La voz es un misterio, incluso ahora, porque no podemos poner una cámara debajo del glotis, solo podemos ver por arriba. Para ver la voz en gráficos y para ‘​tocarla’ ​de cierta manera, debemos aproximarnos a la garganta diciendo: ‘​bueno, este es el hueso hioides, esta es la tiroides’​ y, aunque no lo creas, ese tipo de aproximación me ayudó cuando empecé a cantar”, explica.

Hay mitos sobre cómo cantar que para ella no tienen sentido, agrega y señala como ejemplo que en su niñez, cuando estaba en los coros, “todos los directores decían que cantemos desde muy abajo, y yo me preguntaba ‘​​¿abajo dónde?’. Eso es confuso y es mucho mejor entender el tipo de tensión que se forma en la garganta al momento de cantar, para identificar si lo estamos haciendo bien o mal. La voz no viene del estómago”.

Astaiza y Togra han sido pilares para Butler, ayudándola en todas sus inquietudes desde el día uno, dispuestos a escribirle en cualquier momento pese a sus ocupaciones. “Son ángeles y los adoro. Susan fue mi primera amiga en el país, cuando yo no tenía nada ni nadie aquí”, añade.

Actualmente toma como oyente la clase de Historia de la Música de Ecuador, impartida por el docente Juan Carlos Franco, porque es su deseo aprender más al respecto. “La música de Ecuador es muy diversa. Hay una idea en Estados Unidos de que toda la música y la cultura latinoamericana es la misma y parte de mi intención en este proyecto es desmentir eso”. El proyecto en referencia, y propuesto en el Programa Fulbright, es de su autoría y trata sobre el mestizaje; en agosto próximo comienza las grabaciones con canciones ecuatorianas mestizas, por lo cual ha tenido aproximaciones a la música producida en lugares como Manabí y Esmeraldas. “La cultura siempre va caminando y sigue cambiando”, expresa.

Originalmente, su idea era la de participar en el grupo de investigación que dirige el docente UArtes Rafael Guzmán y lleva por título Patrimonio Musical Ecuatoriano, pero por motivos de la pandemia, dicho proyecto está detenido.

La experiencia de Kristina Butler con la UArtes ha sido satisfactoria y enriquecedora. Está expectante de que la pandemia acabe pronto, porque por motivos de la virtualidad no ha podido hacer mucho dentro del ámbito social y la música es algo que debe compartirse frente a frente. “Necesito poder compartir más dentro de esta bella institución”.

De sus expectativas a futuro, Butler señala conseguir una maestría en Interpretación y participar en varios proyectos de carácter teatral, con obras más relevantes y multiculturales. Eso ya está pasando en grupos de ópera de Los Ángeles, “pero hay otros, por ejemplo, The Metropolitan Opera, que siguen haciendo obras más tradicionales. Me interesa participar en obras que tengan una naturaleza más relevante y realista, acorde a los tiempos que vivimos”, destaca. “En la ópera, la mujer no puede hacer gran cosa por sí misma y eso es algo que tiene que cambiar en futuras interpretaciones. Las historias podrían mejorar. La música, sin embargo, siempre ha sido preciosa”, concluye.

Texto: Abel Cano Carriel, estudiante de la Escuela de Literatura.
Imágenes, cortesía de Kristina Butler.

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