En kichwa PACHA define el todo, implica la indivisibilidad del tiempo-espacio e involucra la capacidad de la acción en la creación-transformación de los procesos vitales. Con ese concepto se articuló el proyecto que ejecuta la asignatura de Laboratorio en Comunidad, del Departamento Transversal de la Universidad de las Artes. El propósito es accionar una red en territorio como columna vertebral de un proceso de aprendizaje mutuo entre comunidades, estudiantes y profesorxs.
“Los procesos educativos deben tomar las formas que les permitan construirse de manera clara frente a su rol histórico. Con esta directriz, repensando los principios de pertinencia y calidad, es que proponemos PACHA”, señalan los docentes que dictan la materia de Laboratorio en Comunidad y dan a conocer, además, que desde abril pasado trabajan de manera integrada todos los paralelos de la asignatura para construir espacios (bibliotecas comunitarias) y procesos (de mediación cultural y elaboración de contenidos mediados por el arte) como mecanismo para conocernos entre habitantes de Guayaquil; visibilizar la presencia heterogénea de diversas poblaciones en la ciudad; fortalecer las capacidades creativas; facilitar el acceso a bienes culturales; y, encontrar sentidos y significados distintos a las herramientas artísticas y a su enseñanza. Esa labor conjunta la mantendrán hasta agosto de 2023.
Para que la apertura de este tiempo-espacio sea posible, agregan, se necesitaba un movimiento fuerte y coordinado, razón por la cual escogieron trabajar con asociaciones y redes que tuvieran una labor consolidada.
Junto con la Fundación HILARTE, la Unidad Educativa Intercultural Bilingüe Fernando Daquilema, las y los moradores del Barrio Nuevo Ceibos y la red de Organizaciones Sociales de Monte Sinaí, están presentes ya en los sectores Isla Trinitaria, Monte Sinaí y Nuevo Ceibos de la ciudad de Guayaquil, así como en la comuna Sitio Nuevo de la parroquia Manglaralto, en la provincia de Santa Elena.
Con sus estudiantes, los docentes Natalia Tamayo, Ana Carrillo, Luis Páez y Pedro Mujica han venido desarrollando el levantamiento de la memoria viva en territorio, impulsando iniciativas como la creación de bibliotecas comunitarias y la realización de talleres, entre estos, el de Fotografía digital con celular, a cargo del alumno Omar Castro, en el sector Nuevo Ceibos de Guayaquil, y el de Música y Teatro, que César Guerrero y Ericka Sánchez Eduarte dictaron en la Unidad Educativa Fernando Daquilema, en Monte Sinaí.
En cuanto a las bibliotecas comunitarias, el pasado 20 de julio se inició la recolección de libros e insumos académicos para más adelante ubicarlos en los diferentes puntos estratégicos. El proyecto está destinado a niños, niñas y adolescentes que requieren literatura, cuentos infantiles, enciclopedias, diccionarios, clásicos, revistas de arte o de cultura y libros con fines pedagógicos nuevos o que se encuentren en buenas condiciones.
Como El Garage se ha denominado al espacio de mediación cultural que impulsan con la Fundación Hilarte y en donde algunos estudiantes, entre ellos Aaron Fuentes, Alan Lozano y Daniel Vélez Cassagne, iniciaron el proceso de reciclaje de cajas de fruta para construir estantes de libros.
Tarcila Daniela Orobio, habitante de Isla Trinitaria, fue entrevistada por los estudiantes Mishell Zambrano, Jorge Galarza, Andrea Rodas y Ambar Vera como parte de los trabajos de rescate de la memoria que realizan en el sector.
Bajo las normas de bioseguridad implementadas en tiempos de pandemia, la recolección de libros continúa teniendo como punto de recepción a la Biblioteca de las Artes (ubicada en las calles Aguirre
y Pichincha). Hasta el 20 de agosto, de lunes a viernes, de 08:00 a 12:00 y de 14:00 a 16:00 se receptan contribuciones allí.
Para conocer más sobre la campaña de donación de libros que hará posible tener espacios de lectura habilitados da clic aquí
Imágenes, cortesía Proyecto PACHA.