La playa de Ayampe está ubicada al sur de la provincia de Manabí y se ha convertido en un punto de encuentro para fomentar la educación a través de las artes. Es en esta localidad donde Glenn Chica, estudiante de la carrera de Creación Teatral de la Universidad de las Artes, decidió realizar sus prácticas preprofesionales de Vínculo con la Comunidad dando clases de movimiento en las que interviene el juego teatral. Esto para generar un acercamiento a las artes.
“Este es un espacio lúdico para que las niñas y los niños aprendan a expresar sus sentimientos, a reconocerse y reconocer al otro. A encontrar grupalidad y respeto mutuo”, señala Glenn Chica acerca del objetivo de estos encuentros que fueron también útiles para sensibilizar a los niños y adolescentes por medio de la educación artística.
Fueron quince niñas y niños, de 8 a 10 años, quienes realizaron sus actividades con las medidas de bioseguridad pertinentes, por la pandemia del COVID-19, en los espacios de la Escuela Ernesto Velásquez Kuffó de Ayampe. Las y los estudiantes cursaban el cuarto y el quinto año básico y asistían a actividades promovidas por Glenn Chica, en las que enseñaba técnicas y juegos de movimiento que se realizan dentro del teatro. A los niños también los animó a experimentar prácticas del yoga. Estas actividades se realizaron los días martes y jueves, de 10:30 a 12:30.
Glenn Chica tuvo la oportunidad de viajar y relacionarse con la comunidad de Ayampe gracias a una experiencia personal de su tutora, la docente María Coba, quien por motivos de la pandemia estuvo ocho meses en la comunidad manabita, donde trabajó con la escuela local desde dos perspectivas: como “vecina” y espectadora del movimiento y dinámica de la institución educativa, y luego como participante de actividades allí organizadas. La profesora compartía talleres corporales de prácticas, como el yoga o la danza africana.
“Mi conexión con Glenn Chica se dio en el ámbito docente-alumno mientras yo daba el taller de Ashtanga yoga, como un espacio de descubrimiento en la práctica espiritual, en la materia de Cátedra Libre de la UArtes. Las y los estudiantes, como finalidad y parte de su trabajo de prácticas, podían elegir con quién trabajar y dar clases para enseñar el método” explicó María Coba.
Fue así como el estudiante quedó enganchado con esta práctica y a raíz de esa experiencia decidió trabajar con las niñas, los niños y adolescentes de la escuela de Ayampe. Durante el tiempo en el que dictó sus talleres de movimientos corporales y juegos teatrales, incluyó la enseñanza del yoga.
Agregó que la realización de este proyecto no hubiese sido posible sin la intervención de Mariuxi Ávila, quien es generadora de los diferentes vínculos con instituciones y fundaciones para el acceso y relación de las y los estudiantes UArtes con las comunidades.
Consultada al respecto, la funcionaria indicó que la escuela de Ayampe es una “experiencia piloto” de transformación en la educación rural, gestada entre la Fundación Vueltas y Unidos por la Educación. “Como Universidad nos ha interesado iniciar una relación interinstitucional para llevar una educación de artes pública de calidad a diferentes territorios, donde esta iniciativa de innovación educativa se está aplicando”, dijo.
Informó, además, que estos proyectos están avanzando a más comunidades, como Engabao, y con alrededor de diez escuelas más de la región Costa, las cuales forman parte de proyectos transformadores para la educación.
Siendo la Escuela Ernesto Velásquez Kuffó un modelo reconocido sobre educación innovadora rural y pública, y al reconocerse el interés de la Universidad de las Artes para la transformación social cultural, Érika Petro, técnica de la institución, comentó que como parte del proceso de la Fundación Vueltas de crear enlaces entre universidades públicas y los territorios y de la UArtes de vincular al estudiante con las comunidades, se dio la conexión de estas dos voluntades para generar una relación entre instituciones y la comunidad. De esta forma se fomentará la permanencia de este vínculo para que a futuro no se necesite precisamente la presencia de una fundación para relacionarse con una comunidad en específico.
“La universidad pública debe seguir aportando a los territorios y, del mismo modo, estos territorios pueden aportar a la investigación en la universidad pública. Creemos que la investigación sin práctica contextualizada y el pensamiento sin vida no sirven de nada, pues estas investigaciones y estos pensamientos tienen muchísimo que aportar a los territorios y a los diferentes contextos de las instituciones”, anotó.
La técnica de la escuela de Ayampe añadió que acorde al modelo pedagógico Chango, que se aplica como método alternativo de enseñanza, “las transformaciones se quedan cortas cuando se dan solo dentro de una institución educativa de una forma convencional, sin intervenir con las comunidades”.
El modelo pedagógico Chango consiste en que este tipo de transformaciones educativas partan de la comunidad y sean para la comunidad, mientras que promueven transformaciones dentro de la institución educativa que permitan hacer cambios dentro de la comunidad. Se desenvuelve dentro de las pedagogías activas, donde niñas y niños no tienen clases magistrales y aprenden en la etapa escolar de forma contextualizada, según la comunidad en la que se encuentren.
Érika Petro explicó también que el modelo pedagógico Chango pone en el centro a la comunidad y que sus tres ejes son: el yo, los otros y el entorno, para intentar resolver problemáticas sociales y de educación convencionalmente ejercidas.
Con las clases dictadas por Glenn Chica y las ventajas del modelo Chango se espera un convenio futuro que pueda ser puesto en marcha en pro de la educación del país. El interés es buscar una disciplina no autoritaria, sino más bien de amor y dedicación por jugar, aprender y compartir con las niñas y los niños que cursan su etapa escolar y que, a la par, genere un aporte significativo para las universidades.
Texto: María Fernanda Hidalgo, estudiante de la Escuela de Literatura.
Fotos: Tomadas de video de Vinculación con la Comunidad y Cortesía.