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Angie Galleguillos Núñez y el proceso pedagógico que desarrolló para su tesis en la carrera de Danza

En Danza son tres las estudiantes en obtener la licenciatura. Junto con Angie Galleguillos (itinerario pedagogía), Darashea Toala (itinerario intérprete/creador) y Tamia Sánchez (itinerario pedagogía). Esta es su primera cohorte.

El viernes 17 de septiembre de 2021, Angie Galleguillos Núñez sustentó de manera presencial la tesis con la cual egresó de la carrera de Danza, de la Escuela de Artes Escénicas (EAE) de la Universidad de las Artes. A su trabajo final lo tituló “Proceso pedagógico para creación escénica de danza contemporánea, a partir de herramientas constructivistas con niños de 10 años, con o sin experiencia en danza, de la ciudad de Guayaquil”.

En Danza son tres las estudiantes en obtener la licenciatura. Junto con Angie Galleguillos, en el itinerario pedagogía, están Darashea Toala (itinerario intérprete/creador), quien sustentó este lunes 20, y Tamia Sánchez (itinerario pedagogía), que lo hará este miércoles 22. La carrera de Creación Teatral, también de la EAE, ya ha graduado a varios de sus estudiantes, no así la de Danza, cuya cohorte de este año es la primera.

Para su tesis, Angie Gallegillos contó con la tutoría de la docente de la EAE Lorena Delgado; al consultarle acerca del desarrollo teórico y práctico, de la investigación realizada, de la experiencia y de sus resultados, la alumna compartió con InfoUArtes el siguiente texto:

Mi proceso de tesis parte de la necesidad de abrir un espacio dirigido a las y los niños permitiéndoles el regreso a la presencialidad, la oportunidad de compartir con otros cuerpos y a partir de ese intercambio dejarse afectar y transformar. Además, luego del análisis del currículo nacional de educación, notamos cómo son considerados los estudios en danza o prácticas de movimiento. Resultan actividades extracurriculares, entendiendo así que no se puede asegurar que las y los niños todos puedan tener acceso a una. Por otro lado, al concluir mi proceso académico, me surge la necesidad de repensar mi propio proceso como estudiante, entonces tomé la decisión de recopilar el material que me fue compartido, entender lo que más me hizo sentido, lo que me removió y transformarlo para ahora transmitirlo.

Se presenta este taller, que está inserto en el proyecto de Escuela Itinerante del Departamento de Vínculo con la Comunidad de la Universidad de las Artes, como una oportunidad de acercamiento a la danza para aquellos que por distintas razones no han tenido uno. Del mismo modo, para quienes sí tengan una práctica sostenida en danza, se ofrece este taller como un espacio en el que se prioriza el compartir, el intercambio, los espacios de reflexión, el desarrollo de la escucha, la atención y el respeto por las individualidades, los procesos y las opiniones diversas. Es un espacio que se enfoca en el proceso más que en un producto final escénico, técnico y estético. En resumen, es un espacio que me interesaba ofrecer, no con el fin de desarrollar o formar bailarines, proponía un espacio en el cual los participantes pudieran desarrollar habilidades o removerlos como individuos que son parte de una sociedad.

El proceso para llegar hasta el lugar al que llegué fue de mucha transformación. En la parte teórica tuve que abrirme a las posibilidades, investigar y observar distintos acercamientos e intereses en procesos pedagógicos. En lo práctico tuve que dejarme permear por la experiencia, ser muy perceptiva durante las sesiones para continuar un proceso desde las necesidades de las participantes y no desde ideas preestablecidas. Había un gran antecedente que era mi acercamiento previo hacia la pedagogía. Una experiencia que no pretendía ignorar, por el contrario, tomarla y transformarla hacia este nuevo enfoque e interés por acompañar y respetar procesos.

En el camino reconocí la necesidad de llevar este proceso hacia otra capa: padres y madres. Por lo tanto, en la finalización del taller se realizó un proceso de mediación llamado “Experiencia de cierre”, en el cual, previamente, junto con las niñas participantes, se elaboró una estructura con los juegos o actividades que consideraron oportunas e interesantes para compartir con los acompañantes. El último día ellas llevaron a cabo una sesión donde se acercaban, explicaban el juego a su acompañante, se reconocía el respeto, la empatía y la paciencia hacia ese proceso en particular y luego se realizaba una progresión del ejercicio hacia el trabajo grupal evidenciando así la transformación del mismo.

Realicé una guía didáctica que dejo como precedente para el Departamento de Vínculo con la Comunidad. Una guía que resume el proceso práctico, los momentos iniciales para abrir este espacio común de respeto y empatía, la distribución de sesiones, la planificación, la explicación de las actividades y los referentes de donde se inspiran los juegos. La propuesta para la continuidad no se basa en replicar la planificación hecha. En este proyecto de tesis comparto la experiencia, la pertinencia, la base sensible y creativa que resulta un compartir de lo experimentado durante mi proceso académico. Lo que se propone es un proceso pedagógico que se basa en: construcción de relaciones de confianza, sesiones divididas entre la exploración práctica y la reflexión con igual importancia, trabajos grupales, construcción de actividades que busquen estimular los sentidos, dar voz a las/los niños para el flujo de la creatividad y la participación activa de los padres.

Al ser un taller presencial con niñas pedí la colaboración de un compañero de la carrera de Danza, Kevin Constante. También, para las últimas semanas, en las que me parecía pertinente ofrecer actividades para el estímulo sonoro, me acompañó Mauricio Bombón, estudiante de la Escuela de Artes Sonoras. Y, durante todo mi proceso de tesis, teórico y práctico, estuvo cuestionándome, debatiéndome, sacándome de mi zona cómoda, acompañando mi proceso con mucho interés y generosidad mi tutora Lorena Delgado. Son las personas más cercanas que aportaron y son parte de este proceso con las que quedo muy agradecida. Asimismo, agradezco al Departamento de Vínculo con la Comunidad por acoger este taller como parte de su planificación. A la Universidad de las Artes, por brindar los espacios (Sala de Danza del edificio El Telégrafo) para ejecutar las sesiones del taller y por mi proceso académico en general, por removerme de tal manera que se vuelve una de las principales motivaciones de este proyecto.

Texto: Angie Gallegillos./Edición: Carmen Cortez.

Foto Cortesía: Angie Galleguillos (segunda, izq.) con las docentes Lorena Delgado (izq.), Carolina Pepper y María José Icaza, directora de Vinculación con la Comunidad.

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