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“Globalización del arte escénico mediante el uso de nuevos medios digitales: estudio de algunos casos”

Frente a las diferentes problemáticas e interrogantes que surgen en torno al teatro, la tecnología y los sucesos sociales, la egresada de la Escuela de Artes Escénicas Wendy Lalangui investigó para su tesis sobre la “Globalización del arte escénico mediante el uso de nuevos medios digitales”. Así lo señaló durante el conversatorio en el que participó este miércoles 8 de diciembre, en el marco de las jornadas de presentación de trabajos de titulación.

Lalangui es una de las estudiantes de pregrado que este sábado 11 recibirán sus títulos de licenciados, en las ceremonias de graduación programadas de manera escalonada, a partir de las 10:00. Ese día también obtendrán su título de cuarto nivel los maestrantes UArtes.

Acerca de su propuesta e indagaciones, en un artículo enviado al InfoUArtes Lalangui señala: Esta investigación se plantea con la pretensión de demostrar que con las nuevas formas de creación y consumo se ayuda al arte escénico a reconfigurarse para que sea posible reinventarse. Esto se analiza en los casos seleccionados en la investigación, donde este proceso se hace en pro de que el desarrollo del arte favorezca lo que el artista y consumidor actual demandan, es decir, contenido más apegado a sus intereses, arte globalizado, mayor alcance de audiencia y entornos inmersivos, los cuales son posibles gracias a la tecnología y medios digitales. Además, estos medios indirectamente favorecen la resolución de problemáticas relacionadas con el evitar el desplazamiento territorial, ya sea por prohibición o por decisión voluntaria de creadores y audiencias, ya que también nace en el marco de la pandemia de COVID-19.

Por lo tanto, esta investigación busca desarrollar un punto de vista sobre la dimensión globalizada que las artes escénicas están obligadas a tomar en consideración, y nos sugiere algunos caminos o posibilidades en tanto artistas escénicos y usuarios. Por un lado, esto ayuda para tratar de solucionar los inconvenientes específicos (ausencia de presencialidad, necesidad de evitar contacto físico, etc.) y, por el otro, a empezar a abrirnos a otras posibilidades de haceres artísticos, diferentes a los que las plataformas clásicas ofrecen, tales como compartir información, videos de obras artísticas u otros contenidos audiovisuales, que muchas veces no cambian las modalidades de producción de las obras y conducen al artista a generar un trabajo que utiliza las redes solamente para la publicación.

El resultado al que se ha llegado es que dicho vínculo produce un ambiente ubicuo que únicamente no llega a completarse debido a que los cuerpos proyectados carecen de materia y por tanto son impalpables. Además, las creaciones que se suman a las posibilidades que da un cuerpo vivo son generadas gracias a la tecnología que expande el marco de creación y que potencia las capacidades sensitivas de los participantes, pues conectan de forma inmersiva al espectador a través de flujos constantes de información, transmisiones y ambientes virtuales donde, incluso, su propia presencia pasa a encontrarse en diferentes lugares, dándole un sentido de presencia múltiple que no solo afecta al espacio geográfico donde se encuentra, sino también al espacio donde es proyectado.

Es importante tomar en cuenta que, para que este tipo de interacción se produzca, la tecnología es de central importancia. Como ya lo hemos visto, los dispositivos que permiten comunicaciones, especialmente el smartphone para las generaciones jóvenes, se convierten en dispositivos que les permite tener alcance de todo. Es por eso que, dentro de las obras analizadas o mencionadas, siempre se usa dispositivos diversos con funciones varias, como cuando en el Teleperformance se utiliza una Tablet para una llamada y esta deviene dispositivo de creación, espacio de creación y parte de la escena.

El campo expandido de creación que permiten los nuevos medios y tecnologías es necesario frente a las capacidades limitantes que posee el hombre.

Tomando como caso particular al smartphone, aunque sabemos que no es el único dispositivo que forma parte de nuestra cotidianidad, hacemos referencia a Rubén Ramos Antón, quien en su publicación titulada “Los teléfonos inteligentes como extensión del cerebro del ser humano ciborg” dice que la tecnología como extensión del cerebro […] no representaría una novedad en la historia, sino todo lo contrario; la evolución humana se encontraría íntimamente ligada a la propia idea de la extensión del conocimiento.

Esta idea viene a demostrar lo que se había planteado sobre el vínculo con las artes escénicas que se genera a lo largo de la historia, donde éste no se liga únicamente al deseo de solventar problemas que el humano no puede enfrentar con su cuerpo físico dentro de las obras escénicas, sino también, que se hace necesario frente a los avances de conocimiento que se producen, porque no solo el modo de hacer arte se renueva a partir de medios digitales y tecnológicos, sino también las técnicas y los saberes usados para hacer nuevas creaciones, dentro de los cuales entraría lo que se ha mencionado como campo expandido de creación.

Llamamos a este como el espacio virtual que se crea cuando un grupo de artistas y espectadores, a partir del uso de medios digitales y tecnología, logra mezclar la realidad con la RV a través de la generación de imágenes materializadas con dispositivos específicos, donde el espacio de creación se agranda –pues ya no solo se fija en un espacio físico– y donde los avatares aparecen produciendo una composición mixta de todo lo que la imaginación y la tecnología puedan crear y permitir interactuar.

Los artistas han descubierto en este vínculo herramientas que posibilitan acceder a mayor público. En el caso del teatro, solucionar el problema de las salas cada vez más vacías, crear entornos inmersivos que sean más atrayentes e interactivos. También se ha logrado generar economía cultural, pues todas estas propuestas pueden ser monetizadas y canceladas de manera fácil.

Finalmente, se puede afirmar que las nuevas formas de creación y consumo se ayuda al arte escénico a reconfigurarse, globalizarse, generar un espacio de creación expandido y contenido más apegado a los intereses del consumidor actual, mayor alcance de público, entornos atrayentes, inmersivos e interactivos, y generación de economía cultural, las cuales son posibles gracias a la tecnología y los medios digitales que solventan las capacidades limitadas del cuerpo vivo.

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