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Resultados del Mapeo Colectivo Crítico del Centro de Guayaquil son visibles en la exposición “Construir un nosotrxs”

La inauguración de la muestra “Construir un nosotrxs” con los resultados del Mapeo Crítico Colectivo del Centro de Guayaquil, realizado en julio pasado, marcó también el inicio del 7mo. Encuentro Iberoamericano de Arte, Trabajo y Economía, que coorganizado por Arte Actual de la FLACSO y la Universidad de las Artes, a través del Centro de Producción e Innovación MZ14 y el ILIA, se desarrolla desde este 18 de octubre y concluye el jueves 20.

María Fernanda Troya, coordinadora de la maestría de Antropología Visual de la FLACSO e integrante del equipo curatorial del encuentro, dio detalles del proceso. Señaló que duró más de un año la planificación y producción del mapeo que se realizó en julio (del 5 al 22) con varios actores: docentes y estudiantes UArtes, vecinos del centro de Guayaquil y artistas y gestores culturales atraídos por una convocatoria pública.

Tres fueron las dimensiones utilizadas para el mapeo: cultural, de género y urbana. Hubo otras transversales, evocadas por elementos visuales, textuales y sensoriales. Entre estos, mapas y líneas de tiempo abiertos a la intervención, así como registros de videos, audios, proyecciones y juegos con cajas de luz, piezas de bordados e infografías. “En todas ellas lo que tenemos es un resumen, un modo de mostrar unas apuestas por tratar de transmitir todo aquello que surgió en estas experiencias de mapeo y de caminata colectiva”, explicó Troya. El trabajo se conformó a modo de que las informaciones no sean “planas”, sino que se proyecten, ocupando el espacio e invitando a las personas a interactuar.

La curaduría, agregó, se presenta también como un proceso de investigación colectivo, a modo de mirar la exposición y generar reflexiones, desarrollar un pensamiento colectivo como una suerte de expresión de conocimiento, recalcando la participación de todos los actores detrás de ella. “Como una colaboración entre miembros de comunidades cuyas prácticas exigen un cierto grado de reflexibilidad y de coteorización”.

Esta curaduría se presenta como una obra en proceso. Pese a ser de carácter procesual inacabado, abierto, no por ello la exposición no toma posición. “En esa apertura, en ese estar inacabado, ese estar abierto, también hay una postura”, anotó la curadora.

Subrayó que en el diagnóstico sobre el hipercentro de Guayaquil surgieron temas cruciales para pensar la ciudad a través del diálogo y las necesidades políticas y públicas desde y para los habitantes. De los más evidentes: la inseguridad, la violencia, el acoso y la discriminación, así como las resistencias, las reexistencias, los espacios comunes y las maneras en que la ciudad nos afecta y la afectamos.

Entre los grupos participantes mencionó a los colectivos Licuadora Gestora y Cuarto Vacío, el equipo de UArtes Ediciones, docentes UArtes como Natalia Tamayo, Pablo Cardoso, Ybelice Briceño, Juan José Ripalda, Luis Páez y Byron Cevallos, ya sea de manera individual o junto a sus estudiantes, y los vecinos que aportaron de manera espontánea.

Espontáneamente también fueron escritos algunos “relatos del futuro”, una sección que se realizó durante el momento del mapeo, la cual no estaba pensada pero que surgió en esa apertura al imaginar futuros posibles para Guayaquil.

La bitácora del proceso investigativo

Alejandra Pinto Cárdenas, quien coordinó el mapeo e intervino este 18 de octubre en la primera mesa de diálogo del 7mo Encuentro, señala que la idea de la propuesta surgió de un colectivo de siete arquitectas, gestoras, artistas diseñadoras, para tratar de comprender, analizar e intervenir la ciudad a partir de otras herramientas que no son tradicionales del urbanismo clásico. Es decir, desde el arte y la cultura.

“La premisa general era comprender cómo la UArtes está impactando a nivel urbano y qué implicaciones tiene este impacto no solo urbano, sino también político, económico, social cultural. De alguna manera, era tratar de obtener distintas miradas para entender el centro de Guayaquil con la Universidad de las Artes”, señaló la arquitecta.

Los resultados, después de varias semanas de caminatas, talleres de socialización, redacción de relatos no previstos, fue la creación de una línea del tiempo que tomó varios hitos expuestos en orden cronológico. Durante esas semanas, además, estudiantes, profesores, público general se acercaron con relatos, fotos o intervenciones de cualquier manera para aportar a la historia colectiva.

Pinto remarcó que la época más intervenida fueron los años 90 hasta la actualidad, década que nos corresponde. “Veían cómo la historia no es lineal. Había muchos hechos que solo se repiten entre ellos; los incendios, las manifestaciones de violencia, opresión, que tienen continuidad”. Destacó, por otro lado, cómo la Universidad de las Artes ha generado dinámicas políticas, sociales, culturales que refuerzan su presencia en el centro e historia de la ciudad.

“La base era salir a caminar poniendo el cuerpo. Caminar acompañados, no solo habitar y dejarme influenciar o afectar por lo que pasa alrededor, pero también cómo los cuerpos afectan esos espacios de lectura y escritura del espacio al mismo tiempo”. No se trataba de una resistencia a relacionarse con el espacio público, sino por la existencia de una infraestructura y unos servicios que están dados a manera de no permitir esa relación. Las arquitecturas, la privatización de espacios, el carrocentrismo, entre más factores.

La escasa o nula presencia oficial de representación de logros de mujeres, sin estatuas o nombres en las calles, publicidad que remarca ciertos roles de enero o la sexualización del cuerpo de la mujer, la falta de accesibilidad a rampas en ciertos espacios, fueron algunos de los temas más importantes de la observación.

Como punto importante de remarcar, es que el mapeo se llevó a cabo tras las manifestaciones del Paro Nacional del pasado mes de julio. Eran claro, explicó, las sensaciones negativas de la ciudad en determinado momento.

La sistematización del mapeo como lo más complejo: “No son conclusiones, son observaciones de personas que hicieron el mapeo, pero no quieren ser conclusiones, sino entender que cada uno tiene experiencia diferente y visibilizarla”. El semáforo de sensaciones, agregó Pinto, importante para espacializar sensaciones de qué tan positiva o negativa se encontraron, para luego volcarlo en el mapeo y da una visión más integral de lo que pasaba.

En la imagen principal, María Fernanda Troya junto a Zaida Muxí (ETSAB-UPC), invitada internacional, quien comentó el recorrido inaugural de la muestra “Construir un nosotrxs”. En las gráficas siguientes varios segmentos de la exposición.

Texto: Carmen Cortez/Daniella Vera S., estudiante de la Escuela de Literatura
Fotos: Tyrone Maridueña/Luisa Pozo, Centro de Producción e Innovación MZ14

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