“El arte perdido en la educación”, documental de la UArtes, UNAE e IKIAM

Publicado por Universidad de las Artes en

La producción propone buscar un cambio en la manera de transmitir la educación, integrando los saberes ancestrales con los conocimientos científicos.  

“El arte perdido en la educación” es el título de un documental que propició, este sábado 26 de octubre, un conversatorio en el auditorio del MAAC, como parte de las actividades de Inter[•]actos-Encuentros Públicos de Artes.

Con el audiovisual se pretende buscar un cambio en la manera de transmitir la educación, integrando los saberes ancestrales con los conocimientos científicos. De la mano del director Javier Collado Ruano, la producción resulta de la colaboración interinstitucional entre la Universidad Nacional de Educación (UNAE), la Universidad de las Artes (UArtes) y la Universidad Regional Amazónica IKIAM. El documental muestra un diálogo entre los conocimientos académicos y los saberes de las comunidades con las que se vinculan estas instituciones académicas. 

La historia artística ecuatoriana nos muestra una gran riqueza ancestral multiétnica, plurinacional e intercultural que se encuentra en cada una de las regiones. Los pueblos de la Costa, con un foco centrado en la incorporación de los afroecuatorianos. La selva amazónica, con el cuidado de la salud basándose en los frutos que la naturaleza les brinda. Y los pueblos de la Sierra, con el agradecimiento a los astros por una buena época.

El arte que se encuentra ligado a las cosmovisiones indígenas permite un cuidado hacia a la Pachamama, del mismo modo un agradecimiento por los frutos que les brindan. La líder comunitaria de Waysi Wasí (Napo) Marlene Andy aduce que “el ayahuasca da buena energía por medio de limpiezas, tomarla evita tener bichos. Son saberes que generaciones antiguas han dejado como enseñanzas, pero que hoy en día los docentes no enseñan”.

La educación tiene muchas alternativas que permiten difundir el conocimiento, pero se ha sobreentendido que el educar debe ser creado dentro de una infraestructura con tecnología de punta y regida por una malla que no abarque el medio social. Este tipo de educar no está mal, aun así se puede “interrelacionar disciplinas diversas, creando una complejidad entre el presente y futuro para así ser creadores y diseñadores de futuros”, señala Ramiro Noriega, rector de la Universidad de las Artes.

El arte muchas veces no ha sido parte de la creación del conocimiento, más bien se lo ha denominado como un espacio de rebeldía y oposición a la repetición de pensamientos. Lo que no se ha mencionado es que el arte ha sido el medio para la resistencia de los pueblos afrodescendientes. “El sonido de la libertad, tocar los instrumentos, bailar marimba es parte de su cultura afroecuatoriana que busca ser reconocido en una sociedad racista, aceptando su cultura como medio de educación”, explica Sonnia España, activista social y emprendedora en el barrio de Nigeria de Guayaquil, donde la UArtes desarrolla proyectos de vinculación con la comunidad.

El documental “El arte perdido en la educación” ya ha sido presentado en universidades de Nueva York, París, Santo Domingo (República Dominicana) y Kiev (Ucrania). En Ecuador, antes de Inter[•]actos, se proyectó -el 16 de octubre- en la Casa de la Cultura de Azogues (Cañar). El 6 de noviembre se verá en la Antigua Escuela Central de Cuenca (Azuay) y la última semana de ese mismo mes en la Universidad de IKIAM, en Tena (Napo). También se lo llevará a las provincias de Azuay, Chimborazo, Manabí, Morona Santiago, Nueva Loja y Pichincha.

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