Samia Maldonado, Kaori Flores y Alexandra Cuesta, “De la idea al formato. Del formato a la obra”

Dos cineastas ecuatorianas y una venezolana descendiente de japoneses fueron las protagonistas de la mesa de diálogo “De la idea al formato. Del formato a la obra” que la tarde de hoy, jueves 24 de octubre, se desarrolló en el auditorio del MAAC, como parte de la programación de Inter[•]actos-Encuentros Públicos de Artes, y que contó con Juan Martín Cueva, director de la Escuela de Cine de la Universidad de las Artes, como moderador.

Por Ecuador, Samia Maldonado y Alexandra Cuesta dieron cuenta de la producción de los documentales “Mindalae” y “Territorio”, respectivamente. La venezolana-japonesa Kaori Flores Yonekura, por su parte, amplió detalles de “Nikkei”, su ópera prima.

Las tres tuvieron algunas coincidencias, sobre todo en la dedicación, la pasión, la rigurosidad y el empeño con los que trabajaron sus productos, pero así también tuvieron particularidades. Samia Maldonado dijo no considerar que “Mindalae” sea una obra de autor como en sus apreciaciones Cuesta y Flores hicieron notar de sus documentales. No lo es, indicó, porque el video documental producido por APAK (Asociación de Productores Audiovisuales Kichwas) se elaboró bajo el concepto de minga, pues todos aportaron, ya sea con material fotográfico o videos. Cuesta también difirió en que mientras los otros productos expuestos tienen un guion, el suyo no, porque no acostumbra a elaborarlos. 

También dijo que, a diferencia de Maldonado y Flores, su obra no cuenta una historia familiar ni es el resultado de una investigación con matices históricos de pueblos y nacionalidades. Su propuesta, eso sí, enlaza retratos de personas y describe al país a través de los contrastes de las escenas.

Aunque en Inter[•]actos las tres directoras presentaron unitariamente sus producciones y contaron, en los foros que se abrieron tras las proyecciones, cómo fueron los procesos de sus trabajos, todas dieron detalles de la realización de sus películas. Kaori Flores Yonekura destacó, además, el tema de la migración, de cómo sus ancestros llegaron de Asia a Latinoamérica y de cómo vivieron ese periplo. La cita con las cineastas resultó emotiva y enriquecedora. El público preguntó y opinó. “Al final nos vamos con muchos aprendizajes”, comentó una estudiante de Casa Grande que acudió a la mesa de diálogo.