Cecilia Alvarado acudió a la Feria Libre Libro 2021 motivada, según contó, porque en las anteriores ediciones ha encontrado obras de autores que leyó en su etapa colegial y que después buscó y no halló. Se dejó enganchar y seducir también por los títulos y sus autores, nacionales y extranjeros; reconocidos unos, menos populares otros.

En este miércoles 17 de noviembre de 2021, segundo día de la VII edición del encuentro de editoriales independientes organizado por la Escuela de Literatura de la Universidad de las Artes, el ir y venir del público fue creciendo. Alvarado, licenciada en Comunicación Social, fue una de las que asistió y se emocionó por el escenario de la feria.

El primer piso del patrimonial edificio que originalmente fue el Banco de Descuento y hoy la Biblioteca de las Artes (Aguirre y Pichincha, esquina). Allí está la feria de Libre Libro y allí se desarrollan también las charlas, los conversatorios y las presentaciones de obras de autores locales, que en este año suman nueve. El número de editoriales independientes y librerías provenientes de varios sitios del país es 19.

Hasta este viernes la feria estará abierta de 10:00 a 18:30. El sábado 20, que es cuando finalizará, lo estará de 10:00 a 15:00.

Igualmente recorriendo cada uno de los stands estuvo Renata, joven universitaria que no había asistido antes a Libre Libro y que ponderó el bajo costo de los ejemplares en exposición. Ella buscaba textos sobre filosofía, aunque había otros de poesía, novela, ensayo e investigación que llamaron su atención. La variedad de géneros literarios le pareció tan increíble como el repositorio de la UArtes. “No pudieron escoger mejor lugar”, comentó.

También por primera vez recorría la feria Kelly Almeida, quien confesó había ido a la Biblioteca de las Artes para participar en su Taller de Braille, que se inició el 16 y concluirá este 19. Que aprovechó, dijo, mientras miraba en el stand de UArtes Ediciones la portada de El discurso antillano.

Atendiendo el espacio de la editorial de la Universidad de las Artes estaban Karen Macías y Melina Soriano, estudiantes de la Escuela de Literatura. Coincidieron en que era la primera experiencia en el evento y resultaba nutritivo ver tantas editoriales independientes. Al consultarles sobre lo que promocionaban hicieron la respectiva demostración: colecciones de ensayos literarios, científicos e investigativos; números de la revista académica Fuera de Campo; novelas cortas y poemarios, como El ciclo de las piedras, de Mónica Ojeda; y, CD´s de trabajos sonoros.

De Garaje de Libros Sándor y Sandino, Adriana Luna contó que disponían de textos sobre psicología, arquitectura y educación financiera, además de novelas clásicas, poesía, ensayos e historias. Que estaban por vez primera en Libre Libro y que la acogida del público era muy buena.

Por Corredor Sur estaba Matías Tello, quien, no obstante, tenía mayormente libros de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), cuyo centro de publicaciones está en Quito, y de la editorial La Caída, que a Libre Libro llegó con varios libros para presentar. Él mostró colecciones de autores nacionales, como Fernando Nieto Cadena, Sonia Manzano e Ileana Espinel, y de entre los géneros: novelas, ensayos, filosofía, ciencias sociales.

De la Editorial Insurgente del Colectivo Desde el Margen se pueden leer, entre otros, títulos como Escupamos sobre Hegel y otros escritos sobre liberación femenina, de Carla Lonzi; Compañeras. Historias de mujeres zapatistas, de Hilary Klein;y, Cartas para la manada, de Cecilia Solá; así como folletos y compilaciones de feminismos populares.

Andrea Reinoso señaló que la editorial es de Quito, que el colectivo trabaja desde la autonomía de los pueblos y que se autogestiona con Insurgente. “Son libros artesanales, de pensamiento crítico, feminismo, memoria, luchas sociales. Es la primera vez en la feria, visitando Guayaquil como editorial”, indicó e invitó a la gente a ir y ver los libros, a conversar porque hay muchas razones por las cuales hay que juntarse y seguir en la lucha como movimiento social.

La propuesta de la editorial y del colectivo es regresar al libro físico, pues la pandemia volcó a casi todo el mundo, sobre todo a jóvenes, a sus celulares y otros dispositivos tecnológicos. “Tenemos tres líneas generales de trabajo: el feminismo y transfeminismo con la colección El miedo cambió de acera, que recupera voces de América Latina en cuanto a la lucha de mujeres y diferencias exogenéricas. Difundir y resistir, que son teóricos de América Latina y Europa, que hemos impreso para traer a estas discusiones. Y Memorias, con no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos, que recupera las luchas desde los 80 de los movimientos sociales de América Latina”, reveló Reinoso.

La Casa Morada exhibe en su lugar, entre otros, Esas criaturas, Monstruos, Un hombre futuro, Nefando… obras de varias editoriales. Anirys Sabagay, estudiante de segundo semestre de Literatura, celebró la asistencia del público desde el día de la inauguración de Libre Libro.

Del Fondo de Cultura Económica (FCE) se aprecian obras como Mi país inventado: Un paseo nostálgico por Chile, de Isabel Allende; A nuestros amigos, de Comité Invisible; La sociedad descolarizada, de Iván Illich. Y de Malla Educación libros de textos escolares evaluados por universidades y certificados por el Ministerio de Educación; son mayormente de Plan Lector para todo público, en especial niños y adolescentes, indicó Angie Montesdeoca.

Ágora Libros y Textos, Editorial Blanca, Bookish, Caleidoscopia, Editorial Crímenes en Venus, Librería El Fauno Verde, Escuela Alfabeta, Merries, Grupo Mono Cómics, Repediciones, Recodo Press y Rimana Cómics son otras de las editoriales y librerías independientes participantes.

Texto: Carmen Cortez
Fotos: Nikita Félix Galarza

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