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Del área administrativa, Emilia Moreno habló de los inicios de la Universidad de las Artes, a la que se sumó en 2014

“Cuando con algunos compañeros llegamos a la Universidad de las Artes seguía siendo solo una idea, porque aún estaba todo por construirse”. Emilia Moreno Posligua, quien labora en el área administrativa de la UArtes, inició así su intervención en la sesión solemne por los 10 años de nuestra institución, por ser una de las funcionarias fundadoras.

Emilia Moreno recordó también las reuniones “con ministros, equipos de la presidencia y demás, quienes nos mostraban maquetas, proyecciones y planos de lo que un día sería el campus urbano de la UArtes, pero en ese instante, nosotros solo podíamos hacer uso de estos tres pabellones del edificio de la Gobernación”.

En septiembre de 2014, indicó, al tratar de organizar la segunda Nivelación que dio la Universidad de las Artes, “encontramos oficinas casi vacías… y todo por hacer. Al recordar ese año –ese primer año–, vinieron a mi mente muchas anécdotas que hoy parecen increíbles: Recuerdo que, junto a los pocos docentes y los pocos administrativos –que no éramos más de 20 personas en total– llegamos durante varios días a las 5 de la mañana para inscribir a los y las estudiantes que deseaban ingresar a esa segunda Nivelación, quienes a esa hora ya habían formado una larga columna, aquí mismo, en el Pasaje Illingworth”, expresó Emilia Moreno refiriéndose al lugar donde se desarrolló la sesión solemne.

Dijo recordar también que, en esa misma época, visitaron el patrimonial edificio El Telégrafo, “que se encontraba en condiciones terribles, con los techos dañados y filtraciones de agua, con la promesa de que un día ese sería para la administración de la Universidad de las Artes, algo que en ese instante parecía tan lejano e irreal, una tarea titánica”.  

Asimismo, hizo memoria de la pequeña biblioteca de la Universidad de las UArtes, la cual funcionaba en el primer piso alto del pabellón Araceli Gilbert, también en el Palacio de la Gobernación. “Todos los libros que se tenían cabían en unas pocas estanterías”.

Contó que al vincular docentes extranjeros o de otras ciudades para que impartieran clases en esa segunda Nivelación debía irlos a recoger al aeropuerto en un taxi y traerlos a la universidad. “Anécdotas como estas podría contar muchas más, sin embargo, al mirar atrás, al recordar esos primeros años, es inevitable preguntarme si en esos momentos quienes nos íbamos sumando al equipo de la UArtes, teníamos clara la responsabilidad histórica que estamos asumiendo, al ser parte de la primera Universidad de las Artes del Ecuador. Quizás no, quizás esa responsabilidad la hemos ido asimilando y asumiendo con el pasar de los años”.

Hemos comprendido, subrayó, la importancia de que este proyecto educativo se haya desarrollado en una ciudad como Guayaquil. “El impacto sustancial que hemos generado en la comunidad con el arte, desde el arte y a través del arte. El aporte invaluable de haber restaurado edificios patrimoniales de esta ciudad. Ofrecer a la ciudadanía servicios y espacios como la Sala Ría, las distintas librerías, la programación de cine, conciertos, exposiciones y demás, lo cual marca, definitivamente, una relación inquebrantable con la comunidad”.

La Universidad de las Artes empieza a posesionarse, además de una institución de educación superior, en un espacio de producción “y nuestros estudiantes, exestudiantes y docentes están cada vez más presentes en la escena artística y cultural del país y del mundo”.

Hoy, al mirar estos casi 10 años de trabajo, todos podemos ver que esa idea inicial de lo que sería la Universidad de las Artes es una realidad. “Como bien mencionaban las autoridades días atrás, quizás aún estamos en un proceso de institucionalización, sin embargo, no es menos cierto que los logros alcanzados en estos 10 años son muchos y muy significativos. Tampoco es menos cierto que ha sido un arduo camino y, por eso, estoy segura de que todos sentimos y atesoramos cada logro conseguido. Sin temor a equivocarme puedo asegurar deque los retos que nos esperan serán aún mayores y más grandes y en la misma proporción serán nuestras victorias y éxitos. ¡Vamos por 10 años más!”, concluyó Emilia Moreno.

Foto:En la foto de portada, Emilia Moreno junto al rector William Herrera, quien le hizo entrega de una placa conmemorativa.

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