Orientada a visibilizar el olvido, apropiándose su autor de elementos domésticos que con el tiempo se van deteriorando. Juan Luis Navas Monares, hoy licenciado de la Escuela de Artes Visuales, de la Universidad de las Artes, indica así el contenido y los propósitos de su trabajo de tesis, a la que tituló “Inmemorial” y tuvo como tutor al docente Pedro Mujica.
“Como artista visual me centré en crear una serie de instalaciones partiendo desde la autobiografía, donde el objeto ausente y la huella funge como un vehículo que indaga distintos relatos de pérdidas”, explica.
De vital importancia para él, Julio Navas señala que propuso el tema porque hay aspectos de los recuerdos que son frágiles frente al pasado, y esa pérdida de relatos descansaba en las fotografías y videos familiares que se presentaban difusos en la propuesta. Todo el proyecto, agrega, presentó una realidad común, “un mundo posible que nos permite asimilar la ausencia entre la presencia, es decir, un mundo concentrado en una historia inútil e intrascendente como la mía, que a nadie interesa y que es posible ser ignorada, tal cual como los objetos que muestro en este proyecto; recuerdos que tienen su tiempo de caducidad, como un frasco de café, la memoria perderá fidelidad como un casete de audio. Por más moderno que se presente en la actualidad quedará desplazado tarde o temprano al olvido, como una información borrada en el CD”.
Todo el proceso de selección que realizó lo llevó a reflexionar en lo desconocido de todas las historias que hay detrás de esos objetos, manifiesta el recién titulado licenciado de la UArtes. Añade que desarrollar su trabajo le tomó cerca de tres meses y que, como recursos y herramientas, utilizó programas de edición de video y sonido. “En otras obras utilicé programas de edición fotográfica para intervenir cada una de las fotografías y presentar todas las obras en un espacio cotidiano”.
Para los miembros del jurado de tesis, su proyecto estaba bien elaborado y fundamentado. Le recomendaron, no obstante, poner en su texto algún referente pertinente, como Marcel Duchamp, ya que su proyecto se sirve del readymade y el artista francés es el padre de ese concepto. “Él consideraba que el poder simbólico de la obra se halla en la idea, la cual va más allá de la propia materialidad, privilegiando el concepto”.







