Aspy Band presentó en la UArtes su álbum “Cara de pollo”; se fusionó con la Orquesta de Cámara del colegio República de Francia

Juan Diego Navia (voz y guitarra) y Sebastián Mancilla (batería), estudiantes de la Escuela de Artes Sonoras de la Universidad de las Artes, son junto a Daniel Trujillo (diseñador gráfico, bajo y coros) y Andrew Lau (segunda voz, guitarra rítmica y teclados) integrantes de Aspy Band, una innovadora agrupación musical ecuatoriana que ha captado la atención del público no solo por su estilo único y energía contagiosa, sino por llevar a la práctica la frase “todo es posible”, convirtiéndose en la primera banda asperger, pues todos sus miembros tienen el síndrome.

La noche del pasado 7 de agosto, Aspy Band organizó un concierto en vivo para presentar “Cara de pollo”, su primer álbum. Tuvo lugar en el espacio Malakita, ubicado en el Pasaje Illingworth del antiguo Palacio de la Gobernación, sede matriz de la UArtes. Allí el grupo compartió escenario con la Orquesta de Cámara del colegio República de Francia, cuya dirección estuvo a cargo del maestro Manuel Mendoza; en los arreglos, Luiggi Vera.

La intervención fue propuesta para fusionar la música académica con el rock. Así, instrumentos clásicos como el violín, la viola, el violonchelo y el contrabajo se combinaron con la energía de la guitarra eléctrica, el teclado, la batería y el bajo, brindando a los espectadores una presentación memorable.

“Cara de pollo” es una propuesta con la que Aspy Band expresa su creatividad y conecta con la audiencia con letras divertidas y pegajosas. Pasó, además, de interpretar temas de sus agrupaciones preferidas a crear sus propias composiciones. Previo al lanzamiento, la banda hizo campaña en redes sociales para generar expectativa entre sus seguidores, compartiendo adelantos de la presentación, así como escenas de la grabación. Notorio fue el disfrute del público con cada interpretación.

Constaron en el repertorio de Juan Diego, Sebastián, Daniel y Andrew el tema que da nombre al álbum, así como “La chica que siempre soñé”, “Tus malas letras”, y “Descontrol”. “Cara de pollo”, el álbum, no solo marca un hito en la carrera de Aspy Band, sino que también reafirma su compromiso con la creación de música que transmita mensajes positivos. Sus integrantes planean seguir explorando el rock y sus variantes, siempre con el propósito de inspirar a una comunidad más amplia, especialmente quienes comparten su condición de vida.

Como grupo, Aspy Band se formó en 2019 durante una terapia dirigida por Elisa Andrade, madre del tecladista. Desde el inicio se marcó la misión de romper barreras y mostrar que “todo es posible”, descubriéndose a través del talento. Durante la pandemia, anotan los músicos, enfrentaron el desafío de no contar con instrumentos físicos y el equipo necesario para ensayar y producir música. Lo que hicieron, entonces, fue utilizar medios digitales, como teléfonos celulares y computadoras. Todo con tal de continuar con su práctica musical.

Esta solución, sin embargo, no fue perfecta, pues se hallaron con dificultades como la latencia de sonido, que es el retraso que ocurre cuando el audio se transmite a través de internet. Esto resultó particularmente complicado para el baterista, encargado de mantener el tiempo en la música. La sincronización entre los miembros de la banda fue un reto, pues el sonido que escuchaban llegaba con un pequeño, pero significativo retraso, complicando la práctica y cohesión del grupo.

Aspy Band no se dio por vencida y siguió ensayando con lo que tenían, utilizando metrónomos y ajustando sus prácticas para compensar la latencia. En 2021, gracias a una campaña y al apoyo de colaboradores, el grupo logró adquirir los instrumentos necesarios, permitiéndole mejorar significativamente la calidad de sus ensayos y la producción de su música.

Los integrantes de Aspy Band han tenido otras presentaciones en la UArtes, como el V Encuentro de Niños y Niñas en las Artes, cuyas jornadas se desarrollaron en la Sala Ría de la Biblioteca de las Artes en junio pasado.

Canciones, música e influencias

El grupo tiene un enfoque colaborativo y creativo al componer sus letras, las cuales reflejan tanto su vida cotidiana como sus inquietudes y emociones. El proceso comienza a menudo de manera espontánea: uno de los miembros puede tocar un riff en la guitarra o tener una idea melódica, y esto sirve como punto de partida para la creación de una nueva canción. Los demás integrantes se suman a esta base musical y juntos van improvisando y desarrollando la estructura de la canción.

En cuanto a las letras, Aspy Band se inspira en diversas fuentes. A veces de experiencias personales, preocupaciones sociales o situaciones amorosas, así como hechos cotidianos. La banda valora la creación de mensajes positivos y constructivos en sus canciones, rechazando la vulgaridad o cualquier apología de los vicios que dañan la salud, como el alcohol o las drogas.

Las influencias musicales también juegan un papel importante en este proceso. Inspirada por grandes nombres del rock y el metal, como Queen, Nirvana, Metallica y The Beatles, Aspy Band busca emular la energía y la emoción de estos grupos, pero siempre adaptando estas influencias a su propio estilo y mensaje. El resultado es un conjunto de canciones para no solo entretener, sino transmitir mensajes de superación, amor y cuidado por el planeta, motivando a quienes las escuchen, especialmente a la comunidad de la neurodiversidad.

Un diagnóstico no es un pronóstico

Una de las ideas más poderosas que Aspy Band transmite es que “un diagnóstico no es un pronóstico”. Saber que se tiene el síndrome de asperger no significa un futuro predeterminado o limitado. Al contrario, es una oportunidad para demostrar al mundo que, con determinación y apoyo, cualquier cosa es posible. Este mensaje es central en su música y en su existencia como banda: no importa cuáles sean los desafíos, siempre hay una manera de seguir adelante, de aprender y de crecer.

Dirigiéndose directamente a otras personas que comparten su condición, Aspy Band ofrece un consejo lleno de esperanza y motivación: “No se den por vencidos, nunca es tarde para aprender a tocar un instrumento, o aprender a cantar”. Enfatiza la importancia de buscar un buen maestro, como lo hicieron sus integrantes con Elisa Andrade, quien no solo les enseñó música, sino que los ayudó a descubrir sus talentos y a creer en sus capacidades.

Aspy Band también ofrece clases de música y se puede contactar a sus miembros a través del correo electrónico aspyband.ecuador@gmail.com. A los padres y familiares de personas con asperger o con cualquier tipo de neurodiversidad, sus miembros señalan la importancia de brindar apoyo y paciencia para superar barreras.

Recalcan estar comprometidos con transmitir buena vibra y energía positiva a través de la música. Sus canciones están diseñadas para ser un refugio de buenas emociones, alejándose de temáticas que promuevan la violencia, el uso de drogas o el alcohol. Aspy Band quiere que sus canciones sean un faro de positividad, motivando a su audiencia a unirse a su movimiento para crear un mundo mejor y equilibrado para ahora y las siguientes generaciones.

Texto y fotos: Eleinn Rivera, estudiante de la Escuela de Literatura UArtes.

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