Con el lema “tejiendo comunidades”, el proyecto de vínculo con la sociedad Bibliotricimoteca Vol.3 convirtió al parque Junín de la ciudadela Ferroviaria, ubicado en el Malecón del Salado, en un espacio de unidad y arte. Lo hizo el pasado 26 de octubre con las jornadas artístico-culturales “PazArteAlegría”, para el que contó con el acompañamiento de las organizaciones Misión Alianza y el Museo Casa de los Títeres.
“PazArteAlegría” reunió a personas de todas las edades desde las 09:30, llenando de energía el malecón con varias propuestas. Hubo teatro, recital poético, música, danza, mediación lectora y artes visuales. El inicio lo marcó la Batucada Terra Nueva, dando paso al colectivo Libido Pánico, con Panki: números clásicos; Circo para dos, con malabares; el Teatro Monte Sinaí; el fragmento “De aves y otras historias”; las lecturas “Relatos y poemas desde la memoria”; la Comedia de los Nadies; y Guillerno Argudo, con un show de magia. En lo musical, Coro Ánima, Ritmo legendario y Escala Sur.
Marcelo Leyton, docente y director del proyecto “Bibliotricimoteca Vol. 3”, dio la bienvenida a la audiencia, anotando que el espacio público no es un territorio, sino un espacio para tejer comunidades, lugares que también se mueven. “Queremos que este sea el inicio de un trabajo conjunto y que se abran más puertas para eventos como este”, afirmó para iniciar una jornada artístico-cultural cargada de sorpresas.

Marina Salavarezza, representante del Museo Casa de los Títeres, resaltó la importancia de contar con estos espacios para la comunidad. “Este lugar lleva muchos años en la ciudad y, a pesar de las crisis locales y la pandemia, celebramos esta oportunidad de integración. Hoy, más que nunca, quiero agradecer a Marcelo y al público por estar aquí presente, pues demostramos que tenemos la fuerza y el deseo de seguir adelante”.
A lo largo de la jornada, diversos colectivos y artistas se sumaron con sus talentos y mensajes de inspiración. El Grupo Teatro Monte Sinaí abrió la jornada con la obra “Escenas cotidianas”, a la que el público se conectó inmediatamente, pues identificó cada fragmento con la realidad actual. Al concluir, Tatiana Magallán, una de sus integrantes, compartió a manera de testimonio cómo surgió la agrupación y agradeció la oportunidad de presentarse en los espacios públicos.
El coro Ánima, conformado por adultos mayores, interpretó una serie de canciones que recordaron la importancia de celebrar la vida. “Nuestros integrantes han fortalecido sus ganas de vivir a través del arte”, dijo la docente UArtes Yanella Duarte, su directora, a un público que no dejó de aplaudir al ritmo de las canciones y corearlas.

Johanna Chevez, educadora y representante de Batucada Terra Nueva, manifestó a los presentes la realidad de los barrios de Guayaquil: “La situación actual ha hecho que los jóvenes busquen espacios para expresarse. Estamos en zonas como Suburbio, Socio Vivienda, Bastión Popular e Isla Trinitaria. Tenemos el objetivo de seguir adelante con el arte y mientras más personas se sumen, más oportunidades tendremos para la formación de líderes”.
La jornada incluyó la lectura de relatos y poemas desde la memoria, a cargo de los alumnos de la Escuela de Literatura Jorge Arévalo y Michael Medina, quienes compartieron textos con temáticas universales como el amor, la familia y el recuerdo de cada uno de los talleristas.
Hubo también un espacio para el humor y la reflexión con la participación de Daniel Vallejo y Marcelo Cruz. Su acto incluyó malabarismo, comedia y un mensaje para los presentes: “Quiero un país donde llegue el arte y no se vaya la luz. Quiero un país digno, lleno de sueños y no perforado por las balas”, expresó, recibiendo calurosos aplausos.



María José Icaza, directora de Vinculación con la Sociedad UArtes, reflexionó sobre la importancia del espacio público: “Para nosotros es fundamental estar aquí y recordar el derecho que tenemos al abrazar el espacio público, a la cultura y a la educación artística. Celebramos que nuestros compañeros del arte se empoderen de estos espacios, promuevan y fortalezcan las artes”, manifestó, resaltando el compromiso social que el arte debe tener con el entorno.
Casi al término de la jornada se propició un emotivo recorrido hacia un mural creado en una parte del Museo de la Casa de los Títeres por los estudiantes de la Escuela Artes Visuales William Mena, Verónica Mora y Marcela Silvestre junto con quienes participaron en sus talleres. Ellos crearon imágenes alusivas a la niñez y la esperanza. Al ritmo de la canción “El tren al cielo” que entonó el grupo musical Escala Sur, el público formó una fila y avanzó hacia la obra, contemplando con emoción una propuesta símbolo de la unidad.
Aunque el corte de energía se registró antes de que terminará el evento, los presentes no se desanimaron, al contrario, hubo incluso voces que coincidieron en la idea de que “cuando el mundo está en crisis, el arte es lo único que perdura”. Ecuador se encuentra en un contexto de apagones, pero el pueblo ecuatoriano es como una flama viva que no se apagará.

Texto: Michael Medina Chalco, estudiante de la Escuela de Literatura.
Fotos: cortesía del docente Marcelo Leyton, director del proyecto de vinculación con la sociedad Bibliotricimoteca Vol.3.







