“Pensamos pertinente invitar a un autor que viene del otro lado del mundo, donde se vive una guerra sin sentido, para dialogar cómo tan lamentable situación se ve representada en la literatura infantil contemporánea palestina”. María Alejandra Zambrano, directora de la Escuela de Literatura de la Universidad de las Artes, lo señaló antes de que arrancará la X edición de Libre Libro, Encuentro de Editoriales Independientes, y lo ratificó en su inauguración. La participación del doctor Loaay Wattad fue la charla magistral de la cita, alineada al plan estratégico de la universidad: trabajar en la cultura de paz.
Se realizó ayer, jueves 7 de noviembre, en la segunda jornada de Libre Libro (el encuentro arrancó el miércoles 6 y concluirá este sábado 9), en la Plaza Pública del MZ14 Centro de Producción e Innovación. La ponencia de Loaayu Wattad señaló que la literatura infantil palestina presenta el vuelo como un camino multifacético hacia la liberación, inspirando a los jóvenes lectores a imaginar un futuro libre de restricciones físicas, sociales o tecnológicas. Un tema, dijo, que sirve como un recordatorio de que, incluso frente a obstáculos abrumadores, el espíritu siempre puede elevarse por encima de ellos.
El doctor Loaay Wattad inició su disertación indicando tener la seguridad de que los presentes sabían que de la región de donde arribó al país vive una tragedia larga y continua. “Algunos podrían pensar que comenzó el pasado octubre, hace un año y un mes, pero la realidad es que esta tragedia ha persistido durante mucho más tiempo, con un enorme costo”.
Que creció enfrentando el muro de separación, experimentando de primera mano la división entre Israel y Palestina y el profundo impacto de los eventos allí. Centrándose en el tema a tratar, anotó que la literatura infantil palestina no está desconectada de la situación actual, al contrario, en su opinión, está en el centro de ella porque moldea la cultura y la perspectiva de las futuras generaciones. A continuación, un extracto de su ponencia:
“Una de las imágenes más poderosas en la literatura infantil palestina es la del vuelo sobre el muro de separación. Este es quizás el ejemplo más impactante y literal de usar el vuelo como un medio para desafiar las fronteras físicas. Pero este tema se extiende más allá del propio muro. En estas historias, los muros y las fronteras representan obstáculos, tanto físicos como simbólicos. El vuelo se convierte en una herramienta subversiva en estas narrativas, una forma empoderadora de transformar barreras en espacios penetrables.

“Junto a estas barreras físicas, también hay un elemento simbólico en juego. Los niños en estas historias, a través de sus viajes imaginativos, encuentran criaturas mágicas: dragones, Pegasos y hadas, seres que desafían los límites y vuelan por encima de los obstáculos. Estas criaturas actúan como guías, ayudando a los jóvenes lectores a imaginar un mundo donde el movimiento es ilimitado y la libertad es tangible. Pero el poder del vuelo no se limita a seres míticos. En estas historias, símbolos ordinarios de la libertad, como las cometas y las mariposas, también juegan un papel importante.
“La liberación geográfica o nacional es central en el tema del vuelo. El acto físico de volar sobre las fronteras, especialmente el muro de separación, desafía directamente las restricciones externas impuestas al movimiento palestino. (…) El vuelo también cuestiona el dominio tecnológico militar. Las historias que presentan el vuelo critican sutilmente el poder asociado con la aviación militar avanzada, en particular la de la Fuerza Aérea Israelí. En estas narrativas, el vuelo se recupera de su asociación con el poderío militar, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y poder no violento”.
El doctor Loaay Wattad señaló, entonces, que exploraría en profundidad las tres formas de liberación, compartiendo ejemplos que ilustraron cómo cada una se retrata en la literatura infantil palestina.
Liberación de género
Cuando emergen perspectivas feministas que conectan lo político con lo socio-género de una manera principista dentro del libro, vemos una expresión de la liberación de género. En este sentido, aparece una crítica interna que apunta al discurso del poder y el patriarcado reflejado en las relaciones desiguales entre los géneros. Un ejemplo destacado de esta crítica aparece en el libro “La T atada vuela” (Ibtisam Barakat y Husni Radwan, 2011), que aboga por liberar las letras del idioma árabe de las cadenas del poder y la coerción.
De manera similar, el vuelo y la liberación de las restricciones en el contexto de género también aparecen en “La mariposa de Nazaret” (Nabila Espanioly y Abdullah Qawariq, 2020), que cuenta la historia de la poeta palestina May Ziadah (1886-1941), oriunda de Nazaret. En la historia, el lenguaje y la poesía de Ziadah, mientras dominaba nueve idiomas, le permitieron volar por los cielos del mundo árabe y superar las muchas limitaciones que enfrentó, a pesar de su compleja biografía psicológica. A lo largo del libro, May se muestra uniéndose a hadas y mariposas en vuelo, una metáfora de su liberación.

Liberación geopolítica
En los libros donde el vuelo toma el escenario principal, otra forma de liberación que se vuelve central es la liberación geopolítica, que conlleva una aguda crítica a las fronteras de Israel, que suprimen la libertad de movimiento de los palestinos, así como a las fronteras internacionales en general. En estos libros, la mayor parte de la crítica se dirige al muro de separación y a la supresión de la libertad de movimiento de los niños palestinos.
Otro libro que presenta tal liberación es “Las Amapolas” (Ghazza Younes Al-Azza y Yusef Qatlu, 2012), donde las mariposas llevan a la niña Layla y vuelan con ella sobre el muro de separación para visitar el valle de Jezreel, el Carmelo, Haifa y otras aldeas y ciudades palestinas “detrás del muro”. Uno de los mensajes significativos del libro es que las amapolas crecen a ambos lados del muro y sirven como una metáfora conocida en la cultura palestina para representar la sangre de los mártires (Satik, 2015; Abufarha, 2013).
En “El dragón de Belén” (Huda El Shawwa, 2017), el niño Khadr emprende un viaje a lomos de un dragón y al volar sobre el muro aprende sobre la geografía de Palestina y visita iglesias y mezquitas antiguas que narran la historia de la sociedad palestina.
En la historia “Iman y la cometa” (Dima Sahweil, 2008), la narrativa se traslada a Gaza, contando la historia de una niña que sueña con escapar del asedio (que comenzó un año antes de la publicación del libro). La historia se abre con una referencia al Festival de Cometas de Gaza, y la niña, Iman, crea una cometa y flota sobre la Franja de Gaza con ella, alcanzando la tierra de los sueños. En las ilustraciones del libro, tanques, barcos de guerra y cercas rodean Gaza desde todas las direcciones, reforzando el asedio.
Liberación de la tecnología militar
La tercera forma de liberación mencionada en estos libros es la liberación tecnológica. No de una liberación de la tecnología en general, sino de las tecnologías de aviación armada, representadas por aeronaves militares. El miedo a los helicópteros y su representación como enormes monstruos se repite en los libros, sirviendo como una aguda crítica a la ocupación y al ejército israelí, con un enfoque específico en la Fuerza Aérea.

El doctor Loaay Wattad citó el libro “El helicóptero” (Zakaria Muhammad y Bashar Al-Haroub, 2003), donde el niño Amjad presencia cómo un helicóptero Apache bombardea una casa cerca de la suya, y por la noche, sueña con el mismo helicóptero persiguiéndolo. Amjad intenta escapar, escondiéndose cerca del muro, en su casa e incluso saltando a un pozo, pero dondequiera que va, el helicóptero lo encuentra y lo amenaza. Al final del libro, Amjad se despierta y decide construir una cometa y hacerla volar en el cielo. El acto de volar la cometa por encima del helicóptero Apache se muestra claramente en la ilustración, dando a Amjad la confianza de que puede superar al helicóptero.
En otro libro titulado “Doom Dom Dom” (Kawthar Saeed y Manar Nairat, 2016), la historia sigue a un niño llamado Adam que vive en “la tierra/ciudad más hermosa”, pero está profundamente preocupado por su tierra natal debido a la guerra. Un día, Adam se despierta al ver aviones de combate bombardeando la ciudad. En el libro, la ciudad no es nombrada ni se le da una identidad concreta, solo se menciona con el término genérico (Balad – Ciudad, Tierra).
Adam cierra los ojos con miedo, y un unicornio alado y colorido aparece ante él y lo lleva en un viaje por los cielos de la ciudad, utilizando el cuerno para disparar haces de luz colorida, que transforman las bombas lanzadas por los aviones en flores que caen al suelo y sobre los edificios arruinados.
Mientras que en “El helicóptero” se menciona explícitamente desde el principio que el Apache es un helicóptero israelí, y la cometa está claramente pintada con la bandera palestina, “Doom Dom Dom” aborda el tema de la guerra de una manera más compleja y abstracta. El libro no especifica que Adam sea un niño palestino o que los helicópteros sean israelíes, y el protagonista Adam tiene un nombre muy genérico que no revela nada sobre su identidad cultural o nacional. Esta abstracción de la lucha palestina en la historia puede deberse al hecho de que el libro fue publicado dentro de la Línea Verde, en la aldea de Kafr Qara.
Este tema de la liberación de la tecnología militar en la literatura infantil palestina refleja la relación ambivalente con la aviación como una fuerza tanto de progreso como de destrucción.
Vuelo y nacionalismo
Junto con la liberación, otro tema poderoso en la literatura infantil palestina es el del nacionalismo y el patriotismo, expresado principalmente a través del simbolismo del vuelo. Esto aparece en dos formas principales: el nacionalismo palestino y el panarabismo.
La bandera palestina es un símbolo recurrente, que a menudo se muestra como parte de la solución en estas historias. En “El helicóptero” una cometa con los colores de la bandera palestina se eleva por encima de los helicópteros Apache, simbolizando la resiliencia. De manera similar, en el libro “En un espacio”, niños de ambos lados del muro de separación vuelan cometas que se encuentran en el cielo, creando un “espacio” compartido que une el muro. Este espacio aéreo compartido representa la unidad, conectando a los palestinos a través de tierras divididas.
Otra representación clara de este tema se encuentra en “La historia de una bandera”, donde una bandera transparente viaja por campos, recolectando colores de flores y animales en el camino hasta que se convierte en la bandera palestina. Este viaje, que culmina en la creación de la bandera, simboliza la solidaridad y la conexión con la tierra, mientras que las ilustraciones de otras banderas árabes evocan un sentimiento panarabista más amplio, retratando una identidad árabe unificada.
Para concluir, el expositor anotó que la literatura infantil palestina aborda de manera única los temas del realismo mágico y la literatura poscolonial, entrelazando estos géneros en un marco poderoso. En el contexto del realismo mágico, a menudo retrata soluciones fantásticas a luchas reales, como superar muros y fronteras. Historias como “Las Amapolas” y “La mariposa de Nazaret” usan mariposas para levantar a los personajes por encima de los muros, simbolizando una simple y elegante resistencia a las barreras físicas.
Las cometas juegan un papel similar, pero enfatizan más la agencia. En “El helicóptero” y “En un espacio”, el niño protagonista construye y vuela una cometa sobre las fronteras, participando directamente en la lucha con un sentido de poder personal.
En la literatura infantil palestina el vuelo simboliza no solo un medio para superar barreras, sino también refleja un profundo anhelo de agencia, dignidad y conexión con la tierra y la identidad. Al mezclar elementos de realismo mágico y crítica poscolonial, los autores palestinos crean narrativas que hablan de la resiliencia del espíritu humano frente a desafíos profundos. Estas historias empoderan a los niños para imaginar realidades alternativas, fomentando un espíritu de desafío y esperanza que trasciende fronteras y reimagina posibilidades para el futuro.
El doctor Wattad concluyó su charla con una cita de “La luz azul” de Hussein Al-Barghouthi: “Necesitamos una imaginación amplia para un mundo estrecho”.
Texto: el ponente invitado dio la charla magistral en inglés y se compartió un código QR que lleva a un texto traducido al español de su contenido.







