Manabí nos es muy querida por los muchos estudiantes y profesores que son de esta provincia, los proyectos y el trabajo colectivo que se ha venido realizando, dijo Pablo Cardoso, director del Observatorio de la Universidad de las Artes, en la presentación que hizo del conversatorio “Mesa de actores del ecosistema cultural de Manabí”, la segunda actividad del primero día del 5to Encuentro de Políticas y Economía de la Cultura organizado por la UArtes en Manta y Portoviejo, conjuntamente con varias instituciones culturales, seccionales y de educación superior manabitas.
Agregó que el objetivo de la cita es establecer un diálogo entre los distintos actores que tejen el ecosistema cultural de Manabí. Señaló también que terminado el conversatorio se daría el acto inaugural de la cita y una presentación artística en la explanada del MAC que combina actores docentes, investigadores y artistas de la UArtes con actores locales: la Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de la alcaldía de Manta.
El director de la Casa de la Cultura Núcleo de Manabí, un gran aliado en el diseño, la organización y la concepción del encuentro, moderará el conversatorio, anunció Cardoso, agradeciéndole la acogida. Fidel Intriago hizo lo propio, destacando el trabajo de la UArtes y del equipo del Observatorio en la realización del encuentro.
Intriago agradeció también por “voltear la mirada hacia Manabí” con un encuentro itinerante que inició en la Universidad de las Artes, en Guayaquil, llegó a Quito y Cuenca, “y hoy estamos acá, contentos y agradecidos de ser incluidos en la discusión nacional del quehacer cultural y del ejercicio de las políticas públicas y de los derechos culturales”.

El director de la CCE manabita también manifestó su gratitud “a las instituciones que pusieron su grano de arena para llenar esta playa por la cual pisaremos estos cuatro días (del 19 al 22 de mayo). Por primera vez el encuentro se enfrenta a esta dinámica cultural propia de Manabí, que tiene diversidad de ciudades y opciones; tener este encuentro en dos ciudades implica un desafío mayor”.
Por primera vez, los actores de la gestión y del quehacer cultural desde lo público se sientan a dialogar, expresó Intriago, invitando a los panelistas al escenario: Luis Espinoza, exdirector de Cultura de Manta, por el GAD anfitrión; Carlos Wellington, coordinador de Patrimonio y Memoria Social por la Dirección de Cultura del GAD de Portoviejo; Christian Palma, director de Cultura, Patrimonio y Desarrollo Deportivo del GAD de Montecristi; Verónica Lazo, especialista en Servicios Especializados de la Universidad Técnica de Manabí (UTM); Erick Bojorque, decano de la Facultad de Arte, Humanidades y Patrimonio de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM); Katerine Zambrano, directora de la carrera de Artes Escénicas y del Departamento de Cultura de la Universidad San Gregorio de Portoviejo (USGP).
Sin que se convierta en una rendición de cuentas de las actividades que impulsan, Intriago les pidió dieran a conocer desde la institucionalidad lo que se entiende por cultura. Desde los GAD hay diversos puntos de vista, anotó, y es llamativo que existan ciudades donde se la mencione junto al patrimonio, el turismo, deporte y bienestar social. “Cómo gestiona su competencia a nivel de cultura y cómo se relaciona con la ciudadanía, sus derechos culturales y el ente intermediario para asegurar esos derechos”, preguntó el moderador.
El GAD Montecristi tiene una visión arraigada en los saberes ancestrales, el tejido fino de paja toquilla –por el que en 2023 recibió la denominación de ciudad creativa–, la confección de muebles en mimbre y artesanías en barro, respondió Christian Palma y añadió que como política le apuestan a la capacitación en temas y manifestaciones culturales.

La cultura es un concepto amplio y desde la alcaldía de Manta, expresó Luis Espinoza, se han desarrollado ordenanzas, procesos y tecnología (señalándose pioneros en contar con el registro del sector cultural en una app), así como la formación artística de niños y jóvenes.
Para la USGP, manifestó Katerine Zambrano, hacer cultura es pensarla, investigarla y expandirla a través de creaciones artísticas y voces propias. No es solo formar ciudadanos desde la academia, sino que “la sientan, vivan y defiendan como derecho, proceso y legado”.
De la UTM, Verónica Lazo indicó que su área, Servicios Especializados, es la que acoge al arte y la cultura, vinculándolos con la colectividad. “Antes se pensaba en los proyectos desde la academia, ahora los pensamos desde las necesidades de la comunidad. Somos responsables de armar proyectos para atenderla”, dijo y resumió a la cultura como un derecho y una responsabilidad; como una identidad con sentido de pertenencia y desarrollo.
Desde Portoviejo la visión cambia un poco, adelantó Carlos Wellington. “En este año se decidió unificar el ámbito de patrimonio, cultura y turismo”. Mencionó la equidad social, pues no se centralizan los espectáculos públicos, sino que se trasladan a las siete parroquias rurales o a cualquier situación urbana que se necesite. La cultura es un elemento clave para el fortalecimiento de la cultura de paz y del tejido social, precisó,

El decano de la Facultad de Arte, Humanidades y Patrimonio de la ULEAM, Erick Bojorque, destacó la importancia de ir definiendo la ruta que tiene la academia con respecto a la cultura y el accionar de las diferentes instituciones públicas. Según lo dispuesto por la Senescyt y el Reglamento de Régimen Académico del Consejo de Educación Superior (CES), el arte tiene que estar vinculado con la matriz productiva de un lugar, en este caso, de la zona 4 del país. “(…) La cultura es una herramienta que permite lograr que la enseñanza profesional se convierta en un elemento de desarrollo del contexto social”.
Tras estas primeras impresiones, y una vez definido con los panelistas el significado de cultura, Fidel Intriago llevó el diálogo hacia las reglamentaciones y ordenanzas en el ámbito cultural. La Ley de Cultura establece el Sistema Nacional de Cultura (SNC) y los subsistemas, y en la práctica los municipios tienen el poder para lograr que las políticas públicas aterricen a sus ciudadanos. Portoviejo tiene una ordenanza de Cultura y Patrimonio, como mandó el SNC a todos los cabildos, y Manta tiene una ordenanza que apunta hacia la creatividad, para lo cual se creó un fondo de fomento, en ambos casos ha habido demoras y en base a ello el moderador preguntó las razones por las cuales se dificulta hacer efectiva una ordenanza.
Portoviejo no la tiene ni ha hecho efectiva y Carlos Wellington explicó que la ordenanza necesita de una normativa y por ello se ha generado una consultoría de cuyos resultados están a la espera. No obstante, adelantó que se establecerán lineamientos para la creación de fondos concursables. La causa de la demora, agregó, es la estructura que se manejaba antes en el GAD portovejense, la cual cambió y ahora involucra incluso al turismo. Se aspira a que antes de julio esté activa la ordenanza a beneficio del ámbito cultura de ese cantón manabita.

En cuanto a Manta, Luis Espinoza explicó que desde la alcaldía se entiende que no puede haber política pública sin inversión. “Ha sido un proceso de aprendizaje que no desarrollamos solos y que nos permitió crear los fondos concursables basados en una propuesta desde el sector cultural”, expresó citando las colaboraciones recibidas de la UArtes, la Casa de la Cultura, el Ministerio de Cultura, el Instituto de Fomento a la Creatividad y la Innovación (IFCI). “Este proceso nos marcó también una hoja de ruta que nos permitió pulir y construir otras normativas de las que adolecía el GAD, como la resolución de convenios”.
Montecristi busca promulgar una ordenanza que regule la gestión cultural en el cantón, refirió Christian Palma. “El tema de ciudad creativa nos obliga a generar una política que tenga que ver con el acervo cultural y patrimonial; se está trabajando en un consejo de participación ciudadana, queremos vincular a todos los sectores”.
En el caso de las universidades, en el conversatorio se abordó el tema de la profesionalización de los artistas e Intriago preguntó si se conoce que los graduados ya trabajan en su ámbito. Katerine Zambrano, de la USGP, indicó que su institución tiene un nuevo proyecto de carrera que ya graduó a diez licenciados en Artes Escénicas, mas admitió que todavía no es vista como una profesión. Como todas las IES, cuentan con un departamento de seguimiento a los alumni, el cual hace anualmente un estudio de empleabilidad.

La realidad institucional de la UTM es diferente al de universidades privadas, contó Verónica Lazo. El presupuesto es reducido, sin embargo, son creativos y ven las formas para salir de la situación. “No es la idea, sino que se le dé relevancia”, reconoció. Es complejo para sus graduados encontrar plazas de trabajo en sus ámbitos, por lo que no ejercen la profesión y/o están en espacios afines.
De la ULEAM, Erick Bojorque mencionó que cada carrera es un mundo y que gracias a la apertura que han tenido con los GAD de Manta y Montecristi, así como los parroquiales de Machalilla y Santa Marianita, se ha podido trabajar. Un 30% de los graduados está dedicado a las artes per se, otro 30% a la pedagogía y otro 30% a actividades relacionadas. Con los municipios se ha trabajado con cursos y talleres.
En el conversatorio también se habló sobre la infraestructura cultural, trayendo a colación las edificaciones de universidades y municipales que se destruyeron a causa del terremoto en 2016; de la formación de públicos para que exista un consumo cultural positivo que garantice la sostenibilidad, no solo del acto creativo sino también de la sostenibilidad de los espacios; y de los presupuestos para la cultura tanto de los GAD como el presupuesto para las IES.
El público también expresó sus opiniones sobre lo dialogado y hubo preguntas, que fueron respondidas por el panel. Fidel Intriago concluyó anotando que caminamos en la sombra de los árboles que otros sembraron y que debemos sembrar nosotros. Habló de poder seguir de manera permanente en una mesa de trabajo como la concebida por el 5to Encuentro de Políticas y Economía de la Cultura, “involucrando el sector cultural en su conjunto, a los sectores independientes y lograr que este ecosistema funcione y tenga vida”.

Fotos: Tyrone Maridueña/Dircom
Texto: Carmen Cortez/Dircom







