La tarde del reciente martes 10 de junio, el club de lectura “Ratones de biblioteca” recibió en el repositorio de la UArtes a una invitada excepcional: la escritora ecuatoriana Sonia Manzano Vela. Su visita fue una celebración íntima y poderosa, tuvo una organización de hace dos semanas, los lectores: jóvenes estudiantes, docentes, lectores curiosos y amantes de la literatura que no quisieron perderse la oportunidad de escuchar en vivo a una de las voces más incisivas y complejas de la narrativa nacional en torno al cuento Los últimos días de Pompeya, parte de su libro Trata de viejas.
El evento abrió con la lectura dramatizada del cuento, interpretada por la invitada Camila Valdiviezo, creadora del podcast literario “Puerto de luna”. Con una voz pausada y llena de matices, acompañada de un solo de guitarra, Valdiviezo dio vida a la protagonista del relato: una mujer mayor que observa con ironía y ternura el derrumbe físico y emocional de su amiga Pompeya, quien se desmorona por el cáncer de mama. La lectura arrancó sonrisas, suspiros y miradas cómplices entre los asistentes.
Sonia Manzano escuchaba con atención, sonriendo con ese gesto sereno de quien conoce a sus personajes mejor que a sí misma. Luego vino el conversatorio por el moderador invitado Manuel Flor, quien primero recitó un poema proveniente del libro El temblor de los huertos y con preguntas acertadas llevó a la autora a reflexionar sobre el origen del libro, su vínculo con la vejez, la representación femenina y si estaba orientada una lucha feminista.



Trata de viejas nació de una necesidad de romper el silencio en torno a la vejez femenina, dijo Manzano. “Utilizo elementos biológicos y analógicos sean narrativos o liricos. Pompeya es un cuerpo verbal que da vida y da muerte, con mucho tacto imaginaba estos padecimientos del cáncer y la quimioterapia (…) aclaro que mi lucha feminista no es hembrista”.
El público aprovechó para hacer preguntas, y cada intervención tejía una conversación viva: ¿cómo nace la relación del volcán con la protagonista?; ¿la muerte de Pompeya fue provocada por la amiga de manera consciente o inconsciente?; ¿cuál es el significado de matripandemonio?; ¿ha pensado en cambiar por algún otro final para Pompeya? Manzano respondió sin adornos, con una mezcla de humildad y contundencia que encantó a todos.
“Está en mi anhelo viajar a Italia y conocer Pompeya no por morbo, sino por su historia y de quien se ha empapado de información a través de documentales, revistas, etc. El seno de Pompeya es un volcán que erupciona debido a la metástasis, y como el cáncer mató a mi heroína, el volcán mató a los habitantes de esa ciudad hace ya muchos años atrás”, expresó y confesó que, en el caso de que no pudiera presenciar en cuerpo presente la ciudad de Pompeya, viajaría a través de las herramientas de la virtualidad.

Respondió también que “la amiga de Pompeya toma una acción de misericordia, no tenía intenciones de matarla, el cáncer, el humo, se dispersaba por todos los orificios del cuerpo de Pompeya, al principio fue con un abanico, luego fue la almohada, pero nunca tuvo intensiones de matarla”. Preguntas como las planteadas la emocionan, añadió, porque puede ver perspectivas que estaban fuera de su imaginación. Del significado de “matripandemonio”, dijo que, en muchos sentidos, es esa relación deteriorada del matrimonio. Sus heroínas no se casaron con hombres malos, pero a la larga fue una relación aburrida. No generaliza en que todos los matrimonios sean así. Fue el tipo de matrimonio que les otorgó a estas dos amigas de la historia. “No, no pienso cambiar el final, porque este final me trajo merito literario, reconocimiento y es la similitud que tiene con el volcán que arrasó todo a su paso, sepultado”.
Las organizadoras del club de lectura “Ratones de biblioteca”, Jéssica Cevallos, Paola Salazar y Valeria Martillo, junto a su tutora encargada, la docente Solange Rodríguez Pappe, hicieron la entrega de una placa de vidrio a Sonia Manzano, donde la reconocen como “ratona literaria de la biblioteca de la Universidad de las Artes, un reconocimiento en virtud de apoyar a la lectura y como escritora”.
Llego la hora de la premiación para los ratones y público presente. Debajo de una de las sillas del publico estaba el ticket ganador. La premiada de la noche fue Darashea Toala, licenciada en Danza, magíster en Artes Escénicas –ambas por la Universidad de las Artes– y estudiante de Literatura, quien recibió “El vino de mi sombra”, libro donado por la docente María Paulina Briones.


La jornada concluyó con un coffee break entre murmullos, tazas de café humeantes y la oportunidad de adquirir “Trata de viejas” y “Los últimos días de Pompeya” a un precio especial. Muchos se acercaron a Sonia para que firmara sus ejemplares. Otros simplemente quisieron darle las gracias por haber dicho con palabras lo que a veces cuesta tanto pensar. Ella siempre fue tan agradecida y amable en cada una de las etapas del encuentro, estuvo feliz de que la juventud se acerque a la lectura, lo cual, anotó, la motiva a seguir escribiendo de a poco, nunca abandonara la poesía, pero en mente piensa explorar para su siguiente libro narrativo la experiencia de la cuarta edad.
Solange Rodríguez tiene en mente que el club prevalezca, sus ratoncitas estarán un año más, por ende, está abierta a la idea de tener nuevos y más estudiantes que organicen este tipo de encuentros. También tiene en mente tener por semestre a un escritor invitado; tal vez el siguiente invitado sea Raúl Vallejo, lo cual todavía no es seguro.
Por tal motivo, su gestora, las organizadoras y quienes integramos el club contamos con que la comunidad universitaria se siga sumando a los “Ratones de biblioteca”, a fin de que eventos de esta índole sigan habitando los espacios e inspiren a que los encuentros sigan siendo consecutivos. Vale anotar que este club se inauguró en la semana de Lanfor Abierta de este año, actividad que realiza la Biblioteca de las Artes, y esperamos que nunca cierre sus puertas.
Así llegó la noche y el cierre de una nueva sesión del club, donde se habló de literatura y se celebró la memoria, la dignidad y el humor que aún caben en los últimos días, no de Pompeya, sino de nosotros mismos.
Texto: Eleinn Rivera Solís, estudiante Literatura e integrante del club de lectura.
Fotos: Jéssica Cevallos, estudiante de Literatura y una de las organizadoras del club de lectura.







