En el primer día del taller “La Mediación LEO: Horizontes, tensiones y caminos” del catedrático colombiano Didier Álvarez

En el marco de la V edición de Inter[•]actos, los encuentros públicos de arte que organiza nuestra universidad, este lunes 14 se dio inició al primero de cuatro días del taller “La Mediación LEO: Horizontes, tensiones y caminos”, dictado por el investigador y catedrático colombiano Didier Álvarez. Con una voz pausada y cargada de sentido, el invitado internacional de la Escuela de Literatura tejió un puente entre la filosofía y la poesía, invitando a repensar la mediación no solo como técnica, sino como una forma de estar en el mundo, comprometida con el otro.

Desde su mirada ética y sensible, propuso la mediación como una sutura: un espacio de reparación simbólica que vincula al lector, al libro y al mediador en un mismo horizonte de búsqueda. Recordó que mediar es también prometer, asumir la responsabilidad de ser proveedor o proveedores de conocimiento y de sentido. No como quienes poseen respuestas, sino como quienes abren caminos.

Didier Álvarez habló de la autenticidad en la práctica educativa y cultural, subrayando la necesidad de ser maestros que encarnan una ética del cuidado, del lenguaje y del tiempo compartido. Su reflexión no dictó fórmulas, sin embargo, dejó una certeza: mediar es un acto profundamente humano, y quienes lo ejercen deben hacerlo con conciencia, con ternura y con una radical responsabilidad frente al saber.

Su intervención primera, también en el primer día de un taller programado para cuatro sesiones (del 14 al 18 de julio), cerró con la resonancia de una promesa: que en cada acto de mediación se geste una posibilidad de transformación. Una promesa que, como él dijo, solo puede cumplirse si somos capaces de sostenerla con honestidad.

Texto: Eleinn Rivera, estudiante de la Escuela de Literatura.

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