Ritmo y movimiento en taller con Josep Ramió; director chileno también dio charla de proyectos económicamente sostenibles

Un taller práctico que giró en torno al ritmo, las emociones y el movimiento y una charla que invitó a reflexionar acerca de “¿Cómo pasar de un proyecto artístico a un proyecto económicamente sostenible?” fueron los que brindó en la Universidad de las Artes Josep Ramió, actor y director de la compañía artística chilena “Los Fi”.

Las actividades, que tuvieron lugar el miércoles 19 y jueves 20 de junio, fueron resultado del contacto que, durante el mes de mayo, hizo el Departamento Económico de la Embajada de Chile en Ecuador y Oficina Comercial del Ministerio de Relaciones Exteriores – PROCHILE con la Dirección de Relaciones Internacionales de la Universidad de las Artes, a fin de dar a conocer de la visita de la compañía artística chilena “Los Fi” a Guayaquil. Dicho arribo se daría por la presentación en el Teatro Sánchez Aguilar –del 28 al 30 de junio de 2024– del espectáculo musical “Chau, adiós chatarra electrónica”. 

La obra, de acuerdo con la compañía, “busca crear conciencia en niños, jóvenes y adultos sobre la manera en que se fabrican los objetos que nos rodean y la importancia de comenzar a hacernos cargo de los desechos que estamos generando, sobre todo los electrónicos. Es un llamado a ser responsables en lo social, en lo ambiental y en lo económico, dando a conocer “La Ley de las 3R”: Reduce-Reutiliza-Recicla”. (Ref: https://losfi.cl/espectaculos/)

En este sentido, se programaron reuniones entre Josep Ramió, una representante de PROCHILE y, por la UArtes, la Dirección de Relaciones Internacionales, la Escuela de Artes Escénicas y la Escuela de Artes Sonoras, con la finalidad de explorar actividades que pudieran llevarse a cabo tanto para la comunidad universitaria como para el público en general.

Es así que se definieron el taller y la charla. El primero, el miércoles 19, en el espacio “Malakita”, ubicado en el Antiguo Palacio de la Gobernación, sede matriz de la UArtes. La charla, desarrollada el jueves 20, se hizo en la Plaza Pública del MZ14 Centro de Producción e Innovación. Ambas actividades impartidas por Josep Ramió y dirigidas a la comunidad universitaria y público en general.

Durante el taller, los/as asistentes pudieron explorar y aplicar conceptos musicales y escénicos a través de su cuerpo, y expresar distintas emociones propias del ser humano, como alegría, tristeza, decepción e indignación. Con todas estas herramientas y la ayuda de una botella de plástico PET, los/as estudiantes de las escuelas de Artes Sonoras y Artes Escénicas, así como el público en general, lograron crear un espectáculo lleno de música, movimiento y emociones.

Al finalizar el taller, Josep Ramió compartió que los conceptos explorados y todo lo aprendido son parte de las herramientas que usan “Los Fi” para crear sus espectáculos, resaltando que a través de nuestro cuerpo y sin mayor herramienta adicional podemos transmitir un sin número de emociones, sonidos y movimientos.

También invitó a los/as asistentes a que se sientan libres de crear, de transmitir mensajes al público que llamen a la reflexión, sea sobre temas sociales, económicos, ambientales o de cualquier tipo con el que quieran llegar al otro/a, y que siempre exploren y exploten la energía que habita en cada uno/a de nosotros/as. 

En la charla del jueves, “¿Cómo pasar de un proyecto artístico a un proyecto económicamente sostenible?”, Josep Ramió compartió la experiencia desde el inicio de “Los Fi”. Reveló que la agrupación surgió durante su vida universitaria junto con varios compañeros de aula. Prepararon, dijo, una presentación que involucraba el uso de instrumentos elaborados con tachos de basura reciclados y otros elementos similares, y que proponían un espectáculo de una duración entre 10 a 15 minutos. Esta propuesta fue presentada en un concurso de su universidad y quedaron entre los primeros puestos. Comentó que un miembro del jurado afirmó que lo que hacían ellos no era teatro, pero que al ser una propuesta diferente y que entretenía a la gente, debía ser reconocido.

Este primer logro los llamó a continuar mejorando e involucrando nuevos elementos en su obra. Sin embargo, debían obtener algún tipo de ganancia para que pueda ser sostenible y, consecuentemente, dedicarse a aquello a tiempo completo. Decidieron entonces salir todos los días en un horario determinado a un semáforo para presentar parte de su obra y así recolectar monedas que los transeúntes y conductores les daban.

El expositor contó que cierto día un conductor les entregó una tarjeta de contacto y les propuso realizar el mismo espectáculo, pero promocionando su marca, pagándoles en un solo día lo equivalente a lo que la agrupación ganaba durante un mes en el semáforo. Esto les permitió quedarse en su “oficina” –que era un galpón alquilado donde creaban, ensañaban y vivían– para poder incorporar nuevos elementos, trabajar más en el contenido de su espectáculo y mejorar de forma general lo que hacían.

Poco a poco, “Los Fi” fueron mejorando su espectáculo, involucrando no solo el uso de instrumentos y de su cuerpo para transmitir sonidos y emociones, sino también letras y contenido relacionado a su temática central, de tal forma que sea algo único y que pudiera ser presentado en diferentes espacios.

Simultáneamente, “Los Fi” fueron creando una agenda de contactos con diferentes actores: empresarios, directivos de organizaciones y de instituciones educativas, entre otros, y cada vez recibían más llamadas para poner en escena su espectáculo en diversos espacios. Esto les permitió sustentar sus necesidades básicas y poder vivir de lo que hacían. Ganaron mayor experiencia e hicieron más conexiones, de tal forma que se presentaron en varios países de América Latina y El Caribe, hicieron una gira por México y llegaron a festivales como Lollapalooza, entre otros.

Josep Ramió invitó a los/as artistas que recién empiezan a trabajar en su proyecto, a presentarlo en teatros, mercados de las artes, empresas, etc.; construir una agenda de contactos con diferentes actores; participar en encuentros y espacios donde puedan presentar su trabajo; y, sobre todo, a profesionalizar lo que hacen.

Biografía Josep Ramió

Fundador y director de la compañía artística chilena “Los Fi”. Estudió cinco años ingeniería cuando decidió ser actor. Ambas carreras las cursó en la Universidad Católica de Chile. En 2001 fundó el grupo, el cual desarrolla un lenguaje propio mezclando teatro, performance, energía, movimiento y música creada a partir de desechos y objetos reutilizados.

Con 23 giras internacionales, por once países de Hispanoamérica, ha logrado vivir de manera profesional de este proyecto artístico, tanto él como toda la compañía. El 2017 creó y dirigió “Chau, adiós chatarra electrónica”, montaje que ha sido presentado en Colombia y México en su versión completa, y como recital en Galápagos y Tenerife (España).

Con este último montaje, se transformó en uno de los “artivistas medioambientales” de Sudamérica, lo que le llevó a realizar una charla TEDx “Estamos donde queremos estar” y a conducir Nexos+1, evento mediombiental del Perú.

Acerca de “Los Fi”

Es un grupo de artistas y gestores culturales chilenos que desde el 2001 desarrolla un lenguaje escénico propio. Vinculándose con diversas técnicas, mezclan la música hecha con desechos y objetos reutilizados con el teatro, el canto, la performance, la energía y el movimiento. Generando así experiencias que buscan transformar la mirada sobre la creatividad, el valor de la diversidad, el trabajo colaborativo y el cuidado medioambiental.

En estos 23 años de trayectoria, “Los Fi” han desarrollado espectáculos escénicos, talleres e instancias pedagógicas en diversos contextos, eventos corporativos y charlas, con el fin de transmitir a más personas la energía, alegría y pasión que han encontrado en este lenguaje. Destacan reconocimientos nacionales e internacionales, y giras por Chile e Hispanoamérica (Argentina, Bolivia, Perú, Brasil, Colombia, Venezuela, Ecuador, República Dominicana, México y España).

Texto: Dirección de Relaciones Internacionales UArtes.
Fotos: Camila Guerrero/EAS, Dirección de Relaciones Internacionales.y Dircom

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