La experiencia “De aves y otras historias”

La obra “De aves y otras historias” se construyó a partir de algunas memorias de sus intérpretes-creadores y sus figuras maternas para intentar hablar desde el movimiento sobre las estructuras en las que hemos sido criados. La docente Lorena Delgado, de la Escuela de Artes Escénicas, describió así al montaje cuya dirección y coreografía estuvieron a su cargo y en el que participaron sus estudiantes de la octava generación de la carrera de Danza.

Fueron tres presentaciones las que se realizaron en el marco del cierre del proceso académico y que, organizadas por el Colectivo LaoctavaG, tuvieron lugar el 18, 19 y 20 de julio, en el Espacio Muégano Teatro.

En “De aves y otras historias” intervinieron como intérpretes-creadores Abel Bermúdez, Aáron Camacho, Alex Cauritongo, Anggie Cedeño, Miguel Córdova, Karelys Hurtado, Fernanda Mercado, Keylla Mora, Doménica Paredes, César Peñafiel, Melanie Proaño, Joao Robayo y Noemí Villena. Con ellos, los docentes Óscar Santana, en la asistencia de ensayos; Fredy Vallejos, en la composición sonora; y Orlin Montaño, en la construcción escenografía. Como artista visual, Jacqueline Velarde, y en la composición lumínica, Remigio Vásconez.

Los estudiantes y sus voces

Del montaje “De aves y otras historias”, cuatro de los estudiantes que integraron el elenco comparten la experiencia: Karelys Hurtado indicó que la obra le condujo a sus recuerdos de la infancia y al fuerte vínculo que tiene con su familia. “La nostalgia, el amor y el afecto lleva al movimiento. Ha sido repensar en la crianza que tuvieron nuestros padres y replicarla con nosotros. Tratar de soltar esas etiquetas que no nos pertenecen”. 

Noemí Villena: El proceso de creación y montaje ha sido un encuentro íntimo con las historias de las mujeres. Que empiecen en mi familia, siendo madres o no, también va a permitir poder resignificar un vínculo con una hermana mía que ya no está y estos motivos son con los que me encuentro cada vez que salgo a escena. Es como si cada una de estas personas que están detrás de mí y de mis cuidados de mi crianza me acompañan a bailar cada vez que estoy en escena; cada vez que salgo, no soy solamente yo. Es un encuentro íntimo con mis compañeros y compañeras junto con las personas que les criaron y cuidaron. Finalmente, termina siendo una danza de más de trece personas, que es el número intérpretes que somos. Es una danza de cada una de las personas que nos cuidaron y que, sin duda, bailan con nosotros. 

Abel Bermúdez: Es el camino en el que convergimos diversidad de cuerpos atravesados por sus singulares prácticas de crianza que fueron transformadas en políticas de cuidar. Significó para mí comprender aquellas metodologías que se ejercieron en mi crianza, encontrando potencia en muchas de sus prácticas, haciendo entender que existen muchas formas de cuidar y que eso está bien. 

Alex Cauritongo: Ha sido un trabajo maravilloso que fuimos construyendo en colectivo. A partir de las historias, las memorias y los relatos personales de todo este gran grupo de artistas. Ha sido interesante cómo todo se ha ido interconectando. Este trabajo también nos ha permitido conocernos de manera un poco más personal y grupal dentro de todo este proceso. He podido encontrarme con mi niñez, mi adultez y mi crianza, quizás también con toda esta construcción personal que tengo y, sobre todo, con los afectos personales colectivos. “De aves y otras historias” me ha permitido volar y no hacerlo solo, sino en conjunto. 

Colaboración: docente Lorena Delgado, de la Escuela de Artes Escénicas UArtes.

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