“¿Sueñan las tamagotchis con ovejas eléctricas?”, muestra de titulación de estudiante de Visuales Noelia Sosa

Tres años viene Noelia Sosa trabajando en la estética de esta propuesta, señaló la docente Gabriela Fabre en la inauguración de la muestra de titulación “¿Sueñan las tamagotchis con ovejas eléctricas?” de la estudiante de la Escuela de Artes Visuales, de quien fue su tutora. El acto tuvo lugar este 15 de enero en el Garaje del edificio Enrique Tábara.

Junto con los docentes y estudiantes de Artes Visuales y otras escuelas UArtes, a la apertura de la exposición acudió la vicerrectora de Posgrado e Investigación en Artes, doctora Olga López. En su intervención, Sosa, quien artísticamente se da a conocer como Sawness, agradeció al público y a los profesores y compañeros que colaboraron en sus procesos y en el montaje de las obras. Entre otros, a Gabriela Fabre, su tutora, y a Rosa Valdez, por colaborarle en la investigación y producción de su documento de tesis y en la ejecución de ciertas obras que, reveló, le costó cerrar.

“A las montajistas, gracias a su esfuerzo esta edición fuese posible, ya que ayudaron mucho en esta parte de montaje”, anotó Noelia Sosa, nombrándolas: Krystel Guerrero, Génesis Alvarado, Angie Ponce, Alejandra Merino y Janira Calle.

De la muestra “¿Sueñan las tamagotchis con ovejas eléctricas?, en su texto curatorial, la docente Gabriela Fabre señala que los mundos subjetivos de Noelia Sosa se despliegan en la exposición, la cual reúne una producción artística construida a partir de una constante exploración personal. “En estos mundos/paraísos, cargados de símbolos y referencias, ella reflexiona sobre temas como la inocencia, la ingenuidad y el despertar de la conciencia. A través de su obra, la artista recrea espacios en el que, desde una mirada fresca y provocadora, se cuestiona ideas sobre el cuerpo, la sexualidad, lo femenino, en un diálogo íntimo y contemporáneo”.

Agrega que el universo visual de Noelia combina una estética girly que toma fuerza de elementos cotidianos y digitales, tales como las redes sociales y los memes, integrándolos en una narrativa que transforma lo trivial en algo profundamente significativo. Este contraste entre lo naif y lo consciente permite construir un relato que juega con la idealización, el humor y la autoconciencia, mostrando cómo lo personal y lo colectivo convergen en un mismo espacio.

Destaca, además, la figura de su alter ego, Sawness, un personaje que resignifica lo cotidiano y lo transforma en un medio de exploración emocional y estética. Sawness encarna la capacidad de convertir lo mundano —consumo de música, videojuegos y series— en experiencias que reimaginan el paraíso desde una perspectiva moderna y autorreferencial.

La docente y tutora manifiesta que la exposición de Noelia Sosa, concebida como su proyecto de titulación, representa un momento culminante en la trayectoria académica de la artista, pero no un cierre. Más bien, es una puerta abierta hacia nuevas historias y experiencias, donde la evolución cromática, simbólica y conceptual de su obra continuará expandiendo su universo artístico. Quizás con otros nombres, colores y formas, ella seguirá creando paraísos que cuestionan, conectan y transforman tanto sus universos ficcionales como lo real mismo.

Acrílicos, pinturas mixtas sobre tela, objetos e impresión 3D y collage sobre madera son algunas de las técnicas que Noelia Sosa utilizó para sus obras, cuyos títulos son, entre otros, “El secreto de las brujas”, “Acerca de las cartas para Dani”, “Lamb (2021)”, “Pensamientos tristes de una manaba triste número uno”, “14-09-24”, “Lo usual” y “Querido Dios cuando me toque ir al cielo por favor déjame traer a mi hombre aquí”.

“Son alrededor de once obras, entre estas tres de objeto encontrado. Son obras que tratan de dignificar la cotidianidad, de las mujeres más que nada, pues creo hay otros artistas que trabajan con estos tópicos: la naturaleza, la política… Yo trato de dignificar eso que está en el diario vivir, como la simpleza de los objetos, las personas y las relaciones intrahumanas”.

Lo título “¿Sueñan las tamagotchis con ovejas eléctricas?” en alusión al libro “Sueñan los androides con ovejas eléctricas” con el que halló un punto de encuentro con su contenido y el autor, quien, al igual que ella, trabajan en cómo se introducen los medios electrónicos en la cotidianidad y cómo forman parte de la cultura y ayudan a tejer esta cultura contemporánea, y cómo la sensibilidad juega también un papel importante en esta formación como personas.

Sosa reveló que toma sus distancias, pues le gusta trabajar en cómo el lenguaje es capaz de adaptarse a nosotros, dignificar sucesos no extraordinarios. Ovejas eléctricas porque trabaja mucho con la iconografía de ovejas, con tamagotchis y alter ego. “Son tres tópicos con los que trato, mucha iconografía referente a la religión, la sexualidad y los nuevos medios digitales. En mi experiencia de vida los considero esenciales”.

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