Grupo de investigación UArtes, a residencia en Bolivia por proyecto sobre memoria teatral indígena en nuestros territorios

Este 8 de febrero, los docentes UArtes Dolores Ortiz y Aníbal Páez viajarán a Bolivia junto a la estudiante Ximena Lanata y los alumni Mario Correa y Elian Villavicencio para participar en una residencia de la Fundación Cultural Wayna Tambo, que está ubicada en la ciudad El Alto, provincia de Murillo del departamento de La Paz.

A la residencia fueron invitados para exponer resultados del proyecto de investigación de la Universidad de las Artes “Mnemoficciones: especulaciones sobre la memoria teatral indígena de nuestros territorios”, el cual Ortiz dirige, Páez interviene como co-investigador junto al educador popular boliviano Mario Rodríguez y Lanata, Correa y Villavicencio integran el equipo de investigación.

Participan con ellos Remigio Vásconez, quien es parte del personal de apoyo de la Escuela de Artes Escénicas, y Yasser Quevedo, graduado UArtes de la Escuela de Cine. Juntos, con motivo de la residencia, han venido trabajando en una conferencia performática cuyo contenido recoge las indagaciones realizadas en San Lucas, parroquia rural del cantón Loja, provincia del mismo nombre perteneciente a la nacionalidad Saraguro, donde se realiza la fiesta Kapak Raymi. De la puesta en escena se hizo una grabación en la Sala Patrimonial del MZ14 Centro de Producción e Innovación y el InfoUArtes estuvo presente.

Páez reveló que desde el inicio se plantearon la forma de comunicar las indagaciones desarrolladas y, como todos hacen teatro, hallaron en una conferencia performática la forma de compartir sus hallazgos y las inquietudes que permanentemente se están planteando. “No es en rigor una obra ni un montaje teatral, sin embargo, tiene esa estructura”.

Lo que dicen en la conferencia performática es solo una muestra del avance del proyecto, añadió el docente y Ortiz señaló que (el guion) contiene lo que han leído y lo que les han dicho en la comunidad (de San Lucas) y las interrogantes que se plantearon en las reuniones de investigación.

El proyecto “Mnemoficciones: especulaciones sobre la memoria teatral indígena de nuestros territorios” tiene como línea de investigación la representación, la memoria y el patrimonio. Su objetivo general es recrear colectiva, corporal y lúdicamente con los espectadores la memoria teatral; recurre a la ficción para crear tramos de relatos que establezcan conexiones entre las formas de hacer teatro en el presente y los elementos teatrales identificables en vestigios o crónicas del pasado pre-hispánico.

Su directora reitera que la propuesta trata de preguntarse la raíz de nuestras teatralidades y por ello las indagaciones en San Lucas y su fiesta Kapak Raymi. Otro espacio de investigación es el MAAC, “donde vimos piezas arqueológicas tratando de identificar aquellas que tenían un exceso de materialidad porque la teatralidad se refleja en ese exceso de materialidad y en la gestualidad”, dijo. En las indagaciones, se cuestionaron sobre si los objetos en mención están representando y convocando, y si se siguen expresando en el tiempo.

“Es un tema inmenso, difícil de abordar y complejo. Tenemos esta base que intenta sustentar su estructura en la fiesta del Kapak Raymi, donde hay ciertos elementos, como la multiplicidad de escenarios y otros valores y maneras de funcionar en el tiempo y el espacio, las cuales debieron ir modificando para que se pueda ver en la obra”, explicó Ortiz.

Para hacer la investigación trabajaron con el boliviano Mario Rodríguez, quien los acercó a tratar de entender la cosmovisión de otra manera y las manifestaciones culturales, a fin de aproximarse de manera más profunda y contar con algunos referentes del país al que irán a cumplir la residencia. “Nos vamos a encontrar con personas que aportarán otras claves sobre las investigaciones y la idea es llevar esta base para modificarla allá y conversar a partir de eso. Compartir una conferencia para hacer una reelaboración”, contó Ortiz.

Durante los diez días de residencia en la Fundación Cultural Wayna Tambo, los docentes, la estudiante y alumni tendrán también encuentros y espacios de laboratorio compartido con otros creadores y teatreros bolivianos que se están haciendo preguntas parecidas. “Somos investigadores de teatro, esas son nuestras herramientas y la idea es ir, conversar e intentar armar algo. Otra parte es mostrar la conferencia y hacer un desmontaje crítico”, explicó la directora del proyecto UArtes.

Mario Correa sostuvo que gran parte de la conferencia –no como resultado, sino como muestra de un proceso– nació de indagaciones propias “para lograr entender cómo la fiesta del Kapak Raymi nos atravesó. No se trataba de reproducir lo que habíamos visto, sino de cuestionarnos en torno a esa teatralidad ancestral en nuestros cuerpos”.

Correa dijo también que dentro de los giros que ha tenido la investigación, uno definitorio fue regresar a verse ellos mismos. Más que solo ir a la fiesta, la experiencia en la fiesta. “Reflexionamos en qué hay de mí en la fiesta o qué de la fiesta terminó abriendo puertas para entender nuestra teatralidad”. Fue un encontrarse, refirió. “Elian y yo, que somos de Loja, en un lugar cercano y distante a la vez; diferente fue para Ximena y Aníbal que son de Guayaquil”.

Y hubo anécdotas. Ximena contó que siempre ha estado rodeada de Guayaquil y que en San Lucas vio de cerca por primera vez una vaca. Haber vivido situaciones diferentes la llevó a cambiar su monólogo, en el cual repite “verde, verde, verde” por toda la naturaleza que encontró en la parroquia rural de Loja. “Si no se participa en la fiesta, no se está en la fiesta. Fui con preguntas y volví con más preguntas”.

Fueron dos los viajes realizados a San Lucas en grupo: en enero y noviembre de 2024, que es cuando compartieron con la comunidad la experiencia de la fiesta del Kapak Raymi desde sus miradas. “Llegamos a la casa del taita Ángel y nos dijeron que muchos iban a la fiesta, pero no regresaban a compartir la experiencia. Era una responsabilidad volver y mostrar la conferencia performática”, dijo Ortiz, reiterando que el retorno era coherente con la investigación, pues pensaron en la validación que las investigaciones tienen de las revisiones de pares.

“Normalmente las indagaciones que se hacen en comunidad se consultan con académicos, lo cual es válido, pero no con la comunidad. Estábamos con miedo cuando presentamos lo que habíamos desarrollado. Fue un encuentro muy interesante donde surgieron preguntas. El taita Ángel nunca había asistido a una obra de teatro. Fue una relación linda la que se armó”, precisó Ortiz. Correa, por su parte, expresó que la fiesta del Kapak Raymi convive con todo lo que existe: paisaje, clima y animales. “Todo está sucediendo y en San Lucas, decía Ximena, sonaba a todo armonizado, pero no a ruido, no era Guayaquil”, concluyó el alumnus.

Fotos: Yasser Quevedo, graduado de la Escuela de Cine UArtes.

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