Rescatar y reinventar la música de compositoras guayaquileñas, fusionando su esencia con el jazz y los sonidos modernos. Es el proyecto interinstitucional que llevan adelante la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG) y la Universidad de las Artes (UArtes), y que cuenta con la participación de destacados músicos, investigadores, arreglistas e intérpretes.
Es martes 18 de marzo de 2025 y en el Estudio de Grabación A de la UArtes se produce ya la primera de las propuestas. Desde la consola, las docentes Jenny Villafuerte e Ivonne Jerez, coordinadora de la carrera de Artes Musicales y Sonoras, trabajan junto con la primera de las compositoras e intérpretes en llevar uno de sus temas, “Manzana prohibida”, hacia nuevas estéticas. En la cabina, con los audífonos de estudio y frente al micrófono está Mirella Cesa, reconocida nacional e internacionalmente y con una producción musical que no solo ha trascendido con éxito fronteras, sino que goza de una fusión de géneros que cautiva a multitudes: pop latino, tropipop, pop rock, entre otros.
Visibilizar el trabajo de las compositoras
Jenny Villafuerte, también compositora y docente de la UCSG y la UArtes, es quien explica la génesis y los propósitos de lo que define como una “reedición de música de mujeres compositoras guayaquileñas con recursos del jazz y música moderna”. Al igual que Mirella Cesa y ella misma, para la cristalización del proyecto han compartido su música Nikki Mackliff, Blanca Layana, Silvana, Lyzbeth Badaraco y Adelheid.

“El proyecto nace de la necesidad de visibilizar el trabajo de mujeres compositoras, arreglistas, instrumentistas y productoras que han abierto y siguen trazando caminos para las nuevas generaciones de músicos. Junto con Ivonne Jerez reconocemos la importancia de destacar estas creaciones desde la academia, evidenciando la riqueza y diversidad musical que nos permite fusionar con otros géneros, además de considerar técnicas de grabación y arreglos musicales para revitalizar y resignificar estas piezas”, refiere Jenny Villafuerte.
Los arreglos han sido concebidos a partir del análisis de la narrativa lírica y musical, integrando la visión y creatividad de cada arreglista, agrega. La reinterpretación de estas obras ha sido un proceso inspirador y genuino, en el que algunas canciones, con el paso del tiempo, han adquirido nuevos significados incluso para sus propias compositoras. Este proyecto interinstitucional de investigación buscó demostrar cómo el jazz, a partir de sus elementos y de la música moderna, puede diversificarse.
Fortalecer la comunidad musical
Jenny Villafuerte sostiene que la colaboración interinstitucional surge también del compromiso de fortalecer una comunidad musical donde el principal propósito sea el aporte académico, cultural y social. Menciona que, desde la UCSG, y junto con su participación y la de Lyzbeth Badaraco (pianista y compositora), intervienen docentes, el baterista Carlos Bravo y el alumnus Ricardo Miño (guitarra). Por la UArtes, Claudia Martínez, quien ha contribuido con los arreglos de tres temas, enriqueciendo aún más el proceso creativo, y Elías Solórzano, estudiante de ambas universidades.
Desarrollado a lo largo de un año, el proyecto se encuentra en las etapas finales de su proceso. La grabación de “Manzana prohibida”, que Mirella Cesa lanzó en 2013 y consta en su álbum “Deseo concedido”, fue la primera; le seguirán las grabaciones de Nikki Mackliff, Blanca Layana, Silvana, Lyzbeth Badaraco, Adelheid y la misma Jenny Villafuerte. “Una vez finalizado el producto artístico, iniciaremos un ciclo de conciertos que nos permitirá presentar el trabajo tanto a nivel científico como artístico en distintos escenarios, beneficiando a estudiantes de música, músicos profesionales y al público en general”, expresó la compositora y docente.

Acerca de los temas y de cómo se hizo la selección de estos para el proyecto, Villafuerte indica que fueron las propias compositoras e intérpretes quienes los escogieron, quizás con la curiosidad de descubrir cómo otros músicos perciben y reinterpretan su obra. “Ha sido un reto y una gran responsabilidad reeditar canciones que ya han sido publicadas y que, en su mayoría, el público reconoce. La intención ha sido llevarlas más allá de su sonido original, explorando nuevas sonoridades y perspectivas musicales”.
El gran reto de reinterpretar
Como cantante, Jenny Villafuerte añade sentir que asumió un gran reto porque le corresponde reinterpretar esas historias a través de su voz. “Es un honor enorme contar con la confianza de estas grandes mujeres para abordar sus canciones. En algunos casos soy yo quien interpreta sus obras y, en otros, son las propias compositoras quienes cantan sus temas en estas nuevas versiones. Esto último le añade un valor especial al proyecto, porque tendremos la oportunidad de escucharlas en un contexto musical distinto al que normalmente ha definido sus carreras”.
Realmente es un trabajo muy lindo porque, además, la mayor parte del equipo, tanto artístico como técnico, son mujeres. Resaltamos justamente ese valor y el trabajo valioso de las mujeres. En la parte técnica está Ivonne Jerez, docente de la Universidad de las Artes, quien está manejando la técnica de la grabación, está llevando toda esa parte.
Es un trabajo que realmente lo estamos disfrutando muchísimo. Es muy sensible también y lleno de mucha responsabilidad porque nos estamos metiendo con las composiciones de grandes mujeres, de grandes músicos y de temas que han sido publicados. Nos estamos responsabilizando de toda esta reedición.
Un proyecto interinstitucional importante
Desde el Estudio de Grabación A UArtes, y mientras el equipo de producción de la Escuela de Artes Sonoras colocaba los micrófonos profesionales para que grabara con Jenny Villafuerte la nueva versión de “Manzana prohibida”, Mirella Cesa calificó al proyecto como hermoso e importante. Por su experiencia en los escenarios y trayectoria, la artista refirió que mucha gente minimiza el pop y la música contemporánea y detrás hay la misma prolijidad, el esfuerzo, la dedicación y el estudio que hay en los demás géneros; tienen la misma excelencia, destreza y, a veces, hasta un poco más por proponer algo simple que suene contundente y eso es más difícil.
Mirella Cesa dijo darle un aplauso gigantesco a Jenny Villafuerte porque desde su trinchera independiente y trabajando en distintas entidades siempre defendió lo académico. “Se lo he dicho, la admiro y respeto como músico, mujer e intérprete, pero más que nada por esa camiseta que siempre se ha querido poner hacia la investigación, darle oportunidad a nuevos talentos y permitirles mostrar esa otra cara que, quizás, la otra gente no conoce y que ella por andar indagando sí se ha involucrado y sí se ha podido descubrir qué hay detrás de esos proyectos.

Recordó que conoció a Jenny Villafuerte en un centro comercial de Guayaquil, se le acercó y le dijo era su fan. “Un poco parca ni me miró (risas) y después la vida nos volvió a juntar. Me siento contenta, agradecida con esta oportunidad. Creo que es una reversión maravillosa de esta canción (“Manzana prohibida”). La música es feeling, es comunicar, es conectar… El arte tiene la misma sensibilidad dentro de todas sus distintas disciplinas”.
Nueva versión de “Manzana prohibida”
Desde que grabó “Manzana prohibida” hasta la actualidad y con nueva versión, Mirella Cesa comentó sentir su interpretación “en las grietas de la piel, con dos hijas, un cóctel de emociones, terapias, llantos, alegrías, una pandemia…”. A todo lo que ha sucedido, la cantautora le añadió que antes, en el tiempo en que salió el tema, ella los componía, voz y guitarra, y entregaba a un productor para que lo vistiera. No les quita el mérito a sus canciones anteriores, porque le dieron muchas cosas bellas, pero faltaba esa esencia que quizás tenía reprimida y que no podía soltar. Más allá de pensar que su composición es un ataque, la compositora e intérprete expresó que es muy del ser humano, de soltar y decir lo hago para y por mí, por mi bienestar, por mi paz, porque me hace sentir feliz, porque es mi feeling.
“De eso se trata ‘Manzana prohibida’ y siento que los años no pasan en vano y es importante porque está impresa esa vivencia, ese recorrido que es tan esencial en la vida y que es hermoso. Siempre digo que me siento mucho más segura, más feliz de hacer lo que hago porque puedo ser ciento por ciento yo. A veces cuando una está jovencita intenta encajar y por intentar encajar y agradar al resto vas perdiendo y dejando de lado esa esencia que es algo primordial que nunca debes de perder y siento que esta canción tiene esencia”.
Texto: Carmen Cortez/Dircom. Fotos: Camila Guerrero, de la Escuela de Artes Sonoras UArtes.