De la asignatura Experimentación Sonora de la carrera de Creación Teatral UArtes, que dicta el docente Rafael Santi, este viernes 27 de junio sus estudiantes presentarán un trabajo colaborativo en una práctica que transita entre la sinergia del espacio tridimensional de la Biblioteca de las Artes y el sonido en contrapunto al silencio.
Se trata de ECOSILENTE, una instalación sonora que desde las 11:00 se desarrollará en la Biblioteca de las Artes. Rafael Santi señala que, repartidos en los tres pisos del patrimonial edificio, los estudiantes –organizados en cuatro grupos– provocarán y emitirán sonidos a partir de diferentes objetos, materias y texturas. Estos serán procesados en vivo para resignificar el silencio de la infraestructura.
Libros que pasan sus hojas, tapas duras que golpean, voces de lectores silenciosos, murmullos que juegan y se expanden desde el silencio que impera en una biblioteca tomarán forma de ambiente sonoro envolvente y vivo, organizado desde el ruido hasta la fantasmagoría teatral y ficcional.
El docente de la Escuela de Artes Escénicas añade que todos los sonidos en mención constituyen una metáfora del habitar la Biblioteca de las Artes y serán manipulados para relacionar el pensamiento espacial con la forma artística del ruido, permitiendo entrever otras inquietudes cercanas a la experimentación con el sonido.
Los alumnos de Artes Escénicas y también de Artes Sonoras que intervendrán en la instalación sonora ECOSILENTE son: Génesis Galarza, Sabaa Guerrero, Melani Jaramillo, Bryan Lamiña, María de los Ángeles Largo, Emanuel Maridueña, Nicole Medina, Ruth Mendoza, Kevin Mera, Rommel Naranjo, David Pazmiño y María Belén Villalba. Junto con Rafael Santi colaboran los también docentes Remigio Vásconez, Pedro Cagigal y Juan José Ripalda.
En diálogo con los grupos expositores
Es el mediodía del viernes 20 de junio y en el salón 305 del edificio Enrique Tábara, los estudiantes ensayaban agrupados los pasos que darán en la instalación sonora para lograr la sinergia que mencionó el docente Rafael Santi y producir entre el espacio tridimensional de la Biblioteca de las Artes y el sonido en contrapunto al silencio.
Nicole Medina y Melanie Jaramillo, del cuarto semestre de Producción Musical y Sonora, formaron equipo con Kevin Mera, alumno de Artes Escénicas. Ellas coincidieron en que el objetivo era buscar el cambio de la rutina que hay en un ambiente. “Sabemos que la biblioteca es un lugar silencioso y de lectura, donde solo se escuchan páginas y pasos. Nosotros lo vamos a transformar y convertirlo en una escena de terror, por ejemplo, solo mediante sonidos”.
Con ese propósito han ido grabando los sonidos y distorsionándolos con efectos, pues la consigna es transportar a otro lugar a los usuarios que se encuentren en el repositorio de la Universidad de las Artes. En el ensayo, Medina y Jaramillo revelaron haber utilizado el programa de ordenador Ableton para crear sonidos y distorsionar ambientes (es un secuenciador de audio y MIDI, aplicación también conocida como DAW (Digital Audio Workstation).
En similar práctica, y afinando detalles de lo que serán sus intervenciones, se encontraban en la misma sala del edificio Tábara Emanuel Maridueña y Ruth Mendoza, de cuarto y quinto semestre de la carrera Artes Musicales y Sonoras, respectivamente, y Belén Villalba, de sexto semestre de Creación Teatral. Organizados acorde a la preparación académica que reciben, los dos primeros iban a producir sonidos con la voz y un contrabajo, mientras que la alumna de Artes Escénicas lo haría con su cuerpo. “Tendré como base una funda, así es que si pongo una mano o un pie, ante cualquiera de mis movimientos esta va a sonar; haré sonidos también con objetos muy cotidianos: madera, plástico, llaves…”.
Así como el primer grupo, el conformado por Maridueña, Mendoza y Villalva recurrieron al programa Ableton y aprovecharán las distorsiones que propiciarán para crear un ambiente nuevo y ajeno a lo cotidiano.
David Pazmiño y Rommel Naranjo, quienes cursan el cuarto y quinto semestre de Producción Musical y Sonora, contaron que sus participaciones partían de dos conceptos: ritornelo e intervención sonora. El primero, explicaron, es una figura melódica o rítmica que se repite y va creando un espacio (delimitándolo) y modificando la atmósfera. “Queríamos crear un espacio y las condiciones análogas y digitales para que ese fenómeno que es el sonido se pueda alterar y resignificar”.
Como la intervención se realizará en la biblioteca, Pazmiño y Naranjo sostuvieron haber considerado importante cuestionar esos silencios o sonidos cotidianos y funcionales para ir probando qué nuevas atmósferas se pueden crear y territorializarlos. Anotaron que el grupo también lo integra Sabaa Guerrero, de la carrera de Creación Teatral, y que cada uno ha ido añadiendo elementos de lo que llevarán al repositorio de la UArtes para la instalación sonora.
El cuarto grupo presente en el ensayo, uno de los últimos antes de la puesta en escena de la propuesta, lo integran María de los Ángeles Largo, Bryan Lamiña y Génesis Galarza, todos estudiantes de la carrera de Producción Musical y Sonora de la Escuela de Artes Sonoras. En diálogo con InfoUArtes señalaron que, siendo de la materia de Experimentación Sonora, lo que harán justamente es experimentar para llevar un mensaje a través de los sonidos.
“Tenemos la idea de que sea un audio o una sensación, una experiencia espacial. En una primera parte de nuestra escena vamos, utilizando el programa Ableton, a recrear sonidos galácticos y a medida de que la gente se vaya adentrando en la biblioteca y vaya escuchando sonidos de pasos que estamos creando y de otros sonidos que no son los convencionales y menos los reales”.
Para la siguiente escena, Largo, Lamiña y Galarza también coincidieron en que pensaron en sonidos que pudieran generar miedo: voces hablando por todos lados como si salieran del subconsciente. Que estarán en la entrada de la Biblioteca de las Artes, agregaron, para desde allí trasladar a los visitantes al plano espacial que han trabajado e incluso de otros que los saque de la cotidianidad de estar en un lugar que, por lo general, es silente.
En la propuesta, concluyeron, habrá también un canto de sonidos, los cuales serán procesados por Ableton; no como algo primerizo o de entrada, sino para que se vaya expandiendo.
Texto y fotos: Carmen Cortez/Dircom. Colaboración: docente Rafael Santi, de la Escuela de Artes Escénicas.