El Salón de Usos Múltiples del Pabellón Araceli Gilbert, ubicado en el antiguo Palacio de la Gobernación, nuestra sede matriz, se convirtió la tarde del miércoles 16 de julio, en un aula expandida de escucha y creación con el ensayo abierto de música con las obras originales del compositor Wilson Haro, quien lo dirigió.
La actividad se dio en el marco de Inter[•]actos, los encuentros públicos de arte que nuestra institución de educación superior realiza desde el sábado 12 y mantendrá hasta este sábado 19. En este año llegó a su quinta edición con la temática “Habitares, espacios donde se desarrolla la vida”.
Lo que comenzó como una clase magistral sobre armonía terminó convirtiéndose en un vibrante intercambio entre músicos y público, donde la teoría se mezcló con la práctica y el conocimiento académico se amplificó con la sensibilidad colectiva.



Acompañado por una destacada pianista ecuatoriana y un ensamble de flauta, Wilson Haro propuso un recorrido sonoro que reinterpreta el folclor indígena andino desde el lenguaje sinfónico, mostrando cómo los ritmos y melodías ancestrales pueden dialogar con estructuras armónicas complejas sin perder su raíz. Cada pieza interpretada fue una exploración que respetó la esencia de los cantos originarios, potenciándolos con arreglos contemporáneos que abren nuevos horizontes estéticos.
La dinámica del ensayo se enriqueció con intervenciones del público, en una conversación abierta que abordó temas como el carácter universal de la música, la historia oculta de sus formas y la capacidad de cada cultura para construir su identidad sonora a través de sus instrumentos, rituales y modos de vivir.
“La música no solo se escucha, se siente, se habita”, dijo Haro durante la jornada. Y eso fue justamente lo que se vivió: un encuentro donde la música se ofreció no como espectáculo cerrado, sino como territorio compartido de conocimiento y emoción.
Este ensayo abierto confirmó que el arte sonoro no está hecho solo para ser interpretado desde la técnica, sino también para ser sentido como lenguaje común, como experiencia colectiva que une tiempos, geografías y sensibilidades. Una apuesta por el diálogo entre tradición y experimentación que dejó una huella vibrante entre los presentes.

El ensayo abierto de música con el maestro Wilson Haro fue el preámbulo para el concierto de músicas académicas ecuatorianas que el músico, compositor e investigador ecuatoriano brindó ayer, jueves 17 de julio, en la Plaza Pública del MZ14 Centro de Producción e Innovación de la Universidad de las Artes.
Texto: Eleinn Rivera Solís, estudiante de la Escuela de Literatura.







