La realización de la XXIII Conferencia Internacional del Sida estaba prevista en San Francisco, California (EE.UU.), pero por la emergencia sanitaria por el COVID-19 se efectuó vía online del 6 al 10 de julio pasados. AIDS 2020 (por sus siglas en inglés) es un evento en el que participan organizaciones nacionales e internacionales, así como las redes de personas y las redes comunitarias que trabajan sobre el tema del VIH.
Anthony Guerrero, estudiante de la Universidad de las Artes, estuvo presente en las jornadas, mismas en las que se identifican tres tipos de participaciones: la de los organizadores, de las empresas encargadas de llevar las conferencias y los escuchas. El alumno del quinto semestre de la Escuela de Literatura intervino en el tercer grupo, pero no representándose a sí mismo, sino como Coordinador de la Red de Jóvenes Positivos, dando uso así a una beca que ganó para poder estar en la exposición de avances en torno a la enfermedad, a las más recientes investigaciones y todo lo referente al VIH.
De cómo obtuvo la beca y el pase para AIDS 2020, Anthony Guerrero comenta que a inicios de año hubo una convocatoria y que, aunque a la vigésima tercera edición de las conferencias se puede acceder pagando, el propósito de la subvención es que los miembros de redes u organizaciones que carecen de recursos económicos –como es el caso de la red que coordina– puedan obtener la información actualizada sobre el VIH.
A su participación en el AIDS 2020 Anthony Guerrero la considera de suma importancia y por ello postuló para la beca, pues así puede conocer de primera mano las diferentes formas que cada país tiene para el tratamiento del VIH. También, tener referencias para el ejercicio de políticas públicas nacionales y la oportunidad de conseguir un sponsor para financiar los proyectos que se exponen, ya sea para mejorarlos en su país o para que sean replicados en otros.
Comenta que la noticia de que se había ganado la beca para el AIDS 2020 le llegó, vía correo electrónico, el 11 de marzo pasado. Confiesa que se emocionó, puesto que le significaba la oportunidad de conocer otros procesos y activismos alrededor del mundo. “Nuestra experiencia en el Ecuador no está a la vanguardia y resulta interesante saber cómo en otros países se está dando respuestas al VIH”.
Su reciente participación no es la única conferencia a nivel internacional en la que Anthony Guerrero ha intervenido. El año pasado estuvo en Nairobi Summit ICPD 25 y antes en el Encuentro Andino 2018 de Economía Social y Resistencias Sociales, así como en el IV Encuentro de Jóvenes Positivos 2017 en Cusco, Perú. La experiencia en la de California le generó expectativas, confiesa, pero que se haya realizado vía online no lo afectó porque hay algo más importante en qué preocuparse en estos momentos, como darle respuesta a la epidemia actual, sin restarle importancia al VIH. “La respuesta es conjunta, para que ni lo uno ni lo otro empeore”, expresa y agrega que, a propósito de la pandemia, en la cita “Camino hacia la vacuna del COVID-19” se dieron a conocer los resultados de una encuesta a nivel de Latinoamérica de personas que viven con VIH durante la cuarentena.
Para asistir a la XXIII Conferencia Internacional del Sida, el estudiante y activista debió adaptarse, primero, a la diferencia horaria y acoplar las jornada de clases virtuales de este I Semestre 2020. Con el manejo del idioma no tuvo inconvenientes, pues Anthony Guerrero habla inglés, ya tiene aprobados los siete niveles que se dictan en la universidad. “La mayoría de activismo que se hace sobre el VIH se maneja en inglés, así es que si quiero tener una participación más activa, entonces tengo que hablarlo”.
Su trabajo como artista y la labor comunitaria tienen mucho que ver, refiere y asegura comentarlo porque su concepción está cercana a las ideas del arte como política. “A veces como que entro en esa categoría, aunque yo lo vería más como una investigación. Es una investigación artística alrededor de un problema social que es la epidemia del VIH y que es, a su vez, un problema del cuerpo. A través de este concepto de cuerpo enfermo que es parte de mi investigación y que al llegar a ese punto se convierte en una especie de poética sobre el cuerpo”.