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Un Ensamble Lúdico Experimental que vivencia el arte a través del concepto del juego e integra todas las disciplinas

Este ensamble nace de una idea que muta continuamente. Así lo ven sus integrantes y el docente UArtes Antonio Cepeda, quien dirige el proyecto. Este “taller” busca devenir la materia de ensamble lúdico experimental en una cátedra libre, donde los alumnos de todas las escuelas artísticas puedan gestionar y vivenciar el arte a través del concepto del juego. Se adjuntan conocimientos de varias artes o, al menos, el objetivo es integrar todas las disciplinas que se imparten en la Universidad de las Artes.

Entre otros ideales está romper con varias expectativas y barreras de los estudiantes y vencer la visión categorizadora de las artes a través del espíritu transdisciplinario. En cuanto a la enseñanza musical, se juega mucho con la atonalidad, donde el sistema jerárquico de la música cambia de valor. La importancia de cada nota es igual, creando cadenas de nuevos sonidos.

En una de las demostraciones, una invitada, estudiante de teatro, experimentó una de las virtudes de las artes escénicas dentro del ensamble: poder controlar la música con el cuerpo. Cepeda explica que, a pesar de que la materia esté ambientada a las Artes Musicales y Producción Musical, existen varias perspectivas y modos de resolver estas expresiones a través del juego. Por ejemplo, la música también forma parte de un show, donde la teatralidad, las máscaras y los personajes son imprescindibles.

La estudiante de Artes Escénicas alzaba ligeramente un brazo, aquello determinaba la intensidad musical. Luego hacía temblar sus manos, eso significaba un vibrato. Después ondulaba los brazos como si fueran olas, su movimiento determinaba la espacialidad y volumen de los instrumentos. Finalmente, saltó y cayó de rodillas, dando como resultado un final precipitado de la pieza.

Una de las cualidades de este ensamble es su número de integrantes y es posible que crezca más. El grupo está actualmente conformado por los estudiantes de Producción Musical: Iván Roque, Esteban Idrovo, Janna Cedeño, Manuel Pinargote, Juan Plaza, Fernando Armijos, Alex Simball, Andy Vallejo y Andrés Guevara. De la Escuela de Artes Musicales están William Hernández, Nohemí Pantusí y José Solano. De Artes Escénicas, Álvaro Soto y Karen Fuentes, y de la Escuela de Cine, Bryan Almeida.

Llevar la música al movimiento corporal es solo una de las actividades que se hacen en el ensamble. Bryan Almeida compone imágenes abstractas y secuencias tomando como referencia los sonidos. Karen Fuentes, de Creación Teatral, es la encargada de diseñar monólogos teatrales y dirección general del ensamble.

En cuanto a los estudiantes de Artes Musicales y Producción Musical, tampoco se quedan atrás. Andy Vallejo, de Producción Musical, terminó siendo el bajista del ensamble, siendo su instrumento principal la guitarra. A parte de especializarse en géneros como el metal y rock, se adentró en la ejecución de la cumbia, electrónica, salsa, pasillo, etc. Andrés Guevara, percusionista y estudiante de Producción Musical, comentó que había dejado de tocar batería durante un tiempo. Gracias al ensamble retomó sus actividades como percusionista en torno al funk, jazz y la cumbia, géneros con los que no estaba familiarizado.

Estos momentos de exposición delicados, se tratan por medio de una convivencia sana y de iguales. Todos están expuestos a un proceso de descubrimiento continuo. Incluso, los estudiantes no pertenecientes a la Escuela de Artes Sonoras cambian las disciplinas de sus carreras en la ejecución de instrumentos musicales y viceversa. Por ejemplo, Cepeda comentó que una de las actividades del ensamble como materia fue asistir y participar en la sesión clown de la Escuela de Artes Escénicas, entre otras actividades.

Texto: Neysser Barberán Rodríguez, estudiante de la Escuela de Literatura.
Fotos: Camila Guerrero, funcionaria de la Escuela de Artes Sonoras.

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