En el marco del encuentro “Cultura: una respuesta estructural a las violencias”, se desarrolló una mesa de diálogo virtual en la que se analizó la crisis de seguridad en el Ecuador. Organizados por la Sede Nacional de la Casa de las Culturas de Ecuador (CCE), la Universidad de las Artes, la Universidad de Cuenca, Flacso Ecuador y la Universidad Indoamérica, la actividad tuvo lugar este jueves 25 de enero.
Los panelistas abordaron la complejidad de la problemática desde distintas perspectivas. El académico Fernando Carrión examinó el aumento de la violencia y del crimen organizado en el país, destacando la necesidad de políticas públicas efectivas. Fernando Cerón, director de la CCE, expuso el proyecto que aborda temas de cultura y seguridad, el cual destaca la necesidad de generar nuevos referentes culturales para evitar que la violencia y la narcocultura sean los únicos marcos de referencia en ciertas comunidades. Se mencionaron también investigaciones sobre seguridad y espacio público, así como la influencia de los medios de comunicación en la percepción de eventos coyunturales.
En el diálogo se reflexionó sobre la importancia de abordar la relación entre sociedad civil y Estado para construir oportunidades y evitar conflictos. A través de un video, Carla Hermida, otra de las exponentes, evidenció cómo la criminalidad se ha vuelto una opción para jóvenes en situaciones de abandono. Enfocó su investigación en la percepción de seguridad en el espacio público, especialmente para mujeres, mencionó la influencia negativa de los medios de comunicación y el sensacionalismo en la percepción de la violencia y la importancia del tejido social, la cultura y la participación del Estado para abordar la inseguridad.

La complejidad del problema requiere acciones integrales se concluyó, dando paso a Pablo Cardoso, director del Instituto Latinoamericano de Investigación en Artes (ILIA) de la Universidad de las Artes, quien hizo referencia a la violencia y los medios de comunicación en Ecuador. Destacó la responsabilidad de los investigadores en abordar esta problemática desde los espacios universitarios. Analizó cómo los medios de comunicación pueden manipular la opinión pública y amplificar el miedo, especialmente en situaciones de crisis.
La exposición de Fernando Carrión brindó una visión histórica de la violencia en Ecuador, destacando momentos claves como la dolarización, el Plan Colombia y la crisis económica de 2015-2017. Resaltó, además, la posición estratégica del país en el tráfico de drogas a nivel global.
El análisis de la evolución de la violencia y la reciente declaración de conflicto interno armado proporcionaron un contexto político y social relevante. Las posibles salidas futuras, ya sea acostumbrarse a la violencia o buscar soluciones integrales, quedan abiertas a la reflexión y acción.

Se señalaron, entre otras, que la sociedad podría acostumbrarse a la situación de violencia. Esto implicaría adaptarse a vivir en un contexto de conflictos recurrentes, especialmente durante eventos como elecciones. Esta opción sugiere que la violencia podría convertirse en una especie de “nueva normalidad”, y las estrategias se centrarían en gestionar y mitigar los impactos negativos en lugar de abordar las causas subyacentes.
Cambios en las políticas públicas y soluciones estructurales se enmarcó como una segunda posibilidad, lo cual implicaría un enfoque más integral y estructural para abordar las causas fundamentales de la crisis, como la debilidad institucional, la desigualdad socioeconómica y el papel del Ecuador en la red global del crimen. Este enfoque podría incluir medidas de prevención, fortalecimiento institucional, lucha contra la corrupción, desarrollo social y económico, entre otros.
En el ámbito de la planificación urbana y el diseño del espacio público, la seguridad también juega un papel fundamental. Un proyecto de investigación que se centró en analizar la percepción de seguridad en diferentes espacios públicos de la ciudad de Cuenca reveló que la presencia de iluminación adecuada, la limpieza y el mantenimiento del espacio, así como la presencia de otras personas, contribuyen significativamente a la sensación de seguridad de los ciudadanos.

Cardoso mencionó la toma del canal TC Televisión y cómo la cobertura mediática, especialmente la transmisión continua de eventos violentos, puede influir en la percepción de la realidad por parte de la audiencia. Señaló la existencia de una retórica sensacionalista en los medios de comunicación, cuestionando su impacto en la sociedad.
Exploró, además, la relación entre la sobreexposición a la violencia en los medios y sus posibles efectos a largo plazo en las actitudes, pensamientos y emociones de la audiencia. Resaltó la discrepancia entre la percepción diaria de violencia en los medios y las cifras oficiales de regulación, planteando la pregunta de cómo abordar esta diferencia.
Finalmente, el también director del Observatorio de la UArtes conectó la narrativa del miedo instaurada por el discurso mediático con consecuencias políticas, económicas y sociales en Ecuador. Se refirió a la aplicación de medidas y leyes en un contexto de crisis, destacando la posible influencia del miedo mediático en la toma de decisiones políticas.
Texto: Eleinn Rivera, estudiante de la Escuela de Literatura.







