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“La Piel del Tiempo”, poemario de Michael Santana, el movimiento es una palabra

La piel es una membrana de profundo presente, detrás de la piel se guarda el pasado y en el exterior (en lo explorado por la piel), aguarda el futuro.

Afuera del ahora restaurado y patrimonial edificio donde funcionó diario El Telégrafo me encontré con Amaranta Pico, quien observaba con curiosidad las esquinas que atraviesan la ciudad. Al notar mi presencia saludamos y caminamos hacia el mismo lugar. Ella fue tutora de Michael Santana, estudiante de la Escuela de Literatura. Lo interesante es que nos dirigimos a una de las salas de danza, donde “La Piel del Tiempo”, poemario y tesis creativa de Michael ejerció una postura corporal que convirtió la letra en un puente tejido de voces que comenzaron a resignificarse para que todos seamos un solo cuerpo.  

Los visitantes fueron invitados a participar también de un Jam de Contact Improvisación, mientras Santana recorría el salón presentando sus textos con vehemencia. Sobre el inicio de este trabajo, él comentó que comenzó su escritura hace mucho tiempo, el mismo refleja y relaciona dos lenguajes que son de su interés: el poético y la danza. “Una de mis preocupaciones siempre ha sido la del cuerpo porque considero que es en él donde se renueva la cultura, al mismo tiempo que considero a la poesía como un proceso que agita esta refundación del sentido en el cuerpo”.

La voz de Michael Santana fluía a través de todas las miradas de los asistentes. Santiago Harris, docente de la UArtes, comenzó a respirar desde el suelo su siguiente movimiento, poco a poco y en medio del ejercicio poético, los cuerpos de quienes se animaron también poblaron el espacio. Esto fue palabra/cuerpo/juego. “El ir de  oyente a varias clases de Santiago por mi interés por la danza hizo que  mi acercamiento a la literatura fuera de otro modo, pensando en la lectura como una forma de contacto con un cuerpo, una subjetividad corporeizada de alguna forma en el texto”, comentó y añadió: “Vi que el lenguaje que crean las artes escénicas es mucho más profundo en cuanto saltan los códigos establecidos, creando unas formas expresivas que pueden ser entendidas por varias personas sin importar su origen cultural, como que partí de la premisa de que la condición humana es corporal”.

Para Michael Santana entre los principales resultados de la construcción de este poemario está la exploración en la que intentó desorganizar su aparato perceptivo, desorganizar el sentido que estaba inscrito en su cuerpo por la misma cultura. Al respecto también dijo: “Creo que se abrieron caminos reconocibles para la indagación, creo que eso es uno de los resultados más interesantes de mi investigación. Por ejemplo, el reconocimiento de una ancestralidad en lo mineral, en lo vegetal y en lo animal, y cómo esta triada compone lo humano. Creo que es una pregunta que quedo abierta”.

El Jam de Contact Improvisación continuó y Michael Santana agradeció a sus compañeros y a su familia que lo acompañó ese día. La fuerza presente en la sala nos acogió a todos, nos unió a todos tal como él lo señaló: “Me di cuenta de que las artes escénicas (el teatro y la danza) también nos permiten crear unos lenguajes más profundos, tal vez más directos, porque está ahí el cuerpo, el lugar donde los afectos están tejidos, donde se imprime lo real constantemente”.

Texto: Tyrone Maridueña

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