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Lídice Huerta y su resiliencia en “Sensaciones-aproximaciones”

“Sensaciones-aproximaciones desde mi distanciamiento”. Este es el tema del proyecto de titulación presentado por Lídice Rocío Huerta Pinargote, sustentado previo a la obtención del título de licenciada de la Escuela de Artes Visuales de la Universidad de las Artes.

Este trabajo es el resultado del estudio y aceptación de un cuerpo diferente afectado por una enfermedad incapacitante, hasta llegar a un estado de resiliencia, que llevó al autor al aprendizaje de las artes visuales como medio de expresión y conocimiento, señala Lídice Huerta en su tesis. “Este proceso me ayuda en mi recuperación emocional y cognitiva, ya que, mediante la escultura, la pintura y la poesía logro expresar y hacer visible a una comunidad que debe ser integrada a la sociedad en todos los aspectos: culturales, laborales y de aprendizaje”.

Los miembros del tribunal de defensa para el proyecto de la hoy licenciada fueron el Mst. Carlos Terán Vargas, tutor del proyecto presentación artística, y Mst. Xavier Patiño, docente y director de la Escuela de Artes Visuales. Ella señala que la situación médica por la que atravesaba y que afectó profundamente su sentido de vida e identidad fue la motivación de su proyecto. “El diagnóstico me obligó a percibirme como una persona que tiene una enfermedad, y que debía acomodar su vida y decisiones a las particularidades y limitaciones que la enfermedad presentaba”.

Lídice Huerta explica que a partir de su diagnóstico surgieron muchas interrogantes que no lograba contestar y que le afectaban sobremanera. Por eso decidió convertirse en creadora de su propia historia, ya que día a día la enfermedad la obligaba, por medio de la creatividad, a vencer las barreras físicas, mentales y emocionales que esta conlleva.

Dice que hizo cambios que fueron necesarios para rehacerse como ser humano. “De igual manera, era importante desenvolverme en otro contexto con las habilidades y capacidades que tenía, pues por medio del aprendizaje y el desarrollo creativo podría generar una voz del mundo interior de las personas diferentes”, agrega.

“Las palabras cuerpo, identidad, acción y arte se convierten en el eje discursivo de este proceso, porque cuando el cuerpo es afectado por una enfermedad, perdemos nuestro sentido de identidad. En su lugar, yo tomé conciencia y llegué a la aceptación de la realidad, que es el estado de resiliencia que tiene el ser humano. Este estado nos lleva a resistir y salir adelante de situaciones como una enfermedad o una situación difícil”.

Indica también que decidió que, “si el mundo laboral me había desechado, entraría al mundo universitario para adquirir conocimiento y demostrar que poseía otras capacidades y que las iba a desarrollar; en el arte encontré mi voz”.

Ingresó en la comunidad estudiantil de artes para dar cuenta de que la discapacidad no es una limitante para crecer como individuo. “Para mí, esta palabra no está en mi repertorio vocal, es que no somos ni discapacitados ni incapacitados, presentamos una condición especial, pero no nos inhabilita para nada”.

En cuanto a la pertinencia de su trabajo, Lídice Huerta considera que sí lo es y que actualmente la inclusión no debe ser una palabra más del vocabulario, sino una acción generadora de reacciones en la sociedad para lograr un mundo mejor. “Me he valido de medios que pudieran no solo expresar, sino introducir en las vivencias de las personas diferentes. Uno de ellos el performance, porque el cuerpo se interrelaciona con situaciones que no conoce e interactúa con ellas, logrando que el espectador se concientice sobre un tema en particular”.

Sobre sus intenciones al escribir este proyecto señala que como estudiante de Artes Visuales y paciente diagnosticada con esclerosis múltiple puede ratificar que las actividades artísticas que ha desarrollado, al inicio en el Instituto Tecnológico de Arte del Ecuador (ITAE) y luego en la Universidad de las Artes, han aminorado la progresión de la enfermedad y han permitido que, dentro de los límites que ella impone, pueda terminar esta etapa de aprendizaje. “Una de mis intenciones es dejar sentado un precedente en el arte para que la inclusión no sea una mera intención, sino un hecho real en el que las personas con capacidades especiales encuentren un lugar significativo”.

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