En la Galería del CIF y en las bóvedas de este espacio expositivo del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes, se mantendrá abierta hasta el 5 de enero de 2024 la muestra colectiva “Máquinas del Verbo” de los artistas de la sexta cohorte de graduados de la Universidad de las Artes.
La exposición se inauguró el pasado 6 de diciembre y fue una de las actividades que, como en años anteriores, se realiza previo a la ceremonia de graduación, la cual tuvo lugar el viernes 8 en el Pasaje Illingworth, campus centro de la UArtes. Los artistas expositores son: Génesis Flor, Richard Ubidia, Andrea Moreira, Belén Mendoza, Bryan Ramírez, Cristina Díaz, Emmanuel Mora, Génesis Olvera, Jeanella Montalvo, Ivanna Coello, Johan Garrido, Shilla Montesdeoca, Sofía Gutiérrez, Vicky Espinel y Mariela Chele.
La curaduría de “Máquinas del Verbo” es de Madeleine Gómez. En su texto curatorial, que se puede leer en la sala de exposición, señala: “La imperiosa necesidad humana de darle un nombre o sentido a todo suceso, fenómeno, objeto o hecho que acontezca en el universo, se consuma a través del lenguaje, el mismo que puede ser limitado o finito, dentro de un todo ordenado. Como solución a la esencia innata de otorgar significados acudimos a las palabras, estas nos ofrecen una forma de acceder al mundo y a las visiones del hombre. El apunte, la bitácora, el texto garabato, es entonces la aproximación directa a los procesos creativos de una obra. Dando paso a las mutaciones del texto, el cual se torna en: imagen, color, forma, oralidad, narrativa, materia e imaginario. Bajo esta suscripción el artista es entonces un militante de la palabra o una máquina del verbo”.
En su texto curatorial, Gómez hace una pausa para incluir el significado que el diccionario da la palabra verbo: clase de palabra con la que se expresan acciones, procesos, estados o existencia que afectan a las personas o las cosas; tiene variación de tiempo, aspecto, modo, voz, número y persona y funciona como núcleo del predicado.
La curadora continúa su análisis del contenido de la muestra señalando que verbo permite trasladar el texto a otros lenguajes, como pintura, instalación, video. Cada obra, como fragmento de un relato más extenso, se erige como un intento de ordenar el vasto universo a través del lenguaje. Exhórtese en pensar en la palabra “rosa” y caerá en un laberinto de significaciones lingüísticas, del mismo modo que era concebido el lenguaje para Walter Benjamín “todo método verdadero – múltiples problemas nuevos”.
Ya adentrándonos en el contenido de la muestra, el primer recibimiento para el espectador es una puerta con una mirilla para ver lo que hay detrás de ella. Se trata de la instalación “El Susurro” de Cristina Díaz, quien en la cédula introductoria de su obra señala: la formulación de la presente propuesta se fundó en algunos elementos suministrados por las jóvenes pertenecientes al Centro Adolescentes Infractores Femenino María José. Estos elementos fueron extraídos de los relatos confeccionados durante las sesiones de terapia narrativa”.
El recorrido continúa con la propuesta de Sofía Gutiérrez, una trilogía en acrílico sobre vidrio; de Richard Ubivia, la instalación de una red en caña gadúa; de Mariela Chele, S/T, propuesta mixta acrílico sobre lienzo textil; de Jeanella Montalvo, “Almanaque de doloridad”; de Belén Mendoza, la video instalación “Resonancia”; de Ivanna Coello, “Abajo de los lechuguines hay serpientes”; y de Shilla Montesdeoca, “Ramificaciones”, una instalación de caña gadúa y fluorescencia de coco. Le siguen, entre otras piezas, el trabajo de Andrea Moreira titulado “Prakta”; de Emmanuel Mora la video instalación “BDSM”; de Génesis Olvera, “El escondite”; de Bryan Ramírez, “Solo 50 ctvs & Va a llevar” y “Vivo, vuelo, aterrizo”; y de Johan Garrido, una instalación.
Texto y fotos: Carmen Cortez/Dircom