En una segunda edición, y en el marco de Inter[•]actos, encuentros públicos de artes, en la galería y las bóvedas del CIF del MZ14 Centro de Producción e Innovación se inauguró la “Prototeca: sonidos indirectos”, la cual presenta proyectos de los artistas/docentes e investigadores Pedro Cagigal, Juan José Ripalda, Roberto Moscoso, Pablo del Pozo, Remigio Vásconez, Aracely Sánchez, David Barberán, Rafael Santi, Ruth Cruz y Paulina Romero.
Una propuesta de la Minga Multimedia de Arte y Tecnología, la cual ha sido trabajada por los expositores en torno a un diplomado en el Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS), comentó a InfoUArtes el artista y académico Pedro Cagigal el día de la inauguración de la muestra, registrada ayer, martes 15 de julio de 2025.
En el recinto expositivo, se indica que “Prototeca: sonidos indirectos” no se trata de una simple instalación de obras individuales, sino de una experiencia inmersiva y experimental que propone un diálogo entre tecnologías análogas y digitales, entre el arte matérico y lo intangible del sonido. El recorrido se construye a través de piezas abstractas que desafían la linealidad, la lógica narrativa y la pasividad del espectador.


La propuesta curatorial permite que cada visitante active su propio mapa sensorial: hay esculturas sonoras, ambientes retroalimentados por frecuencias inaudibles, proyecciones que responden a la vibración, y estructuras que parecen respirar en sincronía con el entorno. Todo bajo una atmósfera común que evoca lo intangible, lo resonante, lo que no siempre se ve, pero sí se siente.
Recorrerla resultó una invitación a acercarse al sonido como un potencial material poético que se carga de significación a través de procesos de singularización, descontextualización, duplicación, ficcionalización, amplificación, distorsión, interactividad, entre otros. Lo sonoro como una estrategia para sugerir una doble escucha. Por un lado, una fuente sonora original y, por otro, diversos medios que, atravesados por intencionalidades autoriales, la transgreden y llenan de significado.
Este doble acercamiento genera una reflexión, un reflejo tanto sobre la fuente sonora como sobre el mismo acto de la escucha, se lee al interior de la exposición. Esta, anotó Cagigal, presenta de alguna forma los proyectos finales de los artistas docentes. Hay obras recicladas de otros momentos, pero que también de nueva vida, sostuvo.
Las piezas hablan sobre el sonido indirecto y sobre pensar en la mediación del sonido, en pensar en el sonido ampliado y en la música en su campo ampliado y no solo desde la melodía, el ritmo y la armonía, sino desde distintas posibilidades sonoras. La mayoría de lo expuesto en la “Prototeca” son proyectos sonoros y un par que, aunque no lo son, han sido trabajados sobre el concepto del sonido indirecto como tal, refirió Pedro Cagigal.


En el espacio expositivo, el público pudo conocer –por ejemplo– la investigación, en un archivo científico, de sapos ecuatorianos. De entre cientos de sonidos de sapos se hizo una selección y de estos se trabajó una pieza que está entre el paisaje sonoro y la música en sí. “Hay respuestas vocales a los sapos. Dos voces de personas les están respondiendo y cantan estableciéndose un diálogo”, refirió el docente de la Escuela de Cine.
Juan José Ripalda llevó a la “Prototeca” proyectos trabajados con amplificaciones de traductores, que transmiten el sonido a través de materiales como distintos tipos de madera. “Se puede tocar y sentir la vibración del sonido y cómo se transmite a través de estos materiales que tienen algún tipo de ayuda para que surja ese sonido”, explicó Cagigal.
De Rafael Santi, docente de la Escuela de Artes Escénicas, se presentó en el CIF del MZ14 una instalación sonora que transita entre la sinergia del espacio tridimensional de la Biblioteca de las Artes y el sonido en contrapunto al silencio. La propuesta la desarrolló con sus alumnos de la asignatura de Experimentación Sonora de la carrera de Creación Teatral en el repositorio de la Universidad de las Artes el pasado 27 de junio.


Pablo del Pozo, del Departamento Transversal de Teorías Críticas y Prácticas Experimentales, expuso en las bóvedas del CIF un proyecto que lleva a una persona a responder durante quince segundo una serie de preguntas para, mediante un complicado proceso de programación de uso de inteligencia artificial y softwares, clonar su voz y hacerla decir lo que no ha dicho. La experimentación evidencia cómo se llegan a dar información falsa e incluso alterar identidades.
También en las bóvedas se encuentran obras sonoras que están en ocho canales generando una sensación envolvente. También un mapping interactivo (técnica consiste en proyectar imágenes o animaciones sobre superficies tridimensionales, como edificios o esculturas, para crear efectos visuales sorprendentes) y otro de control. Obras de tecnología más ligadas al sonido. “Y habemos docentes que no venimos necesariamente del campo sonoro, pero que hemos incursionado en la exploración de sonora”.
En suma, la exposición “Prototeca: sonidos indirectos” le dio al CIF y a las bóvedas un ambiente cargado de vibraciones, frecuencias y formas abstractas; una atmósfera envolvente que lleva a quienes recorren estos espacios a trascender el sentido visual y apostar por lo sonoro como medio de percepción, reflexión y creación.

Texto: Carmen Cortez/Dircom y Eleinn Rivera/Estudiante de la Escuela de Literatura.







