Con la investigación a la que tituló “El Testigo del Sigilo”, Jean Carlo Guizado Rubio buscó visibilizar la fascinación por indagar entre los medios de creación artística el material orgánico y los objetos encontrados. “Se nutre de una serie de valores inmediatos de contenido social, interdisciplinario y filosófico, es decir, a partir de estos contenidos la producción artística explora sobre la elaboración del papel, de la tinta y de los métodos de impronta y superficie”, explica el estudiante de la Escuela de Artes Visuales, quien el 1 de mayo hizo –mediante videoconferencia– la defensa de este proyecto, previo a la obtención de la licenciatura.
“El Testigo del Sigilo”, agrega, permite exhibir una conciencia expandida sobre el dibujo, la fotografía, el video y la escultura. “Reflexiona a partir del texto Ser cráneo, lugar, contacto, pensamiento, escultura, del teórico George Didi Huberman, sobre la hipótesis de un descenso a la arqueología del sujeto, a fin de encontrar en la especificidad un punto reflexivo que dé pie a esta investigación. Fue así cómo resurgió cierta inquietud sobre la esencia e importancia de reflexionar sobre ello ahora”.
Jean Carlo Guizado sostiene que le resultó interesante hallar en la literatura de relatos fantásticos –de autores como Franz Kafka– posibles conceptos o nociones que bajo su percepción podrían contribuir a homogenizar la propuesta de esta práctica artística. “Esta necesidad o impulso interdisciplinario se ve motivado por un proceso biológico denominado ‘metamorfosis’, mismo que abraza el autor antes mencionado”.
“Se genera una suerte de escritura creativa en la cual encuentro cautivadora la capacidad lúdica de entablar reflexiones desde la ficción. En este sentido estuve muy de cerca con la escritura kafkiana debido a las lecturas de sus ensayos (…)”. De la misma manera, añade Jean Carlo Guizado, bajo el efecto mutación buscó desarrollar dinámicas o estrategias de producción a partir de la consigna de que estas obras se hallen elaboradas acorde a las especificidades del lugar: una bodega de materiales y bienes en mal estado y obsoletos en su natal Milagro.
“Al gestionar la apertura para que este espacio fuese parte de la muestra encontré, según documentos familiares, que un segmento de los predios de esta bodega pertenecía a mi bisabuelo Víctor Manuel Rubio. Surgió entonces la necesidad por corroborar dicha información y acudí con mi abuelo al Registrador de la Propiedad de Milagro para solicitar información, como código catastral, actividad comercial, calificación de artesano (…). En este sentido, explorar las posibles relaciones entre lo propuesto en esta investigación y el espacio dio un giro significativo, debido a que ahora todos estos procesos de transformación de archivo, impronta y de exploración sobre superficies se volvieron una necesidad de reivindicación de lo esencial”.
El estudiante menciona también que en su proyecto plantea la necesidad por encontrar un significado a la relación contemporánea entre el ser creador, el umbral y el territorio, y menciona a autores como Joseph Beuys, para quien el testimonio individual forma parte de la creatividad humana, en este sentido el artista es un creador de dinámicas. “Conceptos que discuten G. Didi Huberman, Deleuze y Guattari. Para Huberman, el umbral es la capacidad que tiene el artista de dar carne y forma a lugares improbables e imposibles; Deleuze y Guattari discuten sobre el territorio, que es entendido como lo que un animal recolecta, crea y guarda dentro de un sistema o espacio vivido”.
Desarrollar “El Testigo del Sigilo” le tomó un año; seis meses para la investigación y otros seis para la muestra individual. Comenta que la sustentación online fue similar a la presencial, se siguió el protocolo establecido y como le va muy bien con la tecnología la experiencia fue enriquecedora.
El docente Paolo Vignola, su tutor, comentó desde el campo teórico que su proyecto de investigación tenía una conciencia y coherencia sobre el buen manejo en cuanto a los filósofos y sus conceptos (Deleuze, Guattari y G. Didi Huberman), expresa Jean Carlos Guizado, quien trabaja como diseñador gráfico y aspira, una vez concluya la emergencia sanitaria nacional, estudiar una de maestría. Llevar su investigación a una publicación artística promovida por la UArtes a través de la convocatoria de UArtes Ediciones es también un plan a futuro, así como producir su primera muestra individual de pintura.