11:00, sábado 2 de mayo de 2020. El jurado de tesis está listo para escuchar vía videoconferencia a María Solange Del Pozo Lamilla, de la Escuela de Cine, defender su trabajo final al que tituló “Elaboración de la producción del cortometraje documental Entre mangles y derivas, dirigido por Camille Enríquez”. La suya fue una función individual dentro de una realización cinematográfica grupal: la de productora.
“Entre mangles y derivas es un corto documental que nos lleva al Golfo de Guayaquil, en específico a la comuna Bellavista, donde Adrián y Francisca nos muestran sus cotidianidad relacionada a la pesca artesanal, el agua y las mareas, que no es muy diferente a las otras comunas a lo largo y ancho del Golfo. Las historias transitan, viajan a través de la naturaleza que se encuentra en constante conflicto con los paisajes industriales”, señala.
“Mi temática gira en torno a cómo se llevó a cabo la realización del cortometraje, siempre mirando desde el departamento de producción. Sin alguien que esté a cargo del área logística, es difícil que un proyecto salga adelante o se finalice. Usualmente cuando se piensa en cine, se acuerdan de toda la parte artística, que es importante y llega al espectador, pero sin la producción la gente no se moviliza porque no hay transporte, contratos, honorarios, permisos, equipos, seguridad, resguardo y un sinnúmero de requerimientos que pueden variar de acuerdo a cada proyecto”.
Indica que la preproducción nace al lanzamiento de la convocatoria de los fondos para la unidad de titulación de la Universidad de las Artes. “Ganamos y con ello logramos financiar parte del proyecto y el uso de equipos y cabinas de edición. El rodaje nos tomó un mes, aproximadamente, y la posproducción se alargó por cuestiones de tiempo de cada uno”.

Como grupo, añade, se hicieron a la idea de que defenderían sus tesis en línea. “Primero por el paro de octubre del 2019 y luego por la pandemia (del COVID-19)”. De la enseñanza online, debido a la pandemia, María Del Pozo opina que lo interesante es poder rebobinar la información que se sube en esos espacios. “Lo que hay que tener es disciplina para dedicarle al menos un par de horas al día y estar pendiente de las noticias u actualizaciones –un deber, una lectura nueva, un ensayo, un proyecto– y un internet que no se caiga cuando son las pruebas cronometradas en línea o, cuando son modo conferencia, estar activando y desactivando cada tanto el micrófono para no saturar el audio y el diálogo se pueda entender”.
Al proyecto en el que participó lo describe como una experiencia hermosa. En Bellavista el tiempo no se llevaba como en Guayaquil o Babahoyo, donde resido hace dos meses. Que es presuroso o lento y estresante. “Es un tiempo que te permite hacer tu agenda del día, reflexionar sobre aquello, tomarte un respiro y sentirte bien contigo mismo, a pesar de las carencias de los servicios que consideramos básicos actualmente”. Estudiar una maestría es lo que María Del Pozo planea realizar una vez que obtenga la licenciatura y volvamos a la “normalidad”. “Hay dos proyectos que tengo en mente y colaborar nuevamente en algunos proyectos de la UArtes, como en el CRS femenino”.







