En nueva fase, el proyecto de vinculación con la comunidad “Bibliotricimoteca Vol. 3” se extiende hacia los adultos mayores

El proyecto de vinculación con la comunidad “Bibliotricimoteca Vol. 3”, dirigido por Marcelo Leyton, docente de la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad de las Artes, cumple en este 2024 la tercera fase de una “mediación artística en proceso”, realizada a partir de la implementación de talleres, creación y muestras artístico-culturales que contribuyen a ampliar y dinamizar la cobertura de una educación no formal en artes.

Son acciones dirigidas especialmente a niños, jóvenes y adultos mayores de la cooperativa Sergio Toral, El Fortín, el centro de Guayaquil y otros espacios donde se puedan aplicar actividades y objetivos del proyecto. Simultáneamente, el fuerte y campo de acción de “Bibliotricimoteca Vol. 3” es seguir fomentando procesos de inclusión para contrarrestar prejuicios y estereotipos mediáticos socio-culturales que estigmatizan sectores vulnerables.

Durante el cierre del segundo ciclo, a finales de marzo pasado, hubo una exposición de los logros alcanzados, donde el docente de Creación Teatral también compartió las características de la tercera fase en mención. InfoUArtes dialogó con Marcelo Leyton, tanto por la etapa concluida como por la nueva fase que en estos momentos está desarrollando.

¿Cómo se evalúa el progreso y el éxito del proyecto y qué cambios se han realizado o se deben realizar según sus resultados? A lo primero, Leyton respondió que se valora la oportunidad de continuidad y la ampliación de la cobertura con la participación de los estudiantes, el acompañamiento de las contrapartes y, sobre todo, la confianza que se va construyendo con la comunidad. A lo segundo, dijo que a la nueva fase se integró un nuevo objetivo: el trabajo con los adultos mayores de las comunidades, especialmente con aquellos padres y/o abuelos de los niños y niñas que esperaban mientras sus representados asistían a los talleres; por esa razón decidieron abrir un taller de literatura, para que su tiempo sea aprovechado.

¿Los objetivos planteados para esta tercera fase del proyecto son todavía relevantes para las necesidades actuales de la universidad y la comunidad? “Si, porque se requiere ampliar la cobertura de espacios que permitan una educación más integral –no formal– en artes; aplicar eso también es un derecho más allá del cumplimiento de una función sustantiva de la universidad. Por eso, es necesario profundizar los procesos en cada comunidad para generar un pensamiento más sensible, pero crítico, que contribuya a fortalecer las características de cada comunidad y que, al mismo tiempo, dialoguen con otras comunidades a través de los procesos pedagógicos compartidos”.

¿Cuáles son los resultados que se esperan del proyecto? Leyton respondió que tomando como antecedente al Gran Teatro de Monte Sinaí (GTMS), que integran veinte jóvenes de la comunidad y viene trabajando desde hace cinco años en/desde la comunidad, lo cual se evidencia en Escenas cotidianas, Historia de unas muñecas abandonadas and Algo muy grave va a pasar en este pueblo, obras en repertorio que demuestran el potencial creativo y la permanencia de un grupo de teatro en comunidad. “Esta experiencia puede replicarse a otras disciplinas artísticas. Sería muy grato contar con una brigada de dibujantes, un círculo de escritores/lectores, un grupo musical o de danza, en fin, crear procesos educativos no formales en otras disciplinas artísticas, considero que eso es posible”.

¿Estos resultados se alinean con los objetivos actuales del proyecto? “Sí, la continuidad y los resultados contribuyen a fomentar el interés por el arte, creando mayores condiciones para ampliar las audiencias, creando ese anhelado nuevo público. Por eso considero que un proyecto para que tenga una mayor y múltiple incidencia debe sostenerse in situ el mayor tiempo posible, en eso andamos”. 

¿Cómo ha impactado el proyecto a la comunidad hasta ahora? “El impacto más importante es lograr tener la confianza del trabajo tripartito entre la universidad, la organización Misión Alianza de Noruega en Ecuador (MANE) y la comunidad, situación que nos permite continuar y sostener la cobertura en la realización de los talleres y las muestras artístico-culturales en diferentes espacios de las comunidades”.

¿Cómo se puede mejorar el impacto del proyecto en la comunidad? “Considero que la divulgación es muy importante, por eso hay que alimentarla permanentemente, para que más instituciones y comunidades puedan sumarse a la participación de este proceso. Por otro lado, la gestión cultural comunitaria debe lograr afianzarse desde la generación de sus propios recursos, es un camino muy complejo, sobre todo por las condiciones de nuestra ciudad, pero considero que no hay cambiar el horizonte”.

¿Cómo pueden los estudiantes participar en el proyecto? “Todos los estudiantes deben cubrir un total de 96 horas de prácticas de vínculo en la comunidad y solo pueden participar en aquellos proyectos aprobados por la Dirección de Vinculación con la Sociedad. El proyecto ‘Bibliotricimoteca Vol. 3’ cumple con esta condición, por lo que todo estudiante de las diferentes escuelas de la universidad está invitado y puede inscribirse. Una de las importantes condiciones que debe tener es la predisposición para trabajar y enfrentarse con muchos imprevistos, el resto será parte de una edificante experiencia de inter y autoaprendizaje.

¿Cómo se puede aumentar la participación en el proyecto? “Soy de la opinión que no se trata de números, sino de perfiles adecuados para la realización del trabajo en comunidad. El o la estudiante debe acercarse no solo para cumplir con sus 96 horas de prácticas, sino desde una vocación pedagógica direccionada especialmente a este tipo de desafíos, Ver en el arte un espacio para crear mejores condiciones de vida. Por eso, una de las estrategias que he mantenido para motivar la participación es la divulgación del proceso, tanto en la comunidad como fuera de ella; además, en cada etapa se comparte de manera pública y a través de redes y de los medios digitales de la universidad, como InfoArtes, los objetivos alcanzados. Como dice la canción: ‘las cosas se cuentan solas, solo hay que saber mirar’”.

¿Existen colaboraciones con otras instituciones o actores externos? “Por supuesto, uno de los mayores colaboradores que funge como contraparte es la organización Misión Alianza, a través de Merwin Chávez, que junto al centro Desarrollo y Autogestión (DYA), con Álvaro Lanche y María Teresa Pabón, trabajan permanentemente en los sectores intervenidos. Nos colaboran en la organización y mediación con la comunidad, gracias al trabajo de ellos el proyecto tiene una sostenida continuidad”.

¿Cómo se pueden fortalecer o crear nuevas colaboraciones para mejorar el proyecto? “Divulgando los logros del proceso y compartiendo los objetivos alcanzados para que se reconozca la necesidad de promover in situ una educación artística no formal, solo de esa manera se podrá tener una incidencia social más concreta desde la misma comunidad”.

¿Cuál es la metodología utilizada en el proyecto? “Una metodología que pasa por los acuerdos, cuidados y organización colectiva entre universidad, contraparte y comunidad. Es un proceso que trabaja desde la realidad de cada grupo, enfrenta las limitaciones y resuelve imprevistos, tenemos al error como una oportunidad para el interaprendizaje, donde las experiencias sensibles nutren el deseo de aprender. Luego, en el siguiente momento se retoma la sistematización y la autoevaluación de las estrategias aplicadas. Esperamos al final de esta nueva etapa poder sistematizar la experiencia para compartir un cuadernillo del proceso metodológico”.

¿Es necesario actualizar la metodología para mejorar la eficacia del proyecto? “La actualización es siempre necesaria, pero se actualiza desde las realidades y los objetivos alcanzados porque las necesidades no son las mismas, también cambian permanentemente, sobre todo en esta coyuntura donde la violencia y la indiferencia gubernamental nos exige mayores cuidados”.

¿Cuáles son los recursos necesarios para llevar a cabo el proyecto? “En nuestro caso son algunos. Por ejemplo, se requiere mejorar la logística para trasladarnos a los espacios en comunidad. Frente a las limitaciones e imprevistos, la consigna es resolver y no porque no se planifique, sino porque las consideraciones tripartitas (universidad, contraparte, comunidad) son complejas. En cuanto a otros recursos, los materiales siempre son limitados, sin embargo, se logra conseguirlos para trabajar en los diferentes talleres propuestos, entre la comunidad y la contraparte también se resuelve”.

¿Cómo se pueden optimizar los recursos disponibles? “Los recursos y el tiempo no son suficientes, pero se pueden suplir desde una flexible planificación consensuada. La compleja comprensión de los procesos pedagógicos no formales en comunidad no siempre se logra, se debe entender que los ritmos en comunidad son diferentes a los de la universidad. Porque se suele trabajar desde la precariedad, reutilización y, por supuesto, aplicando mucha creatividad pedagógica”.

¿Cómo se comunica el progreso y los resultados del proyecto a la comunidad universitaria y al público en general? “A través del informativo de la universidad: InfoUArtes, medios de comunicación locales y redes de vinculación de la UArtes. Creo que son herramientas necesarias para visibilizar el trabajo. También considero que se comunica mejor compartiendo todas y cada una de las actividades creativas que se realizan in situ en el marco del proyecto o en colaboración con otros proyectos, precisamente eso también lo estamos haciendo con el proyecto de Casas comunitarias y Praxis”.

¿Cómo se puede asegurar la sostenibilidad a largo plazo del proyecto y qué estrategias implementar para ello? “Para lograr la sostenibilidad del proyecto considero que la comunidad debe empoderarse aún más del potencial que tienen las artes para que puedan asumir la batuta, de esta manera se podrá mantener y multiplicar el proceso de manera autónoma, recordando que se requiere, además, de un permanente aprendizaje y una creativa gestión para sostenerlo”.

Fotos: cortesía Marcelo Leyton, docente de la Escuela de Artes Escénicas UArtes. Talleres de Danza y de Literatura, de Bibliotricimoteca Vol. 3.

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