“Imposible pensar en la Escuela de Literatura y en la Universidad de las Artes sin Libre Libro como ese espacio fundamental de encuentro para los actores del campo literario y editorial del país, como ese espacio de visibilidad para las editoriales independientes y mucho más como un espacio fundamental para promover el ejercicio de los derechos culturales en el espacio público”.
Es parte del discurso del rector William Herrera en el acto inaugural de Libre Libro, Encuentro de Editoriales Independientes que en este año celebra su décima edición. Justamente, por el tiempo en que la Escuela de Literatura lleva organizando su evento hito es que, tanto nuestra autoridad universitaria como la directora de la unidad, María Alejandra Zambrano, rememoraron las anteriores ediciones.
Zambrano contó que antes de sumarse a la UArtes ya sabía de Libre Libro y destacó su evolución, así como los esfuerzos y el compromiso para su realización. Ponderó los aprendizajes, su evolución y el llegar a más espacios y personas. Agradeció a la audiencia que este miércoles 6 de noviembre se congregó en la Plaza Pública del MZ14 Centro de Producción e Innovación para el acto en el que también se inauguraron la muestra “Son, sazón y arrullos”, con los resultados del proyecto de investigación y de vinculación con la sociedad homónimos, y la instalación artística “Era una hoguera el puerto”, en la Galería del CIF y sus bóvedas, respectivamente.



Anotando que compartía un pequeño mensaje inspirado en recuerdos de lo que ha sido Libre Libro y su significado para la UArtes, el rector rememoró la edición que estuvo dedicada a las mujeres en la literatura y para la cual la diseñadora gráfica y docente Mercedes Salgado creó un póster espectacular que incluso ganó un premio internacional y los estudiantes participaron con gran entusiasmo en el concurso de disfraces que tuvo lugar en el comedor Mono Capuchino, que por aquel entonces se estaba inaugurando en el Pasaje Illingworth.
Entonces se hizo, además, el lanzamiento del primer número de la revista “Pie de página” y en ese contexto y en esos años, refirió el rector, empezó a conocer y valorar muchísimo el trabajo de los docentes que estaban detrás de la organización de la cita. María Paulina Briones, Andrés Landázuri y Solange Rodríguez, quienes junto a otros colegas impulsaron Libre Libro desde sus primeras ediciones.
A medida en que Universidad de las Artes fue incorporando otros espacios, como la Biblioteca de las Artes y el MZ14 Centro de Producción e Innovación, la feria de editoriales independientes se fue desplazando a las veredas de la calle Aguirre y Pichincha e incluso hasta esta Plaza Pública, donde lo tuvimos el año pasado “y mientras los libros iban ocupando estos espacios, se sumaban los esfuerzos de colegas como Alejandra Zambrano y Camila Carrillo”.
Organizar estas agendas requiere de muchísimo compromiso, el cual ha logrado mantener la vitalidad y el entusiasmo que han caracterizado a Libre Libro, anotó el rector e hizo referencia a la crisis energética que atraviesa el país. Este 6 de noviembre, dijo, se cumplen 50 días desde que empezaron los apagones, afectando en todo sentido al país, incrementando principalmente la violencia en la ciudad y el país. “Y para quienes trabajamos en la educación pública, en los procesos culturales, cada día nos enfrentamos a la fragilidad y precariedad de la institucionalidad. Ante ese contexto entiendo a Libre Libro como ese espacio para hablar de lo que está sucediendo en el campo cultural, de lo que nos preocupa y establecer planteamientos frente a la necesidad de una política de la paz. Para mí Libre Libro es un refugio para recuperar las fuerzas, la ilusión, la energía y la esperanza”.

María Alejandra Zambrano dio a conocer la programación de la cita, destacando que alineados al plan estratégico institucional, relacionados con las infancias, se concibieron varias actividades de mediación lectora y de presentación de libros infantiles, “pero también vamos a hablar sobre enfoques de acciones para promover una cultura de paz”.
Mencionó los conversatorios, así como las novedades editoriales, que son las presentaciones de libros que harán colegas de la UArtes, como las docentes Maritza Cino, Paulina Briones y Solange Rodríguez. También se presentarán los trabajos de nuestros estudiantes, como la Editorial Entrópica, iniciativa de Gabriel Delgado, alumno de Literatura, y la obra de Clara Sánchez, quien hizo su maestría de Escritura Creativa en nuestra institución y su libro es parte de la primera Colección de Posgrados. “Abrimos el espacio de Libre Libro para presentar, asimismo, propuestas de fuera de la universidad”.
Para debatir y analizar la crisis y el panorama político a nivel nacional e internacional, el Observatorio de la UArtes, que dirige Pablo Cardoso, abordará con varios autores el tema “Ecuador en crisis: novedades editoriales y lecturas para descifrar el panorama político actual”.
Se refirió a la charla magistral del doctor Loaay Wattad, en el marco de los diálogos de “Comunidades lectoras y construcción de paz”, que se desarrolla este jueves 7 de noviembre. Su título es “Vuelo y levitación en la literatura infantil palestina”. “Nos pareció pertinente invitar a alguien que viene de una zona de conflicto y guerra. Son miles y miles de personas las que han muerto en los bombardeos de una guerra que no tiene sentido y son millones las que han sido desplazadas de sus hogares; en los reportes difundidos desde distintas fuentes se indica que de la gente fallecida hay una gran mayoría de niños, incluso menores de un año”.

La directora de la Escuela de Literatura adelantó que en la muestra “Son, sazón y arrullos” se podrán escuchar algunas de las canciones que el grupo musical de la Fundación Karibu grabó en los estudios de la UArtes. “Algunos tienen que ver con el tema de la gastronomía”, expresó en alusión al proyecto de investigación “Cocina afroecuatoriana y patrimonio cultural: avivando la colaboración social y la resiliencia comunitaria a través del arte, la comida y la innovación”, cuyos resultados son los que se exponen en el CIF.
Los grupos de música y baile afroecuatorianos de la Fundación Karibu estaban listos para presentar lo que el líder comunitario Carlos Valencia señaló como “parte de los valores de nuestra cultura”, resaltando la familiaridad entre la UArtes y las comunidades que habitan. “Los artistas docentes y alumnos siempre nos visitan y más allá de ir a enseñarnos generan un aprendizaje mutuo basado en la experiencia, la práctica más allá de la teoría, el poder convivir con estas comunidades y aprender de la cotidianidad creo que es esencial y hacen más humanos a los humanos”.
De allá se dice que todo es peligroso y que todo es muerte, pero ese entusiasmo de la universidad nos hace creer que el arte es esencial para cambiar y transformar vidas, dijo y reveló que al sector de Cisne 2 y la Isla Trinitaria, de donde surge Karibu, en algún momento se la llamó la Isla de los Condenados, “pero estamos convencidos de que poco a poco, con el trabajo que se viene desarrollando mutuamente, se va a convertir en una Isla de Encanto”.
Como afrodescendientes, Valencia comentó que tienen muy presentes a la música y la danza, que hay canto tanto en la risa como en el llanto y que este les permite anunciar y denunciar todo lo que cotidianamente sucede en sus hogares. Lo dijo para dar paso a una presentación en la que hubo son, arrullo y baile.







