Tener presentes las recomendaciones ante sismos: antes, durante y después sugiere David Zapata, analista de Seguridad y Salud Ocupacional de Talento Humano de la Universidad de las Artes, quien destaca las capacitaciones constantes que se han venido dando en nuestra institución de educación superior en torno a la prevención de amenazas naturales entrópicas (fenómenos atmosféricos, hidrológicos y geológicos, especialmente sísmicos y volcánicos).
El diálogo de InfoUArtes con Zapata se dio a propósito del sismo registrado el 12 de enero anterior en el país, el cual tuvo como epicentro Durán y fue sentido no solo en la provincia del Guayas, a la que pertenece el mencionado cantón, sino en otras provincias. Saltó entonces la inquietud sobre los protocolos a seguir en caso de otras amenazas naturales.
Zapata recordó que, en noviembre del año anterior, la Universidad de las Artes participó en el décimo cuarto Simulacro de Terremoto en Guayaquil. El COE Cantonal fue activado y cada institución explicó sus protocolos y plan de contingencia, desplegándose recursos humanos y logísticos para atender el momento adverso.

“Esa tarde nos apegamos a una realidad no muy lejana, pues no hubo mayor información ni contacto entre brigadistas, lo cual fue intencional”, refirió Zapata haciendo alusión a que, con la experiencia de los apagones, se cuestionó qué pasaría si en una emergencia nos quedamos sin señal, cobertura y datos. “Cómo nos comunicamos con los otros edificios y qué hacer. Si se trata de un evento telúrico conocer las vías de evacuación es importante”, expresó, detallando que, en el caso de la UArtes, hay que tener en consideración que, si bien sus edificios no son muy altos, son patrimoniales y los riesgos ante un sismo son mayores.
Conocer las salidas de evacuación, los puntos de encuentro y las zonas seguras es la clave que nos permitirá precautelar nuestra seguridad e integridad, agregó Zapata.
El analista de Seguridad y Salud Ocupacional UArtes manifestó también que las capacitaciones y la socialización que se brindan en torno a las emergencias, en este caso por movimiento telúrico, son aplicables no solo para cuando estemos en la institución, sino fuera de ella, como el sismo registrado el domingo 12 de enero. “Donde estemos podemos resguardarnos y eso marcará la diferencia entre la prevención y las consecuencias”.

Como recomendaciones para antes, durante y después de las mencionadas amenazas naturales, Zapata señaló tener un plan familiar de emergencia y de evacuación, asegurar muebles y objetos que se puedan desprender, mantener una mochila con botiquín que incluya medicamentos recetados, linternas, radios, baterías, agua y alimentos no perecederos. Durante: mantener la calma y no correr, alejarse de las puertas o ventanas de vidrio, evacuar solo si está en el primer nivel de una casa o edificio y no usa elevador. Después: monitorear las recomendaciones de autoridades, mantenerse lejos de postes, cables, árboles y estructuras altas, seguir las rutas de evacuación hacia lugares seguros, usar el teléfono solo para pedir auxilio y no retornar al hogar o edificios sin verificar que no existan daños estructurales.
Zapata invitó a reflexionar en que si bien la UArtes cuenta con brigadistas –actualmente 27–, ellos son voluntarios que tienen la vocación de ayudar y, por tanto, debemos colaborarles cuando se registren estas amenazas naturales entrópicas. Que lo mencionaba, dijo, pensando en que hay que acatar las indicaciones que ellos den ante una emergencia.


La UArtes los capacita e invita a la comunidad académica y a los administrativos a tomar parte también de esas capacitaciones. “El simulacro de noviembre pasado nos dejó como evaluación que olvidamos lo que debemos hacer al momento de la emergencia”.
Cada edificio de la UArtes, dijo, cuenta con insumos propios de emergencia, como elementos para brindar los primeros auxilios y una camilla rígida para transportar a alguna persona lesionada, “pero nadie los sacó, entonces es como no tenerlos”. Zapata contó, además, que las mochilas de emergencia que se encuentran en las entradas de los edificios, junto a los guardias, cuentan con más insumos, como equipos de medición de pulso y oxímetro. “Todos los insumos de primeros auxilios en general fueron actualizados”.
En este 2025 están previstas más capacitaciones y socializaciones sobre el plan de emergencia, anotó Zapata, quien invitó a la comunidad a sumarse a las brigadas como miembros. “A veces piensan que por ser brigadistas van a tener reuniones semanales o mensuales y no necesariamente”.







