Por el Día Internacional de la Danza, que se celebró el pasado 29 de abril, la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad de las Artes preparó para la fecha varias actividades con sus docentes y estudiantes. El conversatorio Alumni UArtes, en el que participaron las graduadas Doménica Alcívar y Nadia Shupingahua; un Flashmob abierto al público; un Jam Impromóvil, con la docente Carolina Pepper; y la presentación de la obra “Chigualo para un angelito”, con la también alumnus Khrystel Ortiz.
Del conversatorio Alumni UArtes, que compartió con Nadia Shupingahua y tuvo lugar en la Biblioteca de las Artes, Doménica Alcívar anota haber notado el interés de quienes asistieron sobre las metodologías en las que llevan a cabo sus proyectos de investigación. “Muchos de los estudiantes presentes se encontraban dentro o próximos a ingresar a tesis, así que las preguntas que se realizan giraban en torno a ese proceso indagatorio, de selección y de estructuración”.
Igualmente, agrega Alcívar, saltaron inquietudes en torno a los conceptos abordados en sus trabajos. “En lo que respecta a mío, se hicieron consultas sobre cómo se abordó la cotidianidad en la escena y también sobre cómo desarrollé mi concepto de cuerpo. Personalmente, disfruté mucho del conversatorio ya que me permitió volver a vivir la investigación y, al mismo tiempo, reafirmar mis ideas, defenderlas y justificar toda esta investigación que surge del saber que poseen los cuerpos”.
Nadia Shupingahua, por su parte, indicó que participar como expositora fue una experiencia profundamente significativa. “Me permitió volver sobre los pasos que recorrí durante mi proceso de titulación, no solo desde una perspectiva técnica, sino humana y creativa. Compartir este trayecto frente a otros estudiantes y docentes me ayudó a dimensionar la complejidad de lo vivido y, sobre todo, a reafirmar ciertos aprendizajes fundamentales que deseo transmitir”.

Uno de los puntos que Shupingahua destacó en su intervención fue la importancia de elegir cuidadosamente al equipo de trabajo, ya que estar en el proceso de titulación significa estar bajo una gran presión y el tiempo es corto. “De tal manera que, contar con personas que sepan apoyarte y sostenerte en momentos de frustración o bloqueos es fundamental. También comenté lo afortunada que fui con mis tutores, dado que ambos supieron comprender la sensibilidad de mi proceso y me acompañaron sin imponer nada, para mí aquello es invaluable. Tanto mi tutora, Blanca Rivadeneira, como mi cotutor, Jorge Parra, me ofrecieron confianza, respeto y una libertad esencial por mi búsqueda. Gracias a ese acompañamiento, pude sostener un proceso delicado, sin sentirme sola”, expresó.
Otro aspecto que enfatizó en el conversatorio “Alumni UArtes” fue lo difícil que puede resultar realizar entrevistas sobre temas personales. “Hablar con mujeres de mi familia sobre el dolor, el silencio o el cuerpo herido implicó una ética de la escucha, una disposición al cuidado que va más allá de lo académico. En este tipo de procesos no basta con saber qué preguntar; hay que saber cómo, cuándo y, sobre todo, desde dónde. El respeto por quien comparte su historia es el primer paso para que la creación tenga un sentido profundo y verdadero”.
La graduada Nadia Shupingahua pudo compartir con el público lo necesario que es valorar la etapa de exploración dentro del proceso creativo. Muchas veces, dijo, se pretende llegar rápido a resultados visibles, “pero en experiencias como la mía –donde el cuerpo, el archivo sensible y la memoria son el material de trabajo–, la exploración es en sí misma un hallazgo. Es en esos momentos de prueba, de intuición, de error incluso, donde emergen los lenguajes propios, los signos que luego dan sentido a la escena”.
Su tesis, “El cuerpo habitando las memorias de su linaje femenino: vestigios de abuso y violencia que afectan el movimiento en la danza”, no solo fue un proyecto académico, sino un acto de recuperación, de reapropiación del cuerpo como territorio poético y político. “En la charla, sentí que esa experiencia también podía dialogar con otras búsquedas, que mis preguntas podían resonar en los procesos ajenos, y eso me pareció profundamente valioso”.
La alumnus dijo agradecer a la carrera de Danza y a quienes hicieron posible el espacio de diálogo junto con Doménica Alcívar. ·Escuchar otras experiencias de titulación también me recordó que, aunque cada camino es distinto, todos compartimos la necesidad de crear desde un lugar genuino. Ojalá que quienes están comenzando este viaje se animen a habitar su proceso con la misma entrega y confianza”.
Imágenes, cortesía: la foto de portada la tomó Emilio Llerena y corresponde a los ensayos para la obra «Yaya» que dirigió Nadia Shupingahua y en la que también intervino como intérprete Doménica Alcívar. La segunda gráfica corresponde al conversatorio «Alumni UArtes» que mantuvieron ambas graduadas de la carrera de Danza.