Explorar la memoria en movimiento a través de diversas actividades. Fue la invitación que las docentes de la Escuela de Literatura, Siomara España Muñoz y Solange Rodríguez Pappe, hicieron a la comunidad UArtes para la presentación de los resultados de un proyecto de vinculación con la comunidad que emprendieron hace un año junto con sus estudiantes y otros profesores.
Se trata de “Derivas, memoria en movimiento” cuya jornada de diálogos, música y talleres se desarrolló entre la mañana y tarde del viernes 30 de mayo de 2025, en la Plaza Pública del MZ14 del Centro de Producción e Innovación UArtes y la Biblioteca de las Artes. Que cerraban el proyecto con afecto y gratitud junto a estudiantes, docentes y comunidad, escribió posteriormente en su cuenta de Facebook Siomara España, compartiendo fotos de los momentos vividos, así como una breve reseña de lo que significó la propuesta desarrollada.
“(…) Nos ha dejado enseñanzas invaluables a estudiantes y docentes, ya que, desde vinculación con la comunidad, articulamos la pedagogía artística, la movilidad humana con las prácticas comunitarias, reconociendo al arte –en particular a la literatura– como herramienta crítica de mediación, encuentro y reparación, a través de talleres literarios en territorio, para pensar la escritura y el derecho de narrar las topografías ausentes a través de la memoria, la evocación y el diálogo dentro de la dimensión ética y afectiva del quehacer pedagógico. Porque la docencia nunca comienza o termina en el aula”.


Este mismo sentir y reflexiones expresó en la muestra de resultados, la cual compartió con Solange Rodríguez y tuvo como presentadores a cuatro estudiantes de la Escuela de Literatura: Mell Hungría y Leandro Cassanello, al inicio, y Rebeca Alvarado y Manuel Flor, luego. Justamente, Siomara España tuvo palabras de agradecimiento para el alumnado, “la razón de ser de la UArtes y el pilar de un barco que llamamos ‘Derivas’, nave en la que se embarcaron casi sin preguntas y con el solo deseo del trabajo compartido, aceptando la travesía con la nobleza de quien cree no en el puerto, sino en el viaje”.
Agradeció también a las autoridades UArtes presentes. El rector William Herrera y los vicerrectores Olga López y Bradley Hilgert; de entre los funcionarios y docentes presentes, a la directora de Vinculación con la Sociedad, María José Icaza, y Yanella Duarte, directora del Coro Ánima, que integran adultos mayores y luego se presentaron. De la cooperación externa, a Estefanía Ángel, en representación de la EP de Desarrollo, Acción Social y Educación (DASE) del Municipio de Guayaquil, y a los delegados del Comité de Derechos Humanos.
Siomara España hizo especial mención a la ministra de Cultura y Patrimonio, Romina Muñoz, quien colaboró en la consecución de una biblioteca comunitaria en el barrio de La Chala y a la Casa Morada y su directora, la docente María Paulina Briones, por dotar del mobiliario para contar con esa pequeña y hermosa biblioteca infantil.

En la bienvenida, Solange Rodríguez anotó que había preparado un breve texto en el que reseñaba el recorrido que tuvo el proyecto, un mapa de gratitud hacia los alumnos que se sumaron al sueño de un mundo sin fronteras. De la poeta Liliana Felipe citó la letra de la canción “La extranjera”: “Hablo con dejo de otros mares y ya no sé qué arenas guardarán secretas, aquel pequeño puñado de historias que fui tan lejos de aquí. Hoy tu cuerpo es quien me enseña a vivir y desde que me abrazas, desde que me besas, no soy aquella que llega y que piensa distancia. Tu vida también es mi país”.
Rodríguez añadió que para entender el gran sentido del proceso migratorio los alumnos recibieron varias sesiones de capacitación con personas que han estado cerca de comunidades en riesgo y tránsito. Tras un ejercicio en el que los viajantes escribieron varias de las cosas que habían perdido en el camino, pequeñas y grandes, con y sin valor, concluyeron que hay que tener valor para emprender el viaje. Es solamente una parte porque el resto es el azar. Lo que necesitamos como viajeros es la empatía en un mundo donde se pretende criminalizar la migración.
Mencionó las dinámicas pedagógicas de aproximación que se realizaron, basadas en lo lúdico para llegar al diálogo con grupos migrantes que sumó también a adultos mayores y niños, “porque la migración no es solamente aquel que llega o aquel que sale, afecta al hijo que se queda, al nieto que escucha hablar de su abuela y a la que solamente conoce por una foto, un video o una llamada virtual. El amor espera impaciente y el país se va quedando sin personas que lo habiten porque la migración está en todos nosotros”. La escritora y docente detalló varias de las actividades realizadas en la ejecución del proyecto junto a las personas en condición de movilidad. “Todas las dinámicas pedagógicas que empleamos están copiladas en un libro”, adelantó.


El rector William Herrera manifestó la satisfacción del encuentro en la Plaza Pública del MZ14 para conocer los resultados de “Derivas”. “(…) Me conmueve profundamente escuchar a Siomara y Solange por varias razones. Ver a compañeras docentes que conozco desde hace algunos años en sus labores de docentes, investigadoras y creadoras, y verlas tan activas en un proyecto de vinculación, ver que dieron ese salto que es finalmente un desafío, con toda una serie de riesgos; ver los resultados y cómo se refieren a esta experiencia que han tenido». Las felicitó, agradeció y coincidió con Solange en que una de las principales fortalezas que tiene la Universidad de las Artes es el trabajo de vinculación con la sociedad.
Que siempre ha reconocido, dijo, el liderazgo de María José Icaza, pilar fundamental para estructurar la agenda de trabajo y vinculación con la sociedad, “y ver cómo ustedes lo han desarrollado por medio de ‘Derivas’ merece mis felicitaciones”. Indicó que espera sea, en efecto, una fase que abra la posibilidad de recorrer nuevos caminos. “Lo han hecho trabajando en equipo, con la DASE del Municipio de Guayaquil, el Ministerio de Cultura y Patrimonio, y la participación activa de nuestros estudiantes, que es lo más importante”.
Recordó que por muchos años trabajó en temas relacionados con movilidad, con colectivos de personas sin papeles –como les decían en Francia–, y pudo conocer una realidad durísima, en especial cuando se encuentran en una situación irregular; lo que significa la separación de las familias, enfrentar la represión muchas veces del Estado, sentirse ausentes en un país que no ofrece las condiciones para la acogida. También trajo a la memoria algunas lecturas que lo conmovían, ya sea del lado de la literatura o desde la sociología, pues su formación es como sociólogo y politólogo. Citó al franco-argelino Abdelmalek Sayad, reconocido por su trabajo en el estudio de las migraciones, quien hablaba siempre de la doble ausencia: de su país de origen y del país que lo recibe, debido a sus políticas, el Estado y una serie de condiciones.


La presentación de los resultados continuó con la proyección de un documental, anunciado como un testimonio del poder transformador de la palabra y del trabajo en comunidad. Se presentó luego el Coro Ánima, Siomara España dirigió el conversatorio “Habitar el tránsito” y bajo el título de “Ritmos que unen” intervino el grupo de baile Pa’lante con esperanza, dirigido por Nancy Murillo.
La segunda parte de la jornada fue vespertina y se desarrolló en la Biblioteca de las Artes con el conversatorio “Topografía ausentes”, moderado por Solange Rodríguez, y los talleres “Scrapbooking literatura expandida: microtextos, periferia y migración”, y “Literatura Epistoral, memoria del desarraigo”.










