Cómo repudiar a tu padre es un cortometraje que indaga acerca de las personas que deciden cambiar la posición de sus apellidos para privilegiar el materno, y las dificultades que conllevaría el procedimiento. Con esta producción su director, David Mateo Galarza Espinosa, ha participado ya en varios festivales y citas con la cinematografía local y nacional, y fue también la pieza fundamental de la tesis con la cual concluyó sus estudios en la Escuela de Cine de la Universidad de las Artes y obtuvo su licenciatura.
Mediante indagaciones identitarias a través de la voz, la entrevista y el voice over, el nuevo profesional de la cinematografía buscó reivindicar el papel de las madres en la constitución de las familias, y la tradición de familias maternas que se pierde con un apellido materno en segunda posición.
En el documento de su tesis de grado señala que “diversas, expandidas y homoparentales, la constitución de la familia ha evolucionado casi desde su concepción, al igual que los nombres para definirlas. La familia “tradicional” ha sido relegada a una idea, más en una sociedad donde la idea de la mujer madre de familia y el hombre proveedor cada vez pierde más validez, donde ni siquiera hace falta la presencia de este último para la constitución de un hogar. Pese a los desacelerados avances en derechos sobre la identidad de género, reproducción y familia, el aparato estatal ecuatoriano, con claras injerencias de grupos tradicionales de poder y la iglesia, siguen impidiendo la libre identificación de las personas, libre y voluntariamente. Una persona que lleva el apellido de un padre ausente no puede cambiárselo. La crítica se centra entonces en la autodeterminación, invalidando una marca en el apellido que para muchas y muchos es obsoleta, buscando esa identidad tan relegada, pero contundente, como lo es la familia materna en muchos casos.
En la producción, es a través del relato de estas familias que sus identidades son revalorizadas, enfocándose en los sonidos que siempre existieron y nos constituyen como personas. “Los paradigmas sociales heredados a través de años de influencia colonial, económica, lingüística y cultural, no solo han impuesto modelos sociales que a la fecha comprenden casi todas nuestras experiencias simbólicas, culturales y antropológicas, sino que también comprenden y reglamentan la forma en la que percibimos, denominamos y legislamos la conformación de nuestras familias”, subraya.
Agrega que en Latinoamérica, por ejemplo, la inscripción de los recién nacidos se encuentra estrictamente normada. El orden de sus apellidos responde a una máxima colonial (que hasta cierto punto esconde una impronta que ejercita las lógicas del orden patriarcal): todo recién nacido recibe en primer lugar el apellido paterno y en segundo lugar, el apellido materno. De esta manera, el segundo apellido (el materno) se pierde, permitiendo que aquel heredado por el padre se perpetúe a través de generaciones, enfatizando siempre el linaje masculino, y obviando por completo la participación femenina en la constitución de estas familias.
Como resultado de su investigación tanto para la realización del documental como para el contenido de su tesis legal, David Mateo Galarza pudo determinar que, a excepción de países de habla francesa y portuguesa, la tradición de España se ha extendido a todos los países hispanohablantes de la región, en los cuales se ha impuesto desde el concepto de apellido hasta las formas –legales– para conformarlo. Sin embargo, las leyes han evolucionado, y en la actualidad varios países estipulan normas y procedimientos para que esto pueda ser modificado en muchos sentidos.