Al Haiku se lo describe como un tipo de poesía japonesa, de poemas muy cortos relacionados con la naturaleza o la vida cotidiana que pasa en un lugar y un momento muy concreto. La docente Siomara España, de la Escuela de Literatura de la Universidad de las Artes, lo señala como una de las expresiones poéticas o la forma poética más breve, pero con un importante nivel de desprendimiento y de la sabiduría que permite llegar al espíritu mismo de lo nombrado con prolijidad y escasez.
En la X edición de Libre Libro, Encuentro de Editoriales Independientes, los estudiantes de Literatura que reciben con ella el taller Inicial de Escritura Creativa estuvieron presentes con una lectura de Haikus titulada “Vuelo de garzas”, la cual tuvo lugar el miércoles 6 de noviembre, en el Pasaje Illigworth del antiguo Palacio de la Gobernación, nuestra sede matriz.
Texto: Al Haiku se lo describe como un tipo de poesía japonesa, de poemas muy cortos relacionados con la naturaleza o la vida cotidiana que pasa en un lugar y un momento muy concreto. La docente Siomara España, de la Escuela de Literatura de la Universidad de las Artes, lo señala como una de las expresiones poéticas o la forma poética más breve, pero con un importante nivel de desprendimiento y de la sabiduría que permite llegar al espíritu mismo de lo nombrado con prolijidad y escasez.
En la X edición de Libre Libro, Encuentro de Editoriales Independientes, los estudiantes de Literatura que reciben con ella el taller Inicial de Escritura Creativa estuvieron presentes con una lectura de Haikus titulada “Vuelo de garzas”, la cual tuvo lugar el miércoles 6 de noviembre, en el Pasaje Illigworth del antiguo Palacio de la Gobernación, nuestra sede matriz.

Acorde a lo señalado, durante la actividad, que se desarrolló de 13:00 a 14:00, se leyeron Haikus compuestos y de autoría propia de los estudiantes, quienes desarrollaron su creatividad y visión del mundo poético, explorando temas como la naturaleza, la vida, el asombro y lo ordinario como algo extraordinario.
En el arte de la literatura, la poesía es la forma más bella de expresar el sentimiento a través de la palabra escrita, sin embargo, ¿qué pasa cuando la estructura lírica despierta la capacidad de asombro y la sorpresa ante la existencia?, fueron algunas de las inquietudes manifestadas en la cita. Acerca de los Haikus, la docente Siomara España ha señalado también que estos involucran al poeta con el lector en una sincrónica complicidad ante lo observado que, en muchas ocasiones, excede o rebasa el universo del poema.
Los curadores de la lectura de Haikus fueron Camila Ruiz y Gabriel D. Almeida, quienes revelaron haber afrontado más obstáculos de los estaban previstos, desde modificar el proyecto en tres ocasiones por cuestiones de presupuesto y disponibilidad hasta tratar con cada uno de los involucrados por separado para que la propuesta fuese posible.
“Fue una experiencia desafiante, nunca había ejercido como curadora y significó un verdadero reto”, contó Camila y añadió que sin Gabriel a su lado no lo hubiese logrado, destacando que “el trabajo en equipo es aún más gratificante cuando tu compañero y amigo te apoya y te respalda cuando pierdes el rumbo”.

“El césped seco// carga el peso muerto// de una ternera”. Fueron los versos escritos Camila Ruiz, quien al respecto dijo que “lo bonito de este proyecto fue cómo seguimos adelante guiados por las ganas y la pasión de ver todo terminado y poder disfrutar de la experiencia que te regala la interacción con el público y el recibimiento que esperábamos que tuviera la obra”.
“La lluvia borra// las huellas de los niños// saltando en el charco”. La autora de este poema es Angeline Jiménez, estudiante de séptimo semestre de Literatura, quien dio la apertura a este evento al leer el primer Haiku de la tarde.
Tanto Camila como Gabriel describieron al proceso como un reto y una prueba constante a sus capacidades de manejar situaciones de estrés bajo presión y con todo en contra, pero la sensación que les dejó ver la buena acogida por parte del público y de los autores fue simplemente inefable.
“Mi proceso como escritora fue muy desafiante. Considero que tengo una voz poética muy urbana, muy de calle, algo cruda; y tratar de escribir haikus desde esa línea es muy complejo”, reiteró la curadora, quien agradeció a su docente por ayudarla a crear los haikus sin dejar de lado su esencia.
Texto: Romina Ramírez, estudiante de la Escuela de Literatura.







