El valor de las bibliotecas se amplifica a través de las redes sociales, charla de Claudia Furiati en la cuarta Lanfor Abierta

“Redes sociales para Bibliotecas: cómo gestionar contenidos y fomentar la lectura”. El tema lo abordó la comunicadora, investigadora y mediadora de lectura Claudia Furiati Páez en la tercera jornada de Lanfor Abierta, actividad que organiza la Biblioteca de las Artes como parte de las celebraciones por el Día Mundial del Libro y Derechos de Autor.

En la presentación de la actividad y la ponente estuvo Soraya Campos, directora de Servicios Bibliotecarios del repositorio de la Universidad de las Artes, quien no solo tuvo palabras de bienvenida para el público que acudió a la charla, sino que hizo referencia a la cuarta edición de Lanfor Abierta, ponderando los esfuerzos por fomentar la lectura y animando a la comunidad en general, además de la universitaria, a hacer suyos los espacios públicos y todas las propuestas del arte y de la cultura.

Seguidamente, Claudia Furiati dio a conocer con el apoyo de diapositivas, y poniendo en pantalla la cita introductoria «Amplifica el valor de tu biblioteca a través de las redes sociales», lo que sería su intervención, la cual inició invitando a los presentes a participar en una micro encuesta colgada en la red social de Instagram, en la cuenta @festilectura. De su charla destacó temas como: Ampliar expectativas, Modelo de biblioteca excepcional, De servidor a curador informacional, 7 razones para estar siempre activos: caso # blogsofa, Decálogo para buen uso de las redes, El valor de la data Tendencias y Buenas prácticas en Latam y Ecuador y Los Booksfluencers.

¿Qué es una biblioteca excepcional? Claudia Furiati respondió la inquietud haciendo referencia a David Lankes (profesor y director de la Escuela de Biblioteconomía y Ciencias de la Información de la Universidad de South Carolina) y sus reflexiones en torno a: Agente de compras colectivas, sobre lo cual mencionó el uso inteligente de los recursos comunitarios. Promotor económico, como proveedor de rentabilidad a los miembros de la comunidad. Centro de aprendizaje, que señaló como un entorno de máxima riqueza informativa que estimula el aprendizaje colectivo. Red de protección, la cual brinda acceso a recursos y servicios en forma equitativa. Guardián del patrimonio cultural, pues preserva documentos históricos y la memoria digital. Tercer espacio, un recinto accesible y seguro (físicos o virtuales) para el reencuentro. Cuna de la democracia, puesto que representa una ciudadanía informada y proactiva defensora de libertades. Símbolo aspiracional, porque traduce anhelos de su comunidad o es por ella admirada como «catedral del aprendizaje».

En su análisis del Bibliotecario: de servidor a curador informacional, Furiati hizo referencia al empoderamiento pedagógico, al fortalecimiento de los saberes digitales y a la defensa de la soberanía tecnológica.

Con respecto a las 7 razones para estar siempre activos, la expositora señaló: Primero, aumentar el nivel de conocimiento y visibilidad de la biblioteca. Segundo, posicionarla como una institución moderna abierta y orientada al futuro. Tercero, facilitar la comunicación directa y conversación con los usuarios de la biblioteca. Cuarto, ganar credibilidad como proveedor de servicios digitales. Quinto, atraer al futuro personal especializado y propiciar una transferencia de imagen positiva y coherente. Sexto, ser socio confiable en la web desafiando los discursos de odio y a los opinadores ruidosos y desinformadores. Séptimo, tejer redes y su propia comunidad para transferir conocimiento y aprendizaje informal.

Como Decálogo para el buen uso de las redes, Claudia Furiati enumeró: Define tus objetivos, esto previo a la clarificación en metas. Conoce a tu audiencia, investiga y comprende a tu público objetivo. Elige las plataformas adecuadas, las populares entre su audiencia y enfócate. Crea contenido de valor que sea relevante y conmovedor para esa audiencia. Mantén una frecuencia, con ello tendrás tu audiencia comprometida y actualizada sobre la biblioteca. Fomenta la interacción, realiza preguntas, encuestas o concursos que involucren a los usuarios. Utiliza metadatos relevantes para aumentar la visibilidad de tus publicaciones y ampliar la audiencia. Colabora con otras instituciones, establece alianzas con organizaciones de tu comunidad, así como con influenciadores. Mantén una imagen coherente, tu presencia en las redes sociales debe reflejar tu identidad y tus valores. Mide y evalúa los resultados, conoce el rendimiento de tus publicaciones, analiza, observa y ajusta.

El valor que aportan los datos fueron también señalados por la expositora, quien en ese ámbito señaló objetivos estratégicos tácticos e indicadores por cantidad.

Hizo, asimismo, referencia a las tendencias en redes sociales en bibliotecas del Ecuador, mencionando el incremento del uso estratégico de plataformas sociales. En ese marco, Furiati indicó: “Mantienen y nutren sus comunidades en Facebook, haciendo ‘espejo’ de narrativas visuales de IG y TT. La activación progresiva de cuentas a Instagram y Tiktok de alta interacción y disrupción, más afines con jóvenes. Uso complementario de WhatsApp, YouTube y Telegram para difusión de servicios de eventos. Apoyo en calendarios editoriales y publicaciones como boletines, para mantener el compromiso con la comunidad. En la comunicación visual y multimedia, los carruseles, videos y en vivos para hacer atractiva la oferta bibliotecaria. Activación de espacios de interacción. Estrategias de participación y gamificación. Y búsqueda de integración de campañas colaborativas y alianzas con bibliotecas, instituciones e influenciadores”.

Como buenas prácticas Latam reveló varios ejemplos, como la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, la Biblioteca Nacional de Perú y la Red Metropolitana de Bibliotecas de Quito, así como la Biblioteca de las Artes de la Universidad de las Artes.

Tras analizar a los bookfluencers y el marketing de influencers, la comunicadora, investigadora y mediadora de lectura compartió como conclusiones que las redes sociales sí facilitan la expansión del valor de las bibliotecas en Ecuador; que la dinámica y narrativa disruptiva de las apps IG y TT potencian esta visibilización; que el oficio de proveer de experiencias bibliotecarias requiere constancia y trabajo colaborativo; que los planes de innovación en este campo deben ser medibles y escalables para ser sustentables; que es preciso el impulso, sumado a los estudios académicos y de mercado, para este campo; y que viralizar la práctica lectora del pensamiento crítico es hacer de lo excepcional algo cotidiano.

Texto y fotos: Carmen Cortez/Dircom, con la colaboración de Claudia Furiati Páez.

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