Jefatura de PPP entregó mochilas UArtes a estudiantes que hicieron pasantías en el CEAT, un gesto para reconocer y agradecer

El acto fue sencillo y no requirió de más espacio que el ubicado cerca de la Jefatura de Prácticas Preprofesionales, que dirige Janina Suárez y que está en el segundo piso del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes. Allí se congregó a los estudiantes que habían cumplido en este año con sus horas de PPP en el Centro de Escritura Académica y Traducción (CEAT), cuya jefa es Marelis Loreto Amoretti.

Suárez comentó que la unidad es una de las que mayormente acoge a los/las practicantes y por ello se tuvo la iniciativa de entregarles un pequeño, pero significativo detalle. Unas mochilas con el logo y los colores que identifican a la Universidad de las Artes, como muestra de agradecimiento.

Esto fue, sobre todo, lo que movilizó a Janina Suárez y Marelis Loreto: agradecer a los ex-CEAT por haber querido realizar sus PPP allí y haberlo hecho con suma responsabilidad, disciplina y entusiasmo. Hubo risas, se contaron anécdotas y admitió, por una de las inquietudes planteadas por InfoUArtes, la visión que tenían del centro. Y es que pensar en la escritura académica puede resultar intimidante, coincidieron; no obstante, ya en la práctica se descubre que es lo contrario.

Antes de hacer la entrega de las mochilas y de que nuestro informativo pudiera recoger las impresiones de los alumnos sobre la labor realizada y sus vivencias, Janina Suárez los invitó a regularizar sus horas de prácticas preprofesionales, en el caso de que tuvieran pendientes. “Pueden acudir a nosotros para ayudarlos con detalles de la oferta (talleres y proyectos de vínculo en el que pudieran participar) y también con el trámite de los formularios”, expresó.

También indicó que con ella en la Jefatura de PPP estaban Fanny Saltos y Luis Lamilla, “y podemos ayudarlos a resolver todos los pormenores”, reiteró Suárez, recordando que pueden ser direccionados por las o los docentes responsables de las prácticas preprofesionales que están en las diferentes escuelas y carreras.

Seguidamente, se llamó uno a uno a los estudiantes que habían acudido y que proceden de varias de las escuelas UArtes, pues por afinidad con la escritura se cree que solo hacen sus PPP en el CEAT los de Literatura, quienes, en efecto, son los más numerosos: Kevin Luis Reinoso Pacheco, Rafaela Tapia Quishpe, Melany Muñoz Vera, Yulia Pérez Murgueitio, Doménica Limones Martrus y Nathalia Aucancela Salazar. De Artes Visuales: Ericka Rodríguez Buenaño y Sheyla Salazar Solórzano; y de Cine: Jiang Jiménez Torres, Cindy Bajaña Serrano y Diana Urdaneta Rodríguez

Marelis Loreto, en una corta y sentida intervención, comentó que cuando los estudiantes concluyen sus PPP en el CEAT, a cada uno les dice algo bonito y refirió que el paso de ellos por el centro significa siempre para mejor y lo han testificado. “Creo que realmente el crecimiento del CEAT es consecuencia del paso de cada uno de ustedes y de los que seguirán viniendo”. Recordó un artículo que escribió la estudiante Geomara Cedeño en el blog “Voces del CEAT” titulado “Antes, todo esto era monte”, en alusión a lo que el centro ha ido implementando. Había solo un escritorio sin oficina ni mamparas ni impresora, implementos y mobiliario útiles para el trabajo que realizan, que es el de brindar servicios a los pares.

Los servicios en mención son talleres y tutorías, así como actividades que lo rodean, como el citado blog y Cuenta con el CEAT, que es una actividad de lectura y comprensión lectora.

Que la escritura académica intimida es solo presunción

Retomando la idea de lo intimidante que puede resultar pensar en hacer las PPP en un centro de escritura académica, Doménica Limones reconoció que ciertamente desde fuera hay resistencia, pero esa presunción cambia al ser parte. “Fue una muy buena experiencia porque aprendí mucho, conocí a mucha gente y pude ayudar a muchos alumnos con los talleres y tutorías. No es un mal lugar, así es que deberíamos tratar de limpiar el nombre que tiene: escritura académica, el cual hace que los estudiantes se resistan a hacer las prácticas allí”, expresó jocosamente. 

Sheila Salazar, próxima a cursar el cuarto semestre de la Escuela de Artes Visuales, indicó que la primera vez que escuchó del CEAT fue por la recomendación que le hizo una amiga de hacer las PPP allí. “Siempre he sido muy reservada y de estar muy en mi mundo. Tuve miedo de ir a la primera entrevista de lo que iba a hacer y embarcarme en este mundo profesional. Cuando llegué estaba confundida y perdida, me presenté a Marelis y me di cuenta que al notar mis nervios trató de tranquilizarme”, expresó.

Salazar confesó que, aunque empezó a hacer las PPP en el CEAT, continuaba dudosa y preguntándose qué iba a hacer una estudiante de Artes Visuales en el Centro de Escritura Académica y Traducción. Su encargo fueron las ilustraciones para el blog, lo cual tenía que ver con su carrera. “Fue una experiencia maravillosa, conocí a muchos compañeros, a quienes quiero; una experiencia que quisiera repetir”. 

Jiang Jiménez, de octavo semestre de la carrera de Cine, anotó que al entrar al CEAT tuvo la consigna de realizar la lectura semanal –todos los jueves– de cuentos sobre los cuales luego se dialoga. Ya lo habían hecho los practicantes que estuvieron antes, pero igual fue todo un proceso. “Siempre traté de irlo mejorando para atraer más público, porque es una actividad que no solo está dirigida a la comunidad estudiantil, sino también para los externos. (…) Se fue generando una comunidad muy bonita y a mí me nutrió bastante”.

Jiménez dijo comentarlo porque como estudiante de Cine se centra en la escritura de guiones y también escribe cuentos. “Desarrollar la actividad me obligaba a semana a semana ir leyendo cuentos y me dio la oportunidad de expandirme, ir aprendiendo y leer más”.

Entre anécdotas y la experiencia de brindar servicio

Anécdotas hay muchas, coincidieron Marelis y los ex-CEAT. Yulia Pérez, del quinto semestre de Literatura, recordó que en alguna oportunidad la jefa del centro no se encontraba y llegó una estudiante solicitando una tutoría sobre el Manual de Estilo de la UArtes, pues una docente muy estricta quería que las tareas a entregar se realicen bajo ese documento que establece pautas y normas para la escritura académica.

Agregó Pérez que el manual se había actualizado y subido al sitio web del CEAT, pero que ella no lo había leído y menos estudiado, pensando en que en algún momento lo haría. Le pidió a la solicitante de la tutoría que le mostrara el documento que motivó su la consulta y lo vio bien, pero ella insistía en recibir la actualización. “Respondí que sí a la tutoría mientras en mi mente pensaba qué hacer pues no estaba todavía acostumbrada a dar ese tipo de atención y menos sin conocer totalmente el manual. Finalmente, se la ayudó”. 

Marelis abonó al diálogo señalando que todos los practicantes, o casi todos, brindan tutorías y que le pide hacer diez horas semanales, repartidas en dos horas cada día; dos horas diarias a las que se le saca mucho provecho.

Con respecto a lo más fácil y difícil de hacer las PPP en el CEAT, fue Natalia Aucancela quien aportó con la experiencia. Próxima a matricularse en tercer semestre de Literatura, la estudiante contó que lo más complicado fue hablar cara a cara con el público porque no le gusta hacerlo, ni siquiera en las exposiciones y los profesores saben de aquello. Sin embargo, que llegará a solicitar los servicios y poderlo guiar le ayudó a ganar confianza. Lo más difícil fue agendar citas, acotó, pues todo era mediante digitalización. 

Cada practicante tiene una tarea asignada

En el CEAT, cada practicante tiene una tarea, pues el centro cuenta con su organigrama y flujograma. Se trabaja con las redes, con las Ilustraciones del blog y con el blog mismo, en el apoyo a la gestión de coordinación de servicios: tutorías, talleres y traducciones, gestión documental, señaló Marelis. “Ellos son una maravilla y lo saben porque, además, se los he dicho. Estaban aprendiendo a trabajar y, por supuesto, hubo fallas y es así cómo se aprende. Lo interesante es que nunca hubo una actitud de rechazo a la observación”.

Marelis agregó que tienen un grupo de WhatsApp llamado colaboradores. “Cuando terminan las prácticas preprofesionales y quieren continuar con alguna relación se pasan al chat”. 

De los talleres se refirió Diana Urdaneta, del tercer semestre de Cine. “Mi experiencia fue intimidante porque tenemos un sistema en el que luego de cada taller se hace una retroalimentación. Todos los estudiantes llenan un formulario para ver las fallas y hacer mejoras. Yo di un solo taller presencial y aunque estaba nerviosa pensé que me había ido bien, sin embargo, con la retroalimentación supe que no. En la preparación de la carrera los he dado, pero en el CEAT supe lo que debía mejorar”, concluyó.

Lo que se inició como un acto para reconocer y agradecer terminó siendo un testimonio colectivo sobre la importancia de realizar las prácticas preprofesionales en la UArtes, de lo que se puede seguir aprendiendo en el tránsito de la carrera universitaria y en espacios como el Centro de Escritura Académica y Traducción, cuyo ambiente laboral y experiencias ganadas fue ponderado por los ex–CEAT.

Fotos: la imagen principal y la siguiente son del acto de entrega de las mochilas por parte de la Jefatura de Prácticas Preprofesionales; las otras gráficas corresponden a las varias actividades realizadas en el/por el CEAT.

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