Documental “Ser parte” retrata vida de Marcia Gilbert y su legado con Fasinarm; alumnus UArtes hizo la producción sonora

En el marco de la I Jornada Interuniversitaria de Divulgación de Proyectos de Investigación y Vinculación con la Sociedad, realizado el 6 y 7 de noviembre por la UArtes, Universidad Casa Grande (UCG) y Universidad del Río (UDR), en la Sala de Cine del MZ14 se proyectó el documental “Ser parte”, el cual retrata la vida de Marcia Gilbert de Babra, considerada pionera en la educación inclusiva en Ecuador por su legado con Fasinarm.

En la producción y composición musical del documental participó Carlos Gabriel Ferrín Franco, alumnus de la Universidad de las Artes, quien junto al director y montajista de “Ser parte, Juan Felipe Bohórquez, y su director de fotografía, Christian Baldeón, dieron a conocer en un foro que se desarrolló tras la proyección detalles de la obra audiovisual.

Al evento asistió nuestro rector, doctor William Herrera, quien posterior al diálogo firmó con Mónica Bermúdez, docente técnico docente de Fasinarm, un Convenio Marco de Cooperación Interinstitucional con la entidad, cuyas siglas significan: Fundación de Asistencia Psicopedagógica a Niños, Adolescentes y Adultos con Discapacidad Intelectual y/o en circunstancias especialmente difíciles.

Juan Felipe Bohórquez, nacido en Bogotá, Colombia, y criado en Manabí, Ecuador, estudió producción audiovisual en la Universidad Casa Grande y tras participar en varios proyectos debutó como director de cine justamente con el documental “Ser parte”, el cual se estrenó este año y encuentra en etapa de distribución. Christian Baldeón, director de fotografía y gestor general del proyecto, es también graduado en la UCG, en la carrera de Comunicación Audiovisual y Multimedia.

Carlos Gabriel Ferrín Franco, por su parte, obtuvo su licenciatura en la carrera de Artes Musicales y Sonoras en la UArtes y complementó su formación académica con una maestría en composición en la Universidad Internacional de La Rioja; su trabajo abarca diversos formatos dentro de la música popular y académica, destacándose por su versatilidad y sensibilidad creativa; ha compuesto obras para teatro y cine, entre ellos la música original para la obra “Invicta ciudad” y la más reciente para el documental “Ser parte”. 

Bohórquez inició el diálogo comentando haber asistido recientemente a un festival audiovisual que se programó en la Sala de Cine del MZ14 y soñó con llevar algún día el documental “Ser parte”, lo cual, en la práctica, es un sueño hecho realidad que marca un nuevo capítulo en el recorrido de la producción, cuyas directrices compartió con Baldeón y Ferrín.

“Comenzamos con el estreno oficial del documental en septiembre y hemos estado tocando puertas, llevándolo a distintos lugares. Hoy, hemos sido invitados aquí, y para nosotros es realmente un privilegio presentar nuestro trabajo. Poco a poco, paso a paso, estamos moviéndolo no solo dentro de Ecuador, sino también fuera. Nuestro deseo es que esta historia pueda llegar a muchas personas y, sobre todo, que el mensaje que contiene alcance a quienes están presentes hoy”.

Del proceso creativo del documental, su director contó que fue una experiencia intensa, un viaje que tomó dos años y medio. “Más allá del rodaje, que implicó varios meses yendo día tras día a grabar en la fundación, lo más desafiante fue construir la narrativa durante la etapa de montaje. La historia reúne elementos complejos, abarcando todo un recorrido que comenzó en los años sesenta con la valiosa contribución de la doctora Marcia Gilbert de Babra”.

Agregó que el documental “Ser parte” busca transmitir que ningún logro se alcanza en solitario y que todo se construye en colaboración. “Pero esta idea no se limita solo al arte; creemos que aplica a cualquier ámbito. La experiencia con Fasinarm y el proyecto nos recuerdan que todo gran objetivo se logra trabajando en equipo y sumando esfuerzos. Así es como se alcanzan las metas compartidas”, dijo, reflexionando que mujeres como Marcia Gilbert y su equipo de la fundación marcan el camino.

También mostró imágenes de varias películas que aseguró los ayudaron en la producción de “Ser parte”, pues fueron claves para encontrar el camino del documental. Una alemana e inglesa les permitió ambientarse con el audio y el poder del sonido, mientras que el material de archivo de “Mejor no hablar de ciertas cosas”, del cineasta ecuatoriano Javier Andrade, docente UArtes, los encaminó a cómo utilizar las fotografías de todos los años de la fundación.

Igual aporte de conocimientos les dio el documental francés “Ser y tener”, de Nicolás Philibert, para posicionar la cámara y conocer cómo esta podía adaptarse a los niños, ponerla a su altura, tener desenfoques y captar a muchos de ellos corriendo. Exponer la labor de Marcia Gilbert de Babra les resultó un reto porque, sin duda, había sido muchas veces entrevistada en torno a su vida y ellos debían, por tanto, hacer algo diferente que capte su esencia.

Mencionó el método Livingstone (enfoque arquitectónico participativo centrado en priorizar la escucha activa y la identificación de las necesidades y deseos profundos del usuario) como la clave para entender cómo acercarse a través de un personaje tan importante. No como un reportaje, sino como un documental. Inspirador también les resultó el trabajo de fallecido documentalista guayaquileño Pepe Yépez.

En Fasinarm descubrieron un personaje importante: el profesor Roberto, quien representa a los 900 maestros que han pasado por la fundación y cuya labor y vida refleja también las vidas de los padres y madres de los educandos y de la gente involucrada con la labor. Bohórquez mencionó haber hallado claves en “Mundo Alas”, el documental que registra la gira musical que el cantautor argentino León Gieco realizó entre 2007 y 2008 con un grupo de jóvenes artistas con capacidades diferentes.

Bohórquez admitió que, por ser junto con Baldeón graduados de Casa Grande, universidad fundada por Marcia Gilbert, hoy de 86 años, querían retratar su memoria. De allí el reto de comprender la evolución de la educación inclusiva, de dónde viene y dónde está. Se adentraron, dijo, a “ser parte” de la comunidad. “Estuvimos día a día durante casi seis meses; a veces ni siquiera grabamos ni llevábamos cámaras, sino que íbamos a compartir con ellos para que todos los chicos y todas las familias se abrieran a nosotros”.

Carlos Ferrín confesó que era la primera vez que estaba en la Sala de Cine del MZ14, porque cuando cursó estudios en la UArtes estaba en proceso. Describió como gratificante ser parte de un proyecto que destaca el trabajo de personas como su fundadora y el profesor Roberto, quienes tienen una visión transformadora sobre la educación. “Han marcado un precedente importante en el ámbito educativo, especialmente en lo que respecta a la inclusión de personas con discapacidad intelectual en el país. Participar desde mi oficio, mi profesión, que es la música y la composición, ha sido una experiencia genial y un verdadero honor”, dijo.

El productor y compositor musical de “Ser parte” indicó que al explicarle Bohórquez la idea del proyecto le pidió una propuesta basada en una narrativa centrada en Marcia Gilbert y el profesor Roberto, a fin de evidenciar su impacto. Hizo el envío de una maqueta musical inspirada en una lechuza, símbolo de la educación infantil, para integrarla en el documental, ayudando a situar al espectador en Ecuador y en una escuela.

La música mejoró las transiciones entre tomas y aplicó una perspectiva psicológica al desarrollo de la narrativa de la obra, explorando la vida de Marcia Gilbert y su visión al fundar Fasinarm, explicó. La música se usó para evocar emociones y conectar con la infancia, lo cual aspira despierte conciencia entre docentes. Ferrín lo es y dijo estar comprometido con personas neurodivergentes y considerar esencial trabajar por un entorno inclusivo y equitativo.

El director de fotografía de “Ser parte”, Cristian Baldeón, dedicó el trabajo realizado a sus padres, especialmente a su madre, presente en la Sala de Cine del MZ14. Anotó que el documental nació como un proyecto de tesis en su etapa universitaria y de Bohórquez. Lo comenzaron desde cero y reconoció la colaboración clave que les dio la docente de Casa Grande, Zaylín Brito.

La experiencia con el documental fue de una inmersión total, trabajando con personas y capturando momentos únicos, sostuvo Baldeón. Reveló que del equipo inicial solo él y Bohórquez llegaron al final, dejando como lección que las adversidades se superan con determinación y apoyo. El director de fotografía admitió que el proyecto fue agotador, pero significativo. Agradeció a todos los que contribuyeron al documental, un esfuerzo conjunto del que se sienten orgullosos. Compartió la frase del docente Javier Izquierdo: “Una buena historia, una historia poderosa, no solo se encuentra, también se construye” y animó a los jóvenes cineastas a seguir el legado del fallecido documentalista Pepe Yépez y crear documentales de arte ecuatoriano.

Texto: Carmen Cortez/Dircom. Fotos: César Galarza y Pablo Valencia/Escuela de las Artes. Constan imágenes capturadas del documental y del rodaje.

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