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“Crónica in vida” de Alan Arízaga, un EP conceptual en género pop cuyas composiciones reseñan sus vivencias

Producir un EP sobre su vida es algo que Alan Fabricio Arízaga Flores siempre tuvo presente. “Aprender a caminar mirando el pasado como experiencia y no como abstinencia fue una de mis misiones de vida”, anota el hoy graduado de la carrera de Producción Musical de la UArtes, quien el pasado 8 de marzo sustentó la tesis con la cual, tras su preparación académica y de manera profesional, hizo realidad el anhelo.

El EP en cuestión se titula “Crónica in vida”, su género es pop y de carácter conceptual. Lo componen los temas “Solo tú”, “El susto”, “Noche”, “Báilame” y “Háblame”, cuyas líricas cuentan una parte de la historia de vida de Alan Arízaga. De la producción y su proceso, y de cómo lo fue concibiendo desde su niñez, es el mismo realizador quien da detalles del proyecto:

En el material sonoro “Crónica in vida” implemento el uso del sampling y relato a manera de crónica los momentos y emociones que experimenté desde el 2017 al 2022.

Desde los 12 años siempre estuve buscando la sonoridad que me distingue/caracteriza de los demás. Ese sonido que no salía de mi cabeza, pero no sabía cómo hacerlo sonar y gracias a estos años de aprendizaje lo pude lograr. Encontré mi sonido.

Para lograr dicha sonoridad, anota Arízaga, buscó en instrumentos poco convencionales y convencionales, tocándolos de una forma no tan convencional. Por ejemplo: el mueble de un cojín, botellas de vidrio, guitarra acústica con arco de violín y golpes en la guitarra acústica. Son estas instrumentaciones las que formaron parte de “Crónica in vida” como sampling.

“Desde pequeño siempre cuestioné todo tipo de temas, tanto sociales como políticos, pero los que más llamaron mi atención fueron los acústicos y psicoacústicos, porque cuando tenía 5 años ¡descubrí, percibí! varios sonidos nuevos y su alteración al escucharse de distintos lugares; podía sentir la propagación, reflexión, eco y reverberación de los sonidos producidos de distintos objetos y seres vivos”.

Agrega que aquella experiencia se comenzó a replicar siempre, “como cuando cruzaba la calle y me dirigía a la casa con mi mamá un carro iba rápido pitando queriéndose pasar la luz roja y yo escuché cómo se acercaba por la propagación del sonido del pito. También, cuando estaba en la iglesia aplaudí y pude percibir el sonido ejecutado por mis manos reflejado en las distintas superficies de la iglesia; al cantar en un lugar con pocos materiales de absorción. Comencé a cantar a los 6 años empíricamente las letras que componía en mi mente, me gustó tanto hacerlo que lo convertí en un hábito en mi vida, ¡cada momento fui mejorando!”.

Portada del EP «Crónica in vida» de Alan Fabricio Arízaga Flores.

Tan extasiado estuvo, anota, que luego de un tiempo tomó la guitarra acústica de su hermano y se puso a tocar cada cuerda, una por una, copiando las mismas posiciones y acciones que veía a los guitarristas en la televisión, “pero como la guitarra era grande para mí se me dificultaba poner bien los dedos, pero no fue impedimento. Me puse a practicar constantemente. Me gustó tanto que comencé a estudiar empíricamente”.

A los 8 años, refiere, tuvo su primera presentación musical cantando en un evento escolar. “Me fue tan bien que en el colegio me presenté nueve veces. Entonces me di cuenta de que la música era algo constante en mi vida. Siempre estaba ahí de alguna u otra manera. Fue la causa de mi inclinación a la producción”.

El productor ejecuta varios instrumentos, opera mesas de sonido, crea música y produce artistas, también se relaciona en acústica y psicoacústica porque estudia la dimensión de los lugares, hace adecuaciones acústicas, investiga sonidos o frecuencias nuevas. Arízaga menciona así cada uno de estos aspectos con fascinación. Ama la profesión que se propuse estudiar y cuya meta alcanzó.

En adelante, revela, quiere a través de la educación brindar un excelente servicio, especializarse en mastering, emprender su propio estudio discográfico y hacer que su estudio juegue un papel importante en América Latina y el mundo por la calidad y singularidad de su trabajo. Contribuir, además, a la creación de fuentes de trabajo y de ayuda social de alta calidad a nivel nacional e internacional.

“Aspiro a trabajar más este álbum y ganar Grammys. Tengo pensado coproducirlo”, indica Arízaga.

Fotos: Cortesía Alan Fabricio Arízaga Flores.

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