Hasta el 19 de mayo próximo, la Escuela de Posgrados de la Universidad de las Artes mantendrá abiertas las admisiones para la maestría de Cine Documental. En ese contexto, el programa ha diseñado una agenda no solo para dar a conocer la oferta académica de cuarto nivel de la UArtes, sino para invitar a reflexionar sobre un género cinematográfico enfocado en presentar realidades, mostrar hechos, situaciones y personajes para informar, educar, debatir.
La proyección de “No Other Land” (2024), filme ganador del Oscar a Mejor Documental 2025, constó en la programación difusora. Tuvo lugar el jueves 24 de abril en la Sala de Cine del MZ14 Centro de Producción e Innovación UArtes y propició, previamente, un diálogo entre la cineasta Priscilla Aguirre, docente de la Escuela de Cine y coordinadora de la Maestría de Cine Documental, y Billy Navarrete, director del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) y alumnus del programa de posgrado en mención.
La presentación del filme se enmarcó en lo que Aguirre señaló como el activismo en el cine documental. “Era importante darle un contexto y llegar a la reflexión con el público del impacto que tiene el cine documental en la sociedad, de su poder activista y ‘No Other Land’ habla mucho de ese activismo”, anotó.

Dirigida por Yuval Abraham, Basel Adra, Handan Ballaly Rachel Szor, la película premiada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas se enfoca en Basel Adra, un joven activista palestino de Masafer Yatta (grupo de 19 aldeas palestinas ubicadas en el sur de Cisjordania, dentro del municipio de Yatta), quien dese su infancia lucha contra la expulsión masiva de su comunidad por las autoridades israelíes. Él documenta la erradicación a cámara lenta de los pueblos de su región natal, donde los soldados desplegados por el gobierno israelí derriban poco a poco las casas y expulsan a sus habitantes. En un momento dado, conoce a Yuval, un periodista israelí, que le apoya en sus esfuerzos, surgiendo así una improbable alianza. No obstante, la relación entre ambos se tensa por la enorme desigualdad que los separa: Basel vive bajo ocupación militar mientras que Yuval vive libremente y sin restricciones.
Para la proyección de “No Other Land”, Aguirre unió fuerzas con los graduados UArtes en Cine que anualmente realizan el Festival de Cine Documental DocSlam, uno de ellos Rafael Plaza. La propusieron puesto que habían podido gestionar para conseguirla, lo cual fue difícil porque recientemente (en marzo) había ganado el Oscar y el año pasado se estrenó en la Berlinale (como popularmente se conoce al Festival Internacional de Cine de Berlín).
Solo se había presentado en la edición 2024 de los EDOC (Encuentros del Otro Cine, festival de cine documental) y Aguirre consideró una gran oportunidad para que sea vista y circule y en Guayaquil. Se hizo incluso una gestión a través de la Cinemateca con la Embajada de Palestina, que autorizó su proyección en la Sala de Cine del MZ14. “Y decidimos tener el conversatorio previo a la proyección para que el público la viera con una reflexión y más consciente del activismo que la producción propone”.

Billy Navarrete fue invitado al diálogo porque ha trabajado más de 20 años en Derechos Humanos y preside el CDH Ecuador, que es una organización no gubernamental dedicada a la promoción y defensa de los Derechos Humanos con sede en Guayaquil. “A su vez, él invitó desde la CDH a miembros de la comunidad palestina en Guayaquil que el público que acudió salió de la sala pensando lo que pasa en el contexto de esa película y en el nuestro, y sobre el poder que tiene el Cine Documental de registrar la memoria y alertar lo que pasa en nuestros países y en el mundo”.
Durante el diálogo, Aguirre indicó a la audiencia que no es necesario tener una mejor cámara y que “No Other Land” prácticamente sin un equipo y en vivo. Sus realizadores son los palestinos Basel Adra Y Hamdan Balal y los israelitas Yuval Abram y Rachel Zor, lo cual resulta, además, muy simbólico que se unieran teniendo a sus pueblos de origen enemistados. Resaltó que hacer el filme a partir de todos los problemas políticos que enfrentan es, de alguna manera, armar un discurso de que lo estamos viendo fragmentado en las redes sociales y en las noticias todo el tiempo. “Yo sigo en Instagram a Basel y él publicó ayer (23 de abril) una situación que es exactamente todo lo que vamos a ver en la película”, adelantó.
Agregó que “No Other Land” fue filmada durante un gran periodo de tiempo, entre 2019 y 2023, y con lo que se podía en el momento. “Esa urgencia y ese compromiso con la realidad es lo me llama la atención y la idea de realizar este pequeño foro antes de la proyección es una invitación a no olvidar que todo esto también nos resuena, porque aquí corren cosas cada minuto y a veces solo volteamos a ver como lo que pasa en otro lado del mundo; se nos hace cómodo apoyar desde el celular, pero quienes se están formando como cineastas y les interesa el cine documental no olviden que aquí tenemos también mucho por decir y contar”.
La docente anotó que el Cine Documental es una oportunidad de darle una forma más contundente y fuerte a lo que en redes no para de bombardearnos y como lo vemos a cada segundo, pasa ya sin afectarnos.

Para sus realizadores, “No Other Land” es su primera película y su unión, más que por buscar ganar premios y el Oscar o estar en la alfombra roja, resulta un acto de resistencia y de denuncia, expresó Aguirre dando paso a Billy Navarrete, quien recordó hechos suscitado a finales de los 90 y lo que significó en ese momento la Operación Plomo Fundido. En Guayaquil hubo movilizaciones masivas para manifestarse junto a otras sociedades del mundo por la manera despiadada en que el ejército israelí arremetía contra el pueblo palestino y la cantidad de niños y mujeres de la población civil fallecidos.
“Nos encontramos ahora con un episodio que tiene la misma intensidad, incluso más y agravada debido a la temporalidad. Meses de operaciones incesantes y del mayor volumen de bombas que en un territorio relativamente pequeño se haya arrojado, fuera de toda norma del derecho internacional humanitario que prohíbe, por ejemplo, el ataque a hospitales, campos de refugiados, etc. Nada resulta ahora un límite para el ejército de Israel. La película registra un fenómeno que se ha venido denunciando en todos los foros internacionales y es el desplazamiento forzoso y el asentamiento en territorio; máquinas destruyendo viviendas con personas dentro y que pese a los reclamos que ha habido sigue ocurriendo. De la manera cómo se lo registra en el filme, creo que está directamente vinculado con la defensa de los derechos humanos”
La acción de documentar, indicó Navarrete, se constituye en una práctica en defensa de los derechos humanos. Tiene una posición indiscutible y absolutamente evidente a favor de la denuncia. El alumnus de posgrado sostuvo que la realización documental requiere que su realizador sea parte de un movimiento de denuncia y un proceso de transformación frente a esas injusticias que pueden ser como muy materiales o estructurales.







